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4 years ago

Una pequeña ayuda para Yoh

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Anime: Shaman King

Rating: M

Pareja: Anna & Tamao

Sinopsis: One-shot. Tamao estaba convencida de que ella podría ayudar a Yoh con muchas de las responsabilidades del matrimonio, y no pensaba precisamente en los quehaceres de la casa, sino más bien en las obligaciones de cama... (LEMON FUERTE).

Advertencia: Lemon (NSFW)

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Por: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.

* Ta-tame. . . hentai. *

La joven de ojos negros jadeó agradada, aun a pesar de sus palabras.

Yoh la sujetaba con fuerza, tatuando cuantos besos le placían en la blanca piel de la rubia mujer.   Sus labios, el cuello, los pequeños senos cuyos pezones se endurecieron a causa del placer; su vientre y finalmente su sexo, dedicando especial atención al hinchado clítoris, que se liberaba de su pequeño escondite, ansiando el placer.

La itako se arqueó ante el éxtasis que para ella vendría, más de pronto, su amante desapareció, dejándola en un inmenso y oscuro vacío.   El shaman se había ido, pero no así el calor sofocante que se apoderó del frágil cuerpo de la chica.

Kyouyama se abrazó a si misma, aterrándose al escuchar el gemido que escapó de su boca.   Su cuerpo estaba muy sensible y sentía placer, ¿de dónde?: no sabía, maldita sea.

La itako cayó de rodillas para luego arquearse al tiempo en que lanzaba un fuerte gemido cargado de placer. . .

Anna abrió los ojos con lentitud, con pereza.   Sudaba mucho, hacía mucho calor, demasiado para ser una noche de invierno. Sentía el cuerpo pesado, pero al menos ya sabía de donde venía el placer.

““Mi. . . mi vulva.””

Pensaba la rubia, alzando la cabeza para encontrar al culpable de su estimulo.

* Ta, Tamao !!. *

Los ojos de la itako se contrajeron, perdiendo su intenso color negro; la pelirosa estaba ahí, entre sus piernas, degustando el sabor de su íntima flor.

Tamamura ni siquiera se detuvo cuando Kyouyama despertó, de hecho, siguió deslizando la lengua por los pliegues de la vagina de una Anna que aun no podía salir de su asombro.

La sacerdotisa retomó el control de su cuerpo solo hasta que Tamao aprisionó el clítoris de la itako entre sus labios, succionando con frenesí.

* ¡¡ Yamete !!. *

Gritó la rubia, mientras se alejaba de la chica pelirosa, más a su pesar, Anna solo pudo arrastrarse sin siquiera salir del futon.

Sus ojos se destiñeron nuevamente.

* ¿Qué me has hecho?. *

Le preguntó en un susurró, abrazándose a si misma, cómo tratando de protegerse; era inútil.

Entonces Tamao se posó justo de tras de ella, sus suaves manos de inmediato se deslizaron por la piel de leche de la itako.

* Perdóneme, señorita Anna. *   _La aprendiz le susurraba al oído al tiempo en que estrujaba los senos de la rubia_   * Puse una droga en su te, así que no podrá rechazarme, de hecho, la haré desear mi toque. *

* No !!. *

Anna se agitó ante aquella confesión, más comprendió que lo que la chica decía era verdad, pues le resultaba muy difícil mantenerse siquiera de rodillas, mucho menos podía detener las manos de la pelirosa, que la recorrían a placer.

* El joven Yoh se fue con sus amigos y no regresara hasta mañana; no nos molestarán. *

Al decir esto, Tamao deslizó uno de sus dedos en la vulva de la sacerdotisa, alojando, penetrando suavemente.

* Deten. . . detente !!. *

La itako se desesperó, más su compañera no hizo caso, todo lo contrario, comenzó a mover sus traviesos dedos, estimulando a la rubia.

Tamao sonrió con dulzura, era hermoso sentir la humedad de su amiga mojándole la mano, escuchar su agitada respiración y sentirla temblar ante su toque.

Tamamura no podía evitarlo, había deseado por tanto tiempo estar así con la chica de ojos negros.

No supo en que momento, si fue de pronto o poco a poco, pero el respeto que por ella sentía se fue transformando en amor, y dicho sentimiento trajo consigo el deseo, la pasión.

Un día, Tamao simplemente se encontró a si misma, mirando a Anna y no a Yoh, quizás porque Kyouyama siempre la trató bien a pesar de saber de los sentimientos que alguna vez albergó por el Shaman King.

* Me moría de celos al verlos hacer el amor, entregándose mutuamente el uno al otro.  Pero no era por él, era por usted, señorita. *

Dicho esto, Tamao deslizó sus labios por el fino cuello de la sacerdotisa, sin dejar de hacer magia con sus manos, si, magia, porque para ese momento, Anna se encontraba gimiendo suavemente, moviendo las caderas al encuentro de esos traviesos y delicados dedos que la estaban llenando de placer; con las piernas completamente separadas, permitiendo aquella deliciosa invasión.

Emocionada, Tamao hundió sus dedos cuanto pudo, fuerte y rápido. Kyouyama no pudo más y gritó llena de placer, derritiéndose en medio de aquel exquisito gozo que esta chiquilla la obligaba a sentir.

La pelirosa aprovechó el éxtasis de su superior para atreverse a besarla, penetrando con su lengua en la cálida boca de la itako, quien movida por la droga, correspondía a todo lo que Tamamura le hacía sentir, incluso, siguió gimiendo dulcemente con los dedos de Tamao aun alojados en su vagina. Era. . .

* Delicioso !!. *

Susurró la itako; sus ojos vidriosos, completamente vencida por la lujuria, frotándose ella misma el hinchado clítoris.

La aprendiz sonrió sutilmente mientras sus mejillas se coloreaban rojas. Temía tanto que la señorita la rechazara, que la insultara o peor aun, que la odiara por esto.

* Perdóneme, señorita, estaba desesperada, yo solo quería. . . *

Pero Anna no escuchaba, se daba placer ella misma, poseída completamente por la droga. La pelirosa no pudo más que aprovechar una situación que seguramente jamás se volvería a repetir.

Haciendo que la rubia se recostara sobre el futon, Tamao le separó las piernas y comenzó a beberse las mieles de la intima flor de la itako.

Kyouyama se arqueó, cerrando los ojos, el gozo fue inmediato y la rubia fue presa de un orgasmo tras otro mientras la pelirosa lamía y succionaba su vagina, empleando especial atención en el duro clítoris que se dejaba ver, ansiando placer.

Fue demasiado, Anna no era ella, decidió que no lo sería hasta mañana, así que se olvidó de todo lo demás. . . de Yoh.   Y se dejó envolver por el delicioso cosquilleo que desencadenó un nuevo éxtasis.

* Ahhh, Tamaooo !!. *

La rubia gritó agradada, estrujando sus propios senos, pellizcando los sonrosados pezones. Tamao se saboreó los labios, el sabor de la itako era agridulce, le parecía simplemente delicioso.

La pelirosa miró a su amiga, con las piernas totalmente abiertas, exponiendo su sexo mojado, su boquita ligeramente entre abierta y sus negros ojos carentes de brillo, luciendo opacos por la lujuria y el deseo de más.

““Creo que me pasé con la droga.””

Pensaba la pelirosa, ligeramente arrepentida, pero no habría problema, era mejor así.

Ansiosa, Tamamura alcanzó el objeto que la ayudaría a brindarle el máximo placer a su Anna, un consolador del doble de largo que la mayoría.

Tamao separó las piernas, deslizando el instrumento en su interior; cerró los ojos y lanzó un fuerte gemido, estremeciéndose al instante.   Anna alzó la mirada y se asustó.

* ¿Tamao?, qué haces?, no, ahhh. . . *

La sacerdotisa gritó, mezcla de dolor y placer pues la pelirosa se había posado entre sus piernas, penetrándola con el otro extremo del consolador, enterrándose completamente y de una sola vez en la vagina de la itako.

Ese aparato era mucho más ancho y grande que el pene de Yoh. La estaba lastimando, pero igual la estaba llenando de gozo, y llenando era exactamente la palabra.

Cegada por la lujuria, Tamao empujaba las caderas, una y otra vez, penetrando a la rubia y penetrándose ella misma.

Realmente la amaba; su forma de ser, amable muy en el fondo, su fuerza, su valor, su coraje. . . la admiraba tanto y deseaba tanto ser como Anna Kyouyama, que Tamamura terminó amándola.

Y ahora amaba su voz cargada de deseo, sus gritos, los gemidos constantes que le pedían más y más de aquel miembro estéril que ambas compartían y para el que ambas se abrían dichosas, jadeando y diciendo incoherencias.

* Por favor, se-señorita, per-perdónemee. . . *

* E-eso no importa ahora, dame más, no pares, lo quiero todo, todooo !!... *

Entonces, Tamao se dispuso a cumplir con lo que para ella fue una orden.

El vaivén de sus caderas se tornó desesperado, clavando el pene artificial en la vagina de la rubia y en la propia.

* An-Annaaa. . . *

La pelirosa cerró los ojos, oprimiendo con fuerza los senos de su amiga en medio de su clímax.   Tan fuerte, tan hermoso y sin embargo, nada se comparaba, ni siquiera su propio orgasmo, al deleite de ver a Kyouyama teniendo el propio.

Un clímax que la hizo gritar y arquearse para luego seguir lanzando las caderas en busca de un poco más.

* I-iku, ikuu. . . *

Gritó la rubia al sentir cómo su sexo se deshacía en fuertes pulsaciones que abrazaban el miembro estéril que aun la penetraba.

Lágrimas mojando sus tersas mejillas, lágrimas de placer, lágrimas que Tamao bebió para luego marcar un camino con sus labios que se detuvieron en los hermosos pechos de la itako, ahí, su boca se deleitó con las redondeadas formas de Anna, besando, lamiendo la abundante carne o simplemente succionando los duros y puntiagudos pezones, relajando a la mujer de ojos negros.

  Con el consolador aun clavado en ambas y sus respiraciones y jadeos llenando la  habitación, Anna se permitió meditar en toda esta locura.

““Deliciosa.””

Pensó y no había ninguna otra palabra para describirla.

Kyouyama se había perdido ante los deseos más bajos de la chica que siempre creyó inocente y pura.

* ¿Desde cuándo?. *   _La voz de la sacerdotisa sonó fría._   * ¿Por qué?. *

Recostada sobre los pechos de su amiga, Tamao abrió los ojos; una mueca de tristeza se dibujó en su lindo rostro.

* Señorita, usted siempre ha sido buena conmigo. . . yo solo quería. . . demostrarle mi agradecimiento.*

Anna frunció el ceño y dobló las cejas.   Vaya forma de agradecer: drogándola y violándola. . . esto era humillante.

La itako había sido sometida, complacida, si, pero nunca se dejó tocar por ninguno de los amigos de su prometido y esta chiquilla. . .

* Sal de mi habitación !. *

* Señorita Anna, yo. . . *

* Quiero estar sola. *

La pelirosa sabía que esto iba a ser así, Kyouyama estaba furiosa y la odiaba, seguramente ella iba a ordenarle que empacase sus cosas y regresara a Izumo.

“”Ya no podré verla más.””

Se lamentaba Tamao, llevándose las manos a la cara y llorando desconsoladamente.   Había hecho una locura y ahora ni siquiera podría estar al lado de la sacerdotisa.

Al ver llorar a su amiga, Anna dobló las cejas con pesar, el corazón le dolía de ver la tristeza de la pelirosa.

Pero el calor había vuelto, y consigo, la lujuria y el deseo.   Anna se mordió el labio inferior.

“”Tal vez sea mi turno de agradecerle.””

Con este pensamiento, la itako retiró de su vagina el pene artificial que tanto gozo le proveyó.

* Voy a casarme con Yoh, Tamao... entiende que eso no va a cambiar. *   _Le decía la rubia, sus palabras eran dolorosas puñaladas para Tamamura._   * Sin embargo. . . *

La aprendiz alzó la mirada, esperando lo peor, más lo que vio simplemente no se lo esperaba. . .

Frente a ella, Anna con las piernas completamente separadas, mostrándole su vulva; los ojos de la itako estaban opacaos una vez más. Y sonreía llena de ansias. . .

* Por estar con sus amigos, él me desatiende. *

La pelirosa secó su llanto. ¿Sería posible que su interpretación de aquellas palabras fuese la correcta?. Sí, sí lo era.

Bastó con ver que Anna se estaba masturbando frente a ella para saber que así era.

* Me gustaría que te quedaras con nosotros, así. . . yo no estaría tan sola. *

* Sí, sí. . . es lo que más deseo. *

Tamamura se apresuró a responder; una sonrisa iluminaba su rostro.

Anna también sonrió y con suavidad acarició los rosados cabellos de su amiga para luego hacerle bajar la cabeza, justo entre sus blancas piernas, sobre su sexo. Tamao la entendió de inmediato, es más, ella lo deseaba también.

* Buena niña. *

Susurró la itako al sentir cómo la pelirosa lamía su vagina, succionando con devoción el pequeño e hinchado clítoris, más aun al sentir que le mandaba un dedo dentro de su intimidad.

Anna sonrió y gimió gozosa, convencida de que Tamao podría ayudar al pobre de Yoh con muchas de las responsabilidades que le traería el matrimonio.

Y la itako no estaba pensando precisamente en los quehaceres de la casa, sino más bien a las obligaciones de cama. . . hacerle el amor, hacerla gozar.

Era obvio que el Asakura no podría con todo y Tamao sería de gran ayuda, muy eficiente absolutamente en todo, eso Anna ya lo había comprobado.

Con este pensamiento, Anna terminó por correrse.

Finalizado.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Debo admitir que escribir este fic fue un poco incómodo para mi. ——MAi sonrojada.—— Cómo que la temperatura subió en mi habitación ^¬^.

Quería escribir un yuri, aunque no es un género que me emocione, sinceramente. Sigo obsesionada con SK, así que me decidí por estas “chicas malas”.

Ahora, yo en verdad creo que Anna es muy buena con Tamao. Vamos, no cualquier chica deja que otra mujer le dé un regalo a su novio y menos sabiendo que esa chica está perdidamente enamorada del chico. Anna lo hizo.

Además, en el último tomo del manga, Tamao dice “por eso la admiro tanto”, o algo parecido. Podría decirse que de ahí empecé a desarrollar este fic.

He aquí algunos títulos que tenía pensados para esta historia:

Matrimonio: demasiado trabajo para Yoh.

Solo para ayudar a Yoh.

Yoh no puede solo.

Por favor, alguien para ayudar a Yoh.

Con una pequeña ayuda de Tamao.

Bueno, total que me decidí por el actual, aunque el último mencionado me gustaba mucho T-T.

~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai.  Y es material de “Fallen Angel”.

Totalizado el 17 de Julio de 2007.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*


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3 years ago

MIS 2 AMORES

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Anime: Card Captor Sakura

Rating: M

Pareja: Eriol x Sakura x Shaoran

Sinopsis: En verdad le gusta como le hace el amor. No es que su marido no la haga sentir placer, esto es diferente... simplemente los ama a los dos.

Advertencia: Lemon (NSFW)

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Por: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.:: Capítulo 1 ::. ¡ El maldito placer que me provocas ! ::.

.:: Capítulo 2 ::. ¿Me amas, Sakura Lee? ::.

~*~ 


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3 years ago

Mis 2 amores. --Capítulo 1--

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Anime: Card Captor Sakura

Rating: M

Pareja: Eriol x Sakura x Shaoran

Sinopsis: En verdad le gusta como le hace el amor. No es que su marido no la haga sentir placer, esto es diferente... simplemente los ama a los dos.

Advertencia: Lemon (NSFW)

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Por: Maeda Ai

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.:: Capítulo 1: ¡ El maldito placer que me provocas ! ::.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.

* Rayos, espero que no demore más en llegar. *

Un hombre alto, de tez blanda, cabello negro y que impone respeto y temor a pesar de su amable mirada, espera ansioso la llegada de alguien.

Las once menos quince y aun no llega; dos horas esperándola en el mismo lugar de siempre, pero hoy no ha llegado. Jamás llega impuntual a sus encuentros y esta espera lo hace ponerse furioso de tan solo pensar que se esconde de el, aunque esto sea inútil... pero también siente miedo de que de alguna u otra forma ella empiece a escaparse de sus brazos para ser completamente de él; de ser así, jamás lo soportaría... ¿Cómo vivir si eso pasara?.

Las luces de un taxi alumbran la oscuridad del lugar de encuentro; una hermosa mujer de cabello castaño-corto baja del auto y se dirige sin titubear hacia el joven que la aguarda. La chica se detiene a un par de metros de su "cita" y lo mira con seriedad absoluta... quizás con algo de rencor.

El hombre pasa su mano por su frente, siguiendo por su cabello y mientras muestra una sonrisa maliciosa, le dice:

* Tan agresiva como siempre; ¿lista para una noche más de intensos pasión y sexo?. *

Su acompañante femenina se enfureció visiblemente; se acercó a él y le dio una bofetada con todas las fuerzas y coraje que tenia en ese momento, volteando a un lado el rostro del chico.

El joven no puso resistencia a la "agresión", y la miro de frente aun con la misma sonrisa insultante; toco su roja mejilla y...

* Me encanta que hagas eso, pero me gusta más escuchar tus suplicas por que no me detenga, o cuando dices que no hay mejor hombre que yo, que nadie te hace gozar tanto en la cama... ¿no, Sakura?. *

Kinomoto siente impotencia, coraje, humillación y varias emociones recorrer su cuerpo; los momentos de placer le habían hecho decir cosas que no quería, ¿o si deseaba decirlas?.

Aquel hombre la tomó del brazo y la guio hasta su auto; ofreció llevarla al lugar que ella deseara, pero Sakura se opuso, argumentó que quería terminar con eso lo más pronto posible.

* Ah!!... estás ansiosa por estar con migo, ¿no?; descuida, te dejaré tan satisfecha como siempre. *

Ella solo atinó a sonrojarse de vergüenza e ignorar ese comentario tan atrevido y descarado.

~*~

~*~

~*~

Al termino de unos minutos ambos llegaron a un hotel, el mismo de siempre. Era propiedad del joven que la acompañaba... "su nido de amor", o más bien su templo de traición e infidelidad.

El chico se puso a hablar de algo con la recepcionista y ésta le entregó unas llaves. El volvió con Sakura y la guio hasta su habitación.

Ambos estaban frente a la puerta de la suite 404; el la sujetó y la cargó sobre su hombro por si se oponía. Al entrar, la dejó caer sobre la cama.

* Brusco !... no tenías que hacer eso. *

Dijo ella mientras su acompañante cerraba la puerta con varios seguros.

* Siempre reservas la misma suite, ¿verdad?. *

Ella no obtuvo respuesta de inmediato, por el contrario, el muchacho parecía ignorarla. Estaba ocupado despojándose de su ropa. Al estar totalmente desnudo, Kinomoto, avergonzada y ruborizada, cubrió su rostro con ambas manos, cosa que le causo gracia a su "amigo", y como no?, si varias veces atrás lo había visto totalmente desnudo, de todas formas, ella siempre se avergonzaba al verlo así.

* Este inmueble es mío, por ello lo de la habitación. ¿Sabes que nadie ha ocupado esta suite, solo tu y yo?. *

Le mencionó él, como respuesta a su anterior comentario.

""Esto no es justo, yo no tengo una sola prenda encima y ella esta bastante arropada, hay que hacer que las cosas estén iguales.""

Pensó su "carcelero" mientras se acercaba a ella y se posaba sobre la cama, de frente a su amiga. Dejo sus lentes a un lado, estrecho a la mujer, la apretó contra su cuerpo lo más que pudo; la besó apasionadamente casi sin dejarla tomar aliento.

El contacto entre sus labios la hizo vibrar de deseo, y él lo sintió; Así que recorrió lentamente el cuerpo de la mujer con sus manos, sintiendo las curvas del mismo bajo las palmas de sus manos.

Retiró cada prenda con cierta violencia, dejando a su compañera en la misma condición en que el se encontraba.

* Por favor, detente... ya no deseo hacerlo más. *

Suplicaba la hechicera, aun sabiendo que las suplicas no le ayudarían en nada. Él, solo sonrió irónico sabiendo que sus ruegos, al final, serían para continuar amándola.

El muchacho, ni lento, ni perezoso, guio sus labios a los labios vaginales de su acompañante, succionando el interior y probando desesperadamente lo que el consideraba como un regalo del cielo. Introdujo su lengua lo más profundo posible, explorando el secreto que guarda cada mujer en su cuerpo desnudo, secreto que el había descubierto en una mujer ajena, que pertenecía ya a otro hombre, el cual ni enterado de esto estaba.

Y sin importarle aquello, el hacia el cuerpo de Sakura más suyo que de nadie, aunque dispusiera de ella a medias, con cierta limitación.

Saber que en ese momento la tenía para él, solo para él... no solo lo hacia feliz, lo volvía loco de deseo, excitación y poder; ella era lo único que le faltaba para tenerlo todo en el mundo.

Embriagado con su aroma de mujer y el exquisito sabor de su vagina, el muchacho saboreó por última vez en la noche de los placeres de la intimidad de Kinomoto; haciendo círculos al rededor del clítoris de la chica... mordisqueándolo suavemente y finalmente succionándolo por unos instantes, acto que le provocó un fuerte orgasmo a Sakura... la fuerza del placer máximo que recorría su cuerpo la hizo gritar de gozo, grito que fue acompañado por el nombre de su amante...

* Ahh !!... Eriol, Eriiooooll !!. *

A Hiragizawa le complacía mucho que su amante suplicase de esa forma por él.

Comenzó a subir por el cuerpo de la chica besando cada rincón del mismo con gran intensidad y desesperación.

Su vientre, jugueteaba con su ombligo; unos minutos disfrutando sus pequeños, pero apetecibles y bien formados senos, y por último sus labios rosa muerto, tenue.

Eriol saboreó el lápiz labial que cubría los labios que tanto amaba y la profundidad de la boca de Sakura, mientras que ésta, alcanzaba a beber un poco de sus flujos vaginales, los cuales aun sobrevivían en la boca de su amante.

Sakura estaba totalmente rendida de pasión y ansias ante su poseedor de noches prohibidas y condenadas.

Por lo general, siempre era de esa forma; ella se resistía a seguir reuniéndose con él, pero de una u otra forma terminaba entregándosele en alma y cuerpo.

¿Por qué?, si ella amaba a otro hombre... ¿Cómo pudo enredarse con otro?.

Sucede que en una ocasión, con copas de más y un pequeño mal entendido con su marido, cayó inevitablemente en las redes de Eriol, y a pesar de que con lo poco consciente que estaba trató de resistirse y evitar acostarse con él, no estaba lo suficientemente sobria como para lograrlo. Además, Hiragizawa prácticamente la violó... pero si la obligó, entonces por que sigue acostándose con él?. ¿Habrá utilizado algún hechizo, era atracción física?... no.

Ella sigue entregándosele por la simple razón de que la satisface bastante en la cama.

La primera vez, a pesar de haber sido violada, terminó rendida de placer y aceptando colaborar para que fuera cosa de dos y no sólo de una persona.

En verdad le gusta como le hace el amor, no es que su marido no la haga sentir mujer; esto es diferente, el posee su cuerpo de una forma especial... quizás por su alto nivel de magia, no sabría decir porque; y aunque quiera negarlo... le tiene cariño a la reencarnación del amo Clow, y eso hace las cosas un poco más complicadas.

Kinomoto se involucró un poco más en su relación e inclino su cabeza a la entrepierna de hechicero. Tomó entre sus manos el pene erecto de su amante y lo introdujo en su boca una y otra vez.

Oh, Dios !!, eso desquiciaba a Eriol; era en ese punto cuando Sakura tenía el control de la situación.

Con los ojos entrecerrados por la agonía del placer, Hiragizawa gemía débilmente para no doblegarse ante su compañera; tratando de alejar los desesperados labios de Sakura de su ya extremadamente sensible miembro, le dijo...

* Es, espera... terminaré viniéndome en tu boca y lo que deseo más que nada es, es... entrar lo más profundo en tu cuerpo.*

* Hazlo, hazlo que no puedo dar marcha atrás... en estos momentos nada me importa, solo tú y estas cuatro paredes que nos aprisionan. *

La confesión de la Card Master no hizo sino convencer a Eriol de que él siempre tendría control sobre ella; la tenia en la palma de la mano. Estaba seguro de que si en ese momento le pedía fugarse con él, lo haría, aunque se arrepintiese después.

Kinomoto parecía no estar en sus cabales, no estar con sus cinco sentidos funcionando, parecía ser otra, ¿Es que acaso su amante la hizo cambiar?.

Prueba de ello es que adoptó una posición en cuatro, mostrándole el trasero a su otro hombre, rogándole, suplicándole que la penetrara de inmediato y sin consideraciones.

* Quiero tenerte aquí, dentro mío, y que esta noche como muchas otras no nos importe el mañana... solo hacer el amor sin limitaciones, ni preocupaciones por lo demás. *

Así pues, Eriol se posó de tras de ella con su pene apuntando a la ardiente vagina que ya lo esperaba palpitante de excitación y lo suficientemente húmeda como para garantizarle un placer inigualable.

El muchacho se deslizo sin problemas por la vagina de su amante; de todas las veces que había entrado en ella, sin considerar las que hubiese entrado el miembro del esposo de Sakura, la cavidad de la chica ya estaba bastante trabajada.

Eso lo sabia por que la primera vez que la hizo suya, el recibidor de su miembro estaba algo estrecho, claro, si ella no tenía muchos meses de casada.... era casi nuevecita. Ahora su pene entraba y salía sin dificultad alguna.

Hiragizawa mantenía su miembro ocupado con un ritmo constante de mete y saca del interior de Kinomoto, y sus manos de igual manera ocupadas, pero sosteniendo los sensibles senos de la mujer, los cuales saltaban al ritmo de las embestidas que el joven Eriol daba al cuerpo de su prisionera.

Las mejillas de Sakura estaban ardiendo en rojo por la excitación; algunas lagrimas caían de sus ojos y recorrían las mismas mejillas, solo por el placer que tenia que desahogar de alguna manera; además un delgado hilo de saliva se escapaba de su boca... es que realmente no podía reprimir las sensaciones que la recorrían.

Ambos habían logrado una sincronía en el movimiento de sus cuerpos, con algo de velocidad.

De pronto, Eriol se detuvo, sus pupilas estaban algo dilatadas; apoyando sus manos en las caderas de la mujer, solo dio un último empujón al interior de Sakura llevando su pene hasta el limite y desbordando un torrente de semen en la chica, la cual enterró la cara en una almohada, sorprendida al saber que una vez más su amante la mataba de placer inigualable.

Hiragizawa se separoó de ella y la lleno de besos por todo el cuerpo, deleitándose con el, sabiendo que a pesar de que volvería a tenerla entre sus brazos, quizá eso tardaría algo de tiempo, todo dependía de que tanto lo necesitase la mujer.

Un sorpresivo y último beso en los labios de Sakura y un entrecortado "Te amo", finalizaron aquella velada de pecados y traiciones.

Las palabras del joven simplemente confundían más a Kinomoto, cada vez que le decía ese par de palabras lo hacia tan sinceramente que estaba cien por ciento convencida de que eran verdad, lo malo, es que esas palabras solo la ataban más a él.

~*~

~*~

~*~

Unos ojos esmeralda recién alumbran la oscuridad de la habitación, la dueña de estos yace desnuda al borde de la cama. Sobre su cuerpo, un hombre, su amante, descansa con su cabeza sobre los senos que saboreó horas atrás; una delgada y solitaria sábana los cubre del frío de la madrugada, todas las demás cayeron al suelo por la loca noche.

Las cuatro más veinte... debía irse y rápido; su esposo regresaría ese mismo día y no quería que se enterase de nada.

Con cuidado, se desliza dejando el cuerpo cansado de su amante, solitario en la inmensidad del lecho; se viste y trata de despejarse antes de irse. Desvía su mirada hacia su condena... aquel hombre y esa cama; se sonroja y una triste mirada toma posesión de su rostro; gira su cabeza para sacar todos esos pensamientos y quita los seguros de la puerta uno a uno. La abre, se detiene... una débil voz la retiene...

* Sakura... en verdad te amo !. *

Menciona entre sueños su compañero en la traición, la chica derrama lágrimas sin cesar; cierra la puerta, sale corriendo apresurada y comienza a minimizar el paso bajo el manto de la madrugada.

* También te amo, Eriol... pero no como a él. *

Dice para si la que traiciona la confianza de un esposo, quizá sin desearlo, pero haciéndolo a fin de cuentas.

Sigue caminando sin rumbo, después de lo que hizo esta noche no tiene el valor para mirar los ojos de su esposo... al menos, aun le queda algo de vergüenza.

Sin finalizar.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Este fiction tendrá solo dos capítulos T-T.

Esto es un S/E/S.

~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de Fallen Angel.

Totalizado el 01 de Septiembre de 2001.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

                                      || Capítulo 2 ||


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3 years ago

Mis 2 amores. --Capítulo 2--

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Anime: Card Captor Sakura

Rating: M

Pareja: Eriol x Sakura x Shaoran

Sinopsis: En verdad le gusta como le hace el amor. No es que su marido no la haga sentir placer, esto es diferente... simplemente los ama a los dos.

Advertencia: Lemon (NSFW)

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Por: Maeda Ai

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.:: Capítulo 2: ¿Me amas, Sakura Lee? ::.

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Una mujer recorre sin rumbo las calles de Tomoeda; hace unas horas unió su cuerpo al de un hombre que no era su marido, y a pesar de que no fue la primera vez, se siente mal, más que nada por que no se arrepiente de ello, es más, seguramente lo volvería a hacer.

Sin embargo, esto no quería decir que ya no amara a su esposo. Eso jamás, ella lo adoraba, moriría por él, de hecho no había persona más importante en el mundo para ella que su marido, pero...

¿Es posible amar a dos hombres a la vez?.

Sakura acababa de descubrir que sí podía suceder.

"Soy Sakura Lee, hoy, llegué a mi casa esperando encontrar a mi marido, pero aun no llega de su viaje; se fue a Hong Kong a visitar a su familia... se supone que llegaría en unas horas."

Pensaba para sí, como tratando de grabarse bien que su esposo, aun era su esposo, y por tanto debía amarlo a él, y solo a él.

Comenzó a despojarse de su ropa, hasta quedarse solo con la piel pegada al cuerpo. Entró a la ducha con el agua helada, como un auto castigo, tratando de borrar el pecado que permanecía en su cuerpo, no lo logro... la traición ya la llevaba en el alma y el corazón.

Salió un poco más despejada pero igualmente desolada y decepcionada de si misma. Maldición !!, como puede hacerle esto a la persona que más ama?.

Con su piel empapada y cubierta solo por una toalla, salió del baño y se disponía a dormir un rato, después de todo, la noche anterior solo durmió poco más de una hora.

De pronto, alcanza a escuchar como se abre la puerta principal de la casa, también, una voz familiar y muy querida que la llama.

* Sakura, amor... ¿estás aquí?. *

Gritó su esposo mientras entraba y dejaba una maleta al lado de la puerta.

Kinomoto va donde su marido y este al verla se sonroja sobremanera; aun sigue siendo igual. Con calma, se acerca a su mujer, toma el rostro de la misma entre sus manos y la saluda con un beso relativamente corto y tranquilo en los labios.

* Acordamos que me esperarías en el aeropuerto. ¿Por qué no estuviste ahí?. *

* Es que no me sentía del todo bien, lo siento en verdad. *

Respondía mientras bajaba la mirada sintiéndose justamente culpable. No quería que la viera después de haber dormido con su amante; maldita cobardía... ¿o era respeto?.

Una sonrisa se dibujó en el rostro del muchacho, de alegría, felicidad, mil sensaciones buenas. La abrazo contra su pecho con fuerza, mojando su atuendo con el cuerpo húmedo de la mujer.

* Y, por qué estás tan feliz?. *

Preguntó confundida; el no haber ido a encontrarse con él en el aeropuerto no era razón de felicidad, al contrario, debería estar enfadado... pero no era así.

El joven tomó la cintura de Sakura y la elevó al aire, dando vueltas con ella por todo el recibidor, sonriendo de gran alegría y arrancándole varias sonrisas de autentica felicidad a su cónyuge.

* Shaoran, ¿por qué tanta felicidad?. *

* Bueno, es probable que estés embarazada, ¿no crees?. *

Dijo Lee, dejando que los pies de su esposa tocasen el suelo. Y ella, dejó de sonreír. La verdad es que le encantaría ser madre, eso claro, si el hijo era de Shaoran, pero si en determinado caso quedara embarazada de Eriol, las cosas se complicarían bastante.

Más sin embargo ese no era el caso, no estaba esperando un hijo solo se sentía mal moralmente... su conciencia no la dejaba tranquila.

* No, no creo que sea por eso. *

* Eso puede arreglarse, ¿no crees?. *

Propuso Shaoran con una sonrisa picara y unos ojitos suplicantes, mientras le quitaba la pequeña toalla que a penas cubría el cuerpo de su esposa.

Al mirarlo, Sakura comprobaba lo diferentes que eran él y Eriol... Hiragizawa era más posesivo y dominante, mientras que el joven Lee es más tierno, complaciente y comprensivo.

* Amor, si no te molesta... prefiero dormir. *

* ¿Molestarme?, en lo absoluto. La verdad es que el vuelo me dejó algo cansado... pero no lograrás escaparte de mi, ya jugaremos más tarde. *

Y mientras se ponían melosos, el la tomó entre sus brazos y la cargó hasta su habitación, ahí, con delicadeza y cuidado la acostó; se quito el saco de su traje y se acostó junto a ella permitiendo que el sueño los envolviera a ambos; dándose un tiempo de descanso y reflexión.

Ella, desnuda entre sus brazos, él, cubriéndola con su cuerpo y protegiéndola de todo lo que pudiese lastimarle.

~*~

~*~

~*~

Había transcurrido ya una semana desde la llegada de Shaoran de su corto viaje. Por una u otra razón no había tenido tiempo de intimidad con Sakura, pero...

La chica recién entraba a su habitación, cuando se percato que su marido ya la esperaba allí. Ella puso cara de no entender que hacía su esposo a medio día en la cama, a lo que este le explicó:

* Recuerdas que te dije que jugaríamos después?... pues tengo infinitos deseos de jugar contigo. *

Le dijo el joven con una cara de felicidad inigualable; era normal, había extrañado a su Sakura aunque solo hubiese estado fuera por unos días.

Sakura pensó que ya era justo y necesario que Shaoran estuviera con ella, así que sin más, la muchacha fue a su lado y se metió bajo las sabanas con él para comenzar con una tarde de verdadero amor expresado con quien debía ser expresado.

Comenzaron con varios besos... cortos, largos, apasionados, tranquilos, profundos, juguetones... en fin, había variedad en cada beso; todos eran diferentes, pero en algo eran iguales... todos estaban llenos de amor.

Shaoran deslizó sus manos hasta los senos de Sakura, sintiéndolos debajo de la tela. Hacia días que la deseaba y no había podido tenerla por razones que no entendía, pero ahora no se escaparía de él.

En unos segundos, el pecho de ambos estaba al aire; él guio sus labios hasta los pequeños senos de su esposa y comenzó a probarlos; besaba y mordisqueaba los pezones hasta que se pusieron duros, haciéndose más sensibles a sus caricias.

Mientras degustaba los pechos de Sakura, con sus manos, Shaoran recorrió el cuerpo de su  esposa haciéndola estremecer por el contacto, y suspirar de excitación.

El chico condujo sus manos hasta la entrepierna de Sakura, introduciendo su mano derecha bajo la falda y acariciando la intimidad de la chica por sobre las bragas; en tanto mordisqueaba el lóbulo de la oreja de la joven, susurrándole mil y un palabras que Sakura apenas podía entender puesto que no lograba concentrarse de lleno en sus palabras, si no en sus caricias y besos.

Pronto, se despojaron de la poca ropa que aun llevaban puesta, quedando desnudos el uno ante el otro. Shaoran tomó la mano derecha de su cónyuge y la besó, subiendo con cada beso que le volvía a dar; recorrió su brazo haciéndole cosquillas con sus labios hasta llegar a su cuello... lo saboreó y por último unió sus labios a los de ella, introduciendo su lengua en la boca de Sakura, buscando la de ella para que ambas comenzaran una comunicación propia, como un pequeño juego.

Lee se sentó a media cama e invito a Sakura a sentarse sobre él. Así, se hincó frente a su marido y tomando el pene erecto de este entre sus manos, lo fue guiando hasta su vagina, la cual estaba deseosa, lista para retener el instrumento de amor de Shaoran.

Sosteniéndose de los hombros del joven, Sakura hacía que el pene de Shaoran entrara despacio en su vagina. La lubricación de la misma era tal, que a pesar de hacer movimientos lentos, el pene de Lee entró con facilidad sin provocarle dolor alguno a la chica.

El placer en ambos comenzaba a ser un poco más fuerte; con esto la imagen de Eriol se hizo presente en la mente de Sakura.

Ella parecía desligarse de lo que ocurría a su alrededor y aterrarse ante la idea de que Hiragizawa sabía muy bien lo que ella hacía en ese momento; era obvio que no la dejaría disfrutarlo por completo.

* Sakura, ¿te pasa algo?. *

Preguntó Shaoran algo preocupado. De pronto, su esposa había dejado de moverse y miraba a la distancia.

Ella solo sonrió y continuó moviéndose, tratando de que el miembro de su marido entrara hasta el límite en ella. Los jadeos aumentaron; el placer seguía creciendo y Sakura abrazaba frenéticamente la cabeza de Shaoran quien devoraba los senos de su mujer, sin llegar a saciarse.

Lee estaba desesperado, quería llegar al clímax de la relación y hasta ese momento había tenido la mayor paciencia posible... pero necesitaba sentir a su esposa.

Tomó las caderas de ella e impulsándose, le ensartó todo su miembro de golpe; Sakura gritó por los tremendos placer y dolor que esto le había provocado.

Unos segundos después, Lee se recostó sobre su esposa y comenzó un juego de mete y saca con la mayor velocidad que él podía alcanzar. Con cada embestida la jovencita sentía que moría y volvía a vivir con las salidas y entradas del pene de Shaoran, el cual a sí como salía inmediatamente volvía a entrar golpeando el útero de la muchacha.

El orgasmo estaba próximo a llegar; Sakura llevó sus manos hasta su entrepierna y con su dedo índice acarició consecutivamente su clítoris obteniendo un placer extra. También podía sentir los roces del miembro de Shaoran con sus dedos... maldición, adoraba sentirlo dentro suyo.

Pero nuevamente, Eriol aparece en su mente; la sacaba de quicio. Para que una mujer pueda disfrutar una relación sexual debe estar completamente enfocada en esta, y ver la imagen de Eriol cada vez que el placer aumentaba, la hacía recordar como traicionaba a su marido... ¿Cómo podía disfrutar del cuerpo de su esposo, si Eriol la torturaba a cada momento?.

Shaoran se hincó sobre la cama sosteniendo el cuerpo de Sakura sobre él, la elevó un poco... ahora tenía el control de la relación y el ritmo de los movimientos.

La excitación llegó a un punto insoportable en el que Lee tuvo que aumentar la velocidad de las embestidas. Su esposa lo sintió y aprisionó la cabeza de Shaoran entre sus brazos haciendo que sus senos tocasen una y otra vez la cara del muchacho, pues saltaban al ritmo de los "golpes" que el pene del joven chino daba al interior de su cuerpo.

Sakura no resistió más y permitió que un fuerte orgasmo poseyera su cuerpo; arqueó la espalda al no poder retener el placer que invadía su ser.

Para su desdicha, Hiragizawa volvía a su mente, esta vez con las palabras. . .

"Te amo, aunque le pertenezcas a él".

La chica de ojos esmeralda lloró sin intentar reprimir las lágrimas. Su amante la estaba torturando sobremanera haciéndole recordar que no volvería a disfrutar plenamente del amor de Shaoran.

Y así, el placer extremo que en algún momento experimentó el cuerpo de la mujer, desapareció drásticamente, frustrándola por no poder obtener el placer deseado y necesitado. Su marido se percató del llanto de su amada; se preocupó, detuvo sus entradas al cuerpo de Sakura, y...

* ¿Qué pasa?, te he lastimado?. *

Ante la pregunta, Sakura se asustó; no podía dejar que él se preocupara por ella, ni siquiera lo merecía.

La mujer no dio respuesta a las dudas de su marido; unió sus labios a los de él y llenó por completo de besos el rostro del joven.

A pesar de que ella ya había alcanzado el orgasmo y lo perdió, sabiendo que esa noche no lo volvería a tener por culpa de su amante, estimuló a su Lee. Él, apretó ojos y dientes tratando de retener el placer para que este durara un poco más... no pudo.

Sacó su pene del interior del cuerpo de Sakura y guio la cabeza de ella hasta la punta de su miembro para que degustase el sabor de su semen.

La muchacha bebía lo que podía de aquel liquido seminal, aunque también un poco de este escurría de su boca cayendo sin remedio sobre la cama.

Una vez que cesó la eyaculación de Shaoran, Sakura lo besó en los labios, compartiendo con su esposo el semen que aun permanecía en su boca.

Para relajar al muchacho, acariciaba el pene ya flácido de su acompañante haciéndolo suspirar en más de una vez con la dulzura de sus caricias.

Por hoy habían terminado, quedaron recostados en la cama; Lee la abrazaba por detrás rodeando su cintura con un brazo, acariciando el cabello castaño como juego.

Mientras, Sakura no estaba solo cansada sino también frustrada, pues había entendido que la situación seguiría así... Eriol no la dejaría ser feliz con su marido... la querría solo para el.

El sueño la estaba venciendo y justo antes de quedarse dormida, escuchó la voz de su querido Shaoran...

* Sakura... *

* Mmm, dime... *

* ¿Me amas?... me amas como yo a ti?. *

* ¿Tu qué crees?. *

* Lo que crea no importa, solo quiero oírlo de ti. *

* Bueno, soy Sakura Lee. *

* ¿Qué quieres decir?. *

* Que estoy casada contigo y es por amor. *

Sakura ya no supo más, se rindió al sueño; su cuerpo y su mente necesitaban descansar bastante. Shaoran le susurró algo al oído y también se dispuso a dormir.

En sus sueños, Sakura meditaba varias cosas que debía hacer. Primero debía hablar seriamente con Eriol o jamás volvería a disfrutar en la cama con su marido; también debía dejar de tener relaciones con Hiragizawa, al menos hasta quedar embarazada de Shaoran... ella quería ser madre, pero compartir esa dicha con el hombre que debía ser, con su esposo.

Y por último sus ideas peleaban entre sí; una batalla entre saber a cual de esos dos hombres amaba de verdad; No podía amar a ambos al mismo tiempo, ¿verdad?.

Era una locura, seguramente solo estaba obsesionada con Eriol, eso era algo que aun no sabía... quizás, en realidad sí los amaba a ambos; y si no era así, algo era seguro... los dos la amaban a ella y rivalizaban por su cariño, aunque uno de ellos... no lo supiera.

Totalizado.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Bueno creo que esto quedó muy inconcluso.

No sé si en verdad sea posible amar a dos personas al mismo tiempo; en realidad yo creo que no es posible, pero es un tema interesante.

~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de Fallen Angel.

Totalizado el 01 de Septiembre de 2001.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

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3 years ago

La mitad de ti

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Anime: Card Captor Sakura

Rating: M

Pareja: Eriol & Sakura

Sinopsis: One-shot. Lloraba amargamente... por un mal entendido había traicionado a Shaoran, su esposo, a quien amaba más que todo en el mundo. Lloraba... porque lo quería también a él, a Eriol.

Advertencia: Lemon (NSFW)

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Por: Maeda Ai

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Este one-shot está relacionado con el fic “MIS 2 AMORES”, ya que narra como Sakura y Eriol terminaron como amantes.

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Mujer de hermosos ojos esmeralda. ¿Qué haces caminando bajo la lluvia de Tomoeda?, ¿Qué razón existe para que permanezcas aquí?, no tienes a dónde ir?... Mis pensamientos me acosan de nuevo; me pregunto cosas que de sobra tienen respuesta. No puedo más, comienzo a correr bajo la lluvia dejando que mis lagrimas se unan con el agua que cae del cielo. Corro lo más rápido que puedo, quiero escapar de todo, de mis problemas, de él. Es que yo... yo los vi abrazados en nuestra casa. ¿Cómo pudo hacerme esto?; creí que me amaba. ¿Por qué Shaoran?, por qué te abrazabas con Tomoyo en nuestra casa?. Lo entendería de Mailing, ella es tu prima pero... de Tomoyo, jamás.

Y ahora que me detengo, la lluvia sigue incesante; tengo frío y creo que no debo sufrir este dolor físico por él. Giro la vista al otro lado de la calle; un bar. Vaya!, nunca he entrado a uno pero creo que esta ocasión amerita un considerable número de copas pata tratar de olvidar. Entro al lugar casi sin pensarlo; no hay muchas personas quizá soy la única que necesita de este sitio para olvidar. Me siento frente a la barra y espero a ser atendida; pido un vaso de sake y me lo bebo de un trago, le indico al barman que me sirva otro, y otro y así consecutivamente. Continuo con lo mismo por largo rato; no sé, esta vez parecía no tener fondo. ~*~

~*~

~*~

He perdido la cuenta de las copas y la noción del tiempo, me he emborrachado de verás y aun así no puedo olvidar lo que me hizo mi esposo, al contrario, me siento más deprimida; el ahogar mis lagrimas en el sake no ha sido de gran ayuda. Así que salgo a duras penas del lugar. Afuera, me encuentro con un joven, alguien a quien conozco.

* ¿Sakura?, qué haces en un lugar como este?. * Una voz masculina se oye detrás mío; me giro para encontrarme con un hombre guapo, alto y con un par de lentes que lo hacen ver muy maduro, claro, a sus veintisiete años supongo que lo es. Me sonríe ampliamente lo cual me hace preguntarme lo mismo interiormente. Trato de evadirlo; realmente conversar con alguien no es lo que deseo, así que me alejo con dificultad de aquel lugar con Eriol siguiéndome de cerca. Estuve a punto de caer en casi tres ocasiones por lo que el chico me sujeto del brazo y ofreció llevarme a casa. * No quiero !!. Podría ir a cualquier lugar excepto ahí. * Le grité como respuesta y aun así él no dejaba de sonreírme. * ¿Te enojaste con Lee?. * Apenas acabo de mencionar eso y comencé a llorar nuevamente. Sentí como sus brazos me rodeaban con suavidad y me desahogue ahí mismo. La lluvia había cesado hacia ya un rato al igual que mis lágrimas. El mencionó que no me obligaría a que le hablara de lo sucedido, además me ofreció pasar la noche en su apartamento lo que me pareció buena idea considerando que por ningún motivo regresaría a ver como esos dos me engañaban, además estaba muy cansada como para seguir caminando sin rumbo y tomando en cuenta que Hiragizawa era mi único amigo no habría ningún problema; nunca pensé que él... cuan equivocada estaba. ~*~

~*~

~*~

Llegamos a su apartamento poco después de las once de la noche y lo primero que hice fue sentarme en el sofá de la estancia para tratar de descansar. Eriol me ofreció una toalla para secar mi mojado cabello, comenzando con esto una platica que se extendió por un par de horas... * Y eso fue lo que ocurrió. * Dije tristemente recordando aquella escena que me oprimía el corazón. Finalmente le había contado todo a aquel hombre que ahora parecía ser mi único apoyo; desahogue mis penas y me sentí aliviada de cierta forma, aunque herida a fin de cuentas. Eriol no dijo nada en absoluto, solo me abrazó, no sé porque pero lo hizo. Ya me sentía mejor y no había necesidad de hacer eso. * Lo que el te hizo debió haberte herido. * _Me dijo._ * Déjame consolarte y hacerte verdaderamente feliz. * Al terminar de decir aquello se apresuro a atrapar mis labios con los suyos; abrí los ojos lo más que pude, lo que estaba haciendo el joven me impresionaba en verdad, sin embargo me parecía bastante placentero y el toque de erotismo me embriago por unos instantes por lo que lentamente comencé a devolverle el beso. Noté como cerrabas los ojos y dejabas de tensar el cuerpo, fue entonces cuando te estreche con fuerzas al grado de casi lastimarte. Quería que tu cuerpo estuviese pegado al mío, ¿por qué?: sinceramente siempre me atrajiste físicamente, desde niños. Y ahora que estas casada con Lee el  desear tenerte, para mi, se ha vuelto una obsesión... y la quiero hacer realidad. Mis manos se aferran con fuerza a tu cintura, te sujeto con violencia y hago que tu cuerpo se extienda sobre el sofá; mi cuerpo cae pesadamente sobre el tuyo para detener cualquier oposición que llegues a externar. Siento tus manos que se interponen entre nosotros; has reaccionado y te resistes a mis besos y caricias; sin embargo todos tus esfuerzos por separarte de mi son inútiles, mi fuerza física es mayor y la aprovecho bien para doblegar tu cuerpo, además el alcohol aun tiene entorpecidos tus movimientos. * Sakura... resistirse está de más; es justo que le pagues a Lee con la misma moneda después de lo que te hizo. * Tu mirada se vuelve dura, me desprecias, lo sé. Aunque eso realmente no me importa ahora que tengo tu cuerpo a mi entera merced. Pero, de pronto siento un inmenso poder emanar de ti, tus ojos se tornan de un rojo ardiente. En verdad estas enfadada; con un grito haces explotar todo ese poder mágico que aun conservas en lo más profundo de tu ser. Tanto es tu poder que me arrojas hasta la pared; mis lentes quedan botados en el piso, alzo la mirada y te expreso mi rencor por lo que acabas de hacer. ¿Cómo pudiste hacerle esto al brujo más poderoso de la tierra?. El error fue mío por bajar la guardia ante la emoción de casi poseerte. Aprieto los dientes enfadado, me reincorporo y te reto con al mirada; me desquitaré de lo que has hecho y verás que será una forma muy dolorosa o placentera para ti... todo depende de como quieras verlo. Te lanzo un hechizo, que igual que con migo, te lanza hasta la otra pared. Te dejo lastimada; no importa cuan fuerte seas pues yo siempre lo seré más que tu. Maldición !, ¿qué está pasando?, qué?. No es mi realidad. Mi esposo y mejor amiga me engañan; Eriol quiere acostarse con migo por todos los medios y si sigue utilizando ese nivel de magia me vencerá en cuestión de segundos. Levanto el rostro y te veo; esos ojos llenos de furia, poder, deseo y lujuria: me asustas. Lo peor es que no traigo con migo las cartas pues hace mucho que no las necesitaba para defenderme; además mi poder mágico parece insignificante ante el tuyo. Levantas mi cuerpo adolorido y me aprisionas entre la pared y tu cuerpo. Haces que tus manos viajen libremente por los contornos de mi figura, retirando todos los obstáculos que encuentran en su camino, la falda, el saco... Intento resistirme de nuevo y solo gano que me lances un hechizo que me roba las fuerzas. Me siento débil... no, ¡ soy débil !. Si no hubiese dejado de practicar la magia esto no estuviese ocurriendo. * Te amo, Sakura. Y no importa el como, pero serás mía. * * Detente Eriol, por favor. Me estás lastimando. * No importan las suplicas, no dejas de explorar mi cuerpo ahora desnudo en su totalidad... gemidos escapan de mis labios y tu mencionas que he comenzado a disfrutar de esto. No, no, no... todos los sonidos son de dolor, tienen que ser de dolor. Me lastimas con tus manos al recorrer mi cuerpo, pero me lastimas más con tu actitud; siempre creí que éramos amigos y ahora... yo ya no sé. Tomo tu cuerpo entre mis brazos; te llevo a mi habitación y te dejo caer sobre la cama; me quito toda la ropa y me hinco sobre ti. Mi espina va tomando fuerza y se alza victoriosa sobre el aire. Lagrimas recorren tu rostro. ¿Por qué?, yo quiero que disfrutes de esto tanto como yo. Dejo caer mi cuerpo sobre el tuyo y me bebo tus lagrimas. Te lleno de besos; una y otra vez insistentemente pruebo tus labios y creo que te siento responder a mi favor. Te declaro mi amor nuevamente, me dices que estoy loco y con tus palabras solo logras que me aferre más a tu cuerpo. Es cierto estoy loco, loco por ti, loco de amor y loco de celos. Y hoy, esta noche quiero gozarte locamente, vivir con locura por tener una oportunidad de conseguir tu amor. Beso tus hermosos senos y te escucho suspirar; me dejo llevar, disminuyo mis fuerzas e intento tocar y besar tu cuerpo con la mayor ternura posible pero me es difícil, la poca ternura que siento en estos momentos se ve severamente opacada por la pasión y excitación que invaden mi  ser. Lleno de besos tu delgada figura; recorro con mis insistentes labios tu suave piel y te siento temblar ante mis insultantes caricias. Te miro, has dejado de llorar y respiras agitada, te aterra lo que hago contigo pero te aseguro que más tarde me suplicaras que sigamos juntos. Mis labios reinician su camino hasta llegar a tu entrepierna; exploro tu vagina con desesperación para intentar saciar el deseo que tengo por ti desde hace más de dieciséis años. Succiono tu intimidad y entre mi delirio te escucho gemir en repetidas ocasiones con un respirar apresurado. No soporto más mis ansias y me reincorporo. Te observo completa... desnuda, cansada sobre mi cama; admirando tu perfección física noto que tus mejillas se han tornado de un color rojo. Es más que obvio, por fin logre que disfrutaras de esto tanto como yo y lo mejor es que aun no ha terminado. * Eriol, no sigas más. No quiero que... * * ¿Esto llegue al punto más placentero. ? * _Interrumpí._ * A pesar de todo esto sé que le eres fiel a Lee... pero yo arreglaré esa situación. No importa cuantos años me tome lograrlo... te arrebataré de sus manos. * Me miras tristemente ante aquellas palabras. Después de lo que he conseguido hacer sentir a tu cuerpo, bien sabes que lo que planeo no es del todo imposible. Te observo con seriedad por segundos y cambio esa mirada por una maliciosa... * Lo siento, Sakura. Pero estoy muy impaciente. * Apenas dije esto último y enterré mi miembro en tu cuerpo. Abriste la boca al querer gritar y no te lo permití; callé tus labios con los míos y así los probé una y otra vez mientras te enterraba más y más aquella espina que te destrozaba por dentro. Nunca podré describir lo que sentía en esos momentos; tu vagina me apretaba tan bien que difícilmente creía que te hubieses acostado con Lee anteriormente. Además el deseo de tenerte y que se me volvió obsesión por fin se estaba haciendo realidad... la frustración de no poseerte a pesar de ser tan poderoso se estaba aliviando. Empuje una y otra vez hacia adentro y, con violencia, me desbordaba de pleno gozo... entonces te sentí abrazarme; abrí los ojos sorprendido. Aquí estamos, cubiertos por el manto de la noche y en tu habitación con los cuerpos enredados entre si. Y te abrace... sentado tú sobre la cama y yo sobre ti, unidos... Me miras, no tienes idea del porque de mi cambio de actitud. Desde que todo esto comenzó mi mente ha sido atormentada por las imágenes de ellos dos engañándome y aun así me he resistido a entregarme a ti, pero... no puedo más; tus besos y caricias me provocan y además, el refugio, consuelo que tus brazos me brindan son mi única salida. Es irónico, a pesar de las circunstancias, de que te has aprovechado de mi utilizando tus grandes poderes me siento extrañamente tranquila y desahogada, quizás... pagarle a Shaoran con la misma moneda es lo que me hace sentir un poco mejor... la venganza es dulce. Y aun así tengo una guerra contra ti, entre amarte u odiarte por obligarme a esto. Cierro los ojos, no quiero contemplarte más pues mi inseguridad aumentaría. Siento la humedad de tus labios entre los míos... por primera vez en la noche me estas besando con tranquilidad y ternura y yo... te agradezco eso infinitamente. Acaricias mi cuerpo con suavidad. Yo hago lo mismo, ¿por qué?, necesito sentirme amada, querida, al menos deseada. Después de lo que paso con mi esposo no me siento así. Me siento sobre ti; tu ingresas a mi cuerpo con fuerza y rapidez; las embestidas son tan profundas que me siento desfallecer en cada una de ellas. Me besas con desesperación, tanto me has deseado?. Tus labios han recorrido mi rostro en repetidas ocasiones, lo mismo has hecho con mis senos. No sé si esta bien aceptarlo, pero... me gusta lo que haces; no sé si sea el que me siento sola, el querer desquitarme de mi esposo de alguna forma, o el morbo de la infidelidad lo que me provoca este placer, pero... quiero estar así, con nuestros cuerpos entrelazados y llenos de candor... siempre. * Siempre te desee, Sakura; y ahora que te tengo, te deseo aun más. * Me dices, con un tono de deseo tranquilo que apenas esta siendo aliviado por el contacto de nuestros cuerpos. Mientras, yo te abrazo con cierta reserva debido a la poca vergüenza que aun me queda. Conduces tus labios hasta mi cuello y me haces gemir un par de veces; creo que te entregue por completo mi voluntad. Tus estocadas fueron más fuertes y profundas cada vez; en ellas me arrancabas gemidos que bien podían pasar como gritos de placer prohibido por mi situación actual. * Dame más. * Te pido. Quiero más y más de esta sensación que me provocas, más de tu cuerpo, más de ti. Me sorprendo a mi misma al compararte con Shaoran en la cama. Ambos me hacen disfrutar al borde del cansancio total, pero... tu, tu eres distinto; cuando dijiste que me harías tuya lo dijiste muy en serio, tanto que ahora me siento solo tuya mientras que Lee es tan solo un extraño que ya no importa más. * Ahh... Eriol, no puedo más. * Menciono, todos mis recuerdos y pensamientos se borran de pronto y solo hay lugar en mi mente para el orgasmo que recorre mi ser. Toda mi figura tiembla incontrolable por el sentir; comienzo a llorar para soportar esta plena sensación que apenas y puedo creer estar experimentando. ¿Acaso existe un placer tan grande como este?; si es así, y lo es, entonces me quedare a tu lado, Eriol. Giro la mirada hacia ti y de igual forma me miras. Sonríes ampliamente por lo que has logrado en mi, y también, porque de pronto un torrente de semen emana de tu miembro y desemboca dentro mío. Esta caliente; me provocas un orgasmo más durante el cual te escucho gemir insistentemente y mencionar palabras que no escuche bien. Me aferro a tu espalda, mis senos están frente a tu rostro y los besas con suavidad, relajado y relajándome a mi. El esfuerzo físico ha terminado, dejo caer mi cuerpo pero me sostienes con firmeza y haces que te mire directo a los ojos. * ¿Qué somos ahora?. * Me preguntas; es gracioso que la respuesta, no importa cual sea, siempre terminara en una historia de cama. * Te quiero. * Como toda respuesta te digo algo que creo no haber pensado siquiera. Es cierto que somos amigos de años atrás pero en esos años no tuve ojos más que para Shaoran, y hoy... yo ya no sé. Sonríes y me besas con profundidad y hasta con ternura y amor. Acariciando mi cuerpo mientras yo solo me dejo hacer. * Te amo, te amo... * Dices constantemente como cualquier hombre que ha logrado poseer al objeto de sus deseos. En un par de ocasiones te dije: "te quiero"; una verdad a medias. Pero debo agradecerte el que por unas horas me hicieras olvidar a Shaoran y el dolor que me provoca; sé que al menos te tengo a ti. Mis ojos comienzan a cerrarse y lo último que ven es tu rostro lleno de satisfacción. Estoy cansada!, todo el día fue una odisea llena de engaños, magia, peleas, sexo y hasta auto sorpresas. Siento tus brazos que rodean mi cuerpo y como me acercas a ti, recargo la cabeza sobre tu pecho y me rindo al sueño.

~*~

~*~

~*~

Ya es medio día, estamos frente a la puerta principal de mi apartamento. No quiero dejarte ir ahora que ya eres mía y sin embargo se que no puedo hacer más para convencerte, por ello es que prácticamente te ruego que te quedes a mi lado, que escapes con migo y dejes a Lee, pero... por ahora no puedo convencerte, sé que después conforme pase el tiempo tu serás totalmente mía y para entonces estaré completo, lo tendré todo. Te acaricio y beso con insistencia para retenerte un rato más; apenas y puedes zafarte de mis brazos y, entre risas juguetonas y de complicidad, finalmente nos despedimos. Me sorprendiste cuando te lanzaste a mis brazos y me besaste con ternura, te devolví el beso con mayor ternura aun, tanto así que te sonrojaste. Ja!, parecemos una pareja de enamorados; lo irónico es que somos amantes solitarios que están unidos más que de cariño, por las circunstancias. * Debo irme... te llamo luego. * Susurraste aun abrazada a mi. * Está bien. Desde hace un par de horas que llamó, parece estar muy preocupado por ti. Aunque has estado en muy buenas manos... lastima que el no lo sepa. * Sonreíste divertida ante aquellas palabras. Me gusta más esa sonrisa en ti que la tristeza y amargura que tenias cuando te encontré ayer. Ahora te vas a su lado; no sé como quedarás con el, pero lo que si sé es que la mitad de ti ahora es mía y esperaré el día en que me pertenezcas solo a mi y a nadie más. "Ya verás, Lee, que te arrebataré a tu esposa sin que si quiera te des cuenta".

~*~

~*~

~*~

Llevo al rededor de quince minutos esperando frente a la puerta principal de la casa, nuestra casa o algo así; no sé que hacer... después de todo ambos nos traicionamos. Me decido y entro finalmente, me dirijo a la estancia; oh!, genial, estas ahí con Tomoyo. Ambos se giran a mirarme y expresan lo que para mi es una falsa felicidad. Te incorporas de inmediato y me abrazas con fuerza. * Oh, Sakura. ¿Dónde estabas?, me dejaste preocupado. * Dijiste, no te creí. Fingí una sonrisa y puse de pretexto a mi padre que volvía a la ciudad repentinamente. Tomoyo se unió a la conversación diciendo haber estado preocupada también. Que falsos y mentirosos. * Sabes?, Sakura. Tomoyo va a casarse con un joven que conoció en el extranjero en uno de sus viajes. Nos lo presentará pronto. * * Sí, estoy tan feliz que ayer cuando se lo conté a Shaoran no pude evitarlo y lo abrace hasta casi asfixiarlo. Ya sabes, es como mi hermano. * Mis ojos se contraen. A caso esa era la razón por la que ayer, ellos?... No, no, deben estar fingiendo o algo así, pero... la mirada de ambos es tan sincera que...

"Oh, dios mío. ¡¿Qué hice?!..." * Entonces... felicidades amiga. * Fingí interés en cuanto a ese tema. Contuve el llanto y me disculpe con ambos antes de retirarme a mi habitación, argumentando que estaba tan cansada que apenas y me mantenía en pie. Me miraron sin decir o entender nada. Entré a la recamara para poco después encerrarme con llave; me desplome sobre el suelo para comenzar a llorar amargamente. Por un estúpido mal entendido había traicionado a Shaoran, a mi esposo; que me amaba más que a todo en el mundo, prueba de ello fue aquel abrazo que me había dado hacia apenas unos momentos; me hizo estremecer de cariño. Lo peor no fue la traición, sino que en cierta forma no me arrepiento. Eriol despertó un hambre de placer que sinceramente solo el puede apaciguar. No... el "te quiero" que le dijera a Hiragizawa no estaba del todo errado. En estos instantes a pesar del sentimiento de culpa que siento no puedo evitar recordar la noche anterior que el me regalo, lo hermosa que me hizo sentir y el hecho de que extraño su cuerpo, sus caricias y besos; el que me haga el amor. Aun siento deseos de ti, Eriol. Y el hecho de que no pienso, ni quiero hacer de cuenta que entre la reencarnación de Clow y yo no hay nada. El que quiero estar contigo de nuevo, Eriol, me hace sentir como la peor mujer del mundo. * Te extraño, Eriol. * Digo en un suspiro y me dejo llevar por las lagrimas. Lloro inconsolable al saberme traidora del cariño puro e incondicional de Lee, y también, lloro porque te quiero... hechicero más poderoso... mí Eriol.

Finalizado.

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Para entender este fiction no es necesario leer el de "MIS 2 AMORES" y viceversa. Ya que este resulta independiente del otro.

Esto es un S/E/S. ~*~ Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de Fallen Angel.

Totalizado el 01 de Abril de 2002. La dama del Hentai: Maeda Ai. *~*~*~*~*~*~*~*~*~*


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3 years ago

Otro hombre así como él... para mí

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Anime: Tsubasa Chronicle.

Rating: M

Pareja: Kurogane & Tomoyo

Sinopsis: One-shot. Fue entonces que la Tomoyo de Piffle despertó sumida en la tristeza y la impotencia. Un par de lágrimas rodaron por sus mejillas; una pregunta la asaltaba: ¿acaso habrá un Kurogane, en esta dimensión, para mí?.

Advertencia: Lemon (NSFW)

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Por: Maeda Ai.

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* ¿Por qué lo hiciste?. *

La voz que entonó aquella pregunta era una mezcla de celos, odio y dolor.

¿Por qué?, ¿por qué?. La princesa simplemente no lo podía entender. La Tomoyo de Piffle, por otro lado, no podía ocultar la pequeñísima, aunque soñadora, sonrisa que le iluminaba el rostro.

* Fue tan... hermoso, en verdad maravilloso !. *

La joven suspiró profundamente ante los recuerdos de una noche que no debió ser.

La princesa del Japón feudal apretó sus pequeños puños y se mordió el labio mientras su contraparte seguía soñando despierta, sus ojos brillando con intensidad, admirando el infinito.

Por dios !, que la dejase disfrutar de esto, ¿acaso no estaba en su derecho?. Solo fue una noche, en cambio la princesa lo tendría por siempre cuando todo esto terminara.

Tomoyo cerró los ojos justo en el instante en que sus mejillas se matizaron rojas, recordando cada beso, cada caricia, cada precioso segundo que compartió con ese hombre.

Extrañamente la reacción del viajero al verla en su habitación era lo que más se aferraba a su mente, haciéndola sonreír ampliamente pues fue una situación por demás graciosa.

* ¿Qué demonios haces aquí?. *

Le había preguntado el guerrero, escandalizado y sorprendido por la presencia de esa jovencita.

Kurogane se apresuró donde la chica, tan solo para tratar de sacarla a empujones, con no muy buenos resultados ya que la mujer rio jovial, causando estragos en él.

* Él es un poco grosero, ¿cierto?, pero creo que es una forma de ocultar su frialdad. *

La princesa giró su mirar. ¡Kami-sama!, era enfermizo tener que admirar lo radiante que esa mujer estaba, feliz a costa de ella.

Tomoyo se estremeció al recordar como prácticamente se le ofreció a ese hombre, proponiéndole, pidiéndole que la dejase pasar esa noche a su lado para luego arrojarse a sus fuertes brazos, y lo besó. . . insistente, casi con desesperación, rogando con sus labios algo casi imposible.

* ¿Q-qué crees que haces?... estás loca?. *

* Sí, loca por ti. *

La jovencita de largos cabellos rio divertida, en parte por sus propias palabras, pero también por lo escandalizado que estaba ese hombre.

* Kurogane, está usted muy tenso, debería relajarse... yo puedo ayudarlo. *

El ninja apretó los dientes con furia.

Esa mujer era demasiado atrevida como para ser una niña.

* Estás ebria, creo que bebiste de más. *

Era probable que el guerrero intentase creer sus propias palabras, ya que ni la misma chiquilla se creía esa basura. Como sea, la joven se aferró a él, pero ese hombre no sabía lo que es la delicadeza y le sujetó las muñecas de forma brusca. Dolía; Tomoyo jadeó y cerró los ojos, él la estaba lastimando. Kurogane la soltó de pronto, dejándola caer sobre el piso, horrorizado por su rudeza.

* Gomen nasai !!. *

Susurró el guerrero, arrodillándose frente a ella, lo que la joven aprovechó para aferrarse a él de nuevo y besarlo.

* Onegai, dame esta noche. *

* ¿Nani?. *

* Tú te irás y yo... quisiera hacer algo contigo, algo para recordar. *

Serían sus extrañas palabras o la voz suave y hasta dulce con que le hablaba, lo que fuese desarmó por completo a Kurogane, quien no se resistió a un nuevo beso por parte de esa chiquilla atrevida.

* Basta, no quiero saber más. *

La princesa Tomoyo temblaba de ira. Quería, quería borrarle la sonrisa de felicidad a esa maldita mujer, a esa ladrona; Kurogane era suyo, su guardián, suyo, solo suyo.

Ella no tenía porque haber intentado nada con ese hombre; ese reflejo suyo no era más que una ladrona.

De pronto, la joven empresaria lanzó un pequeño gemido; el recuerdo era tan vivido.

Cuando las ropas quedaron olvidadas en el piso y ellos yacían en la acolchada cama; solo el sonido de suspiros y besos húmedos era lo que reinaba en la habitación, pero cuando el contacto piel con piel se tornó más intenso, los jadeos abandonaron la habitación para ser escuchados por todo el lugar. ¡Qué importaba!, allá abajo todos estaban ahogados de borrachos y Sakura dormía profundamente. Al parecer, solo ellos dos sabían beber adecuadamente.

Tomoyo le había permitido al ninja que su lengua entrase en su pequeña boca, causando sensaciones inimaginables. La humedad, el cosquilleo que producía, incrementaban el deseo entre ellos, en especial el de la chiquilla, cuyas suaves y pequeñas manos se deslizaban ansiosas por el esculpido cuerpo del guerrero, desplegando caricias que, más que tímidas, eran atrevidas.

* Tsk. *

* ¿Pasa algo?. *

La jovencita se preocupó al ver la mueca de dolor que le mostraba el viajero. Tomoyo dobló las cejas con tristeza, sujetando la mano del ninja entre las suyas, depositando un delicado beso en esta. Esto era su culpa y ella se sentía tan mal.

Kurogane no supo describir el impulso de sujetar con brusquedad a la chica para luego aprisionarla bajo su pesado cuerpo. Ese acto de la niña solo había logrado encenderlo en deseo, sin embargo, se tomó un segundo para admirarla.

""Es idéntica a mi... a la princesa.""

Kurogane suavizó su expresión, sabía que esto que hacía no era correcto. Era un engaño, pues si bien físicamente eran idénticas y hasta profesaban que el alma era exactamente la misma, lo cierto es que él estaba perdidamente idiotizado por la princesa de su mundo y ni siquiera una contraparte de esa mujer iba a cambiar ese hecho, era imposible.

Esto era un juego cruel, para esta chiquilla loca, para él y por supuesto para su princesa; esto era una traición, ¿cómo iba a verla a la cara cuando volviese a su mundo?.

El muchacho se mordió el labio inferior; sería mejor dejar de torturarse y terminar con esto. Ante este pensamiento, el ninja intentó pensar que estaba con Tomoyo-hime. . . y resultó. . . tan fácil. Se creyó la mentira.

Sus toscas manos recorrieron la frágil silueta femenina, delineando las sutiles curvas, oprimiendo la blanca carne; los pequeños senos se perdieron bajo las palmas del ninja, quien los apretaba con cierta brusquedad, pellizcando los sonrosados pezones y haciendo gemir a la jovencita.

Ciertamente era estimulante para Tomoyo ser tocada de esa forma y por ese hombre, más lo que hasta ahora había experimentado no se comparó al sentirlo de pronto explorando su vulva.

La chica se arqueó sobre la cama, más mantuvo los ojos bien abiertos por la sorpresa; Kurogane le mandaba dos dedos a intimidad, acariciando, estimulando. De cierta forma era incomodo y hasta vergonzoso, pero igual le estaba brindando placer, prueba de ello fue que su vagina poco tardó en mojarse, lista, no!. . . deseosa por recibir al duro y caliente intruso que pronto vendría.

La mujer en verdad creyó que este era el momento, que él entraría en ella, pero en cambio sintió ese par de dedos, antes dentro suyo, ahora tallándole el clítoris. Kurogane se sentó sobre la cama e hizo a la chica sentarse frente suyo aunque de espaldas a él, todo sin dejar de rozar aquel botoncito de carne con sus dedos.

Tomoyo cerró los ojos y recargó la cabeza en el musculoso pecho del ninja; su boca estaba seca de tanto gemir, pero sentía tanto placer; no quería que esto terminase.

* Ohh, Ku-Kurogane !!... *

La jovencita no pudo hacer nada contra los expertos dedos de ese hombre y terminó rendida ante él en un intenso orgasmo. Ella giró el rostro a un lado, buscando nuevamente los labios del ninja para ahogarse en ellos mientras el gozo y sus fluidos se desbordaban de ella.

* ¿Cu, cuándo se te puso así de duro?, ¿es por mi?... me hubiese gustado ver, ahhh... *

Las palabras de la joven eran tan entrecortadas y su respiración agitada. El sentir el miembro viril de su compañero hizo que su sexo se mojase aun más.

Y en medio de tanto placer, el guerrero la elevó y la hizo descender sobre su pene, tranquilo pero sin detenerse hasta clavarse totalmente en el cuerpo de aquella niña. Tomoyo se mordió el labio, soportando el dolor; aunque reprimía los sollozos, no fue igual con las lágrimas que caían libremente por sus rosadas mejillas.

Un hilillo de sangre escurría de entre sus piernas, pero ni así se detuvo, al contrario, pedía más y más a ese hombre, que se moviera fuerte, que la partiese en dos.

El dolor pronto se desvaneció, dando entrada al placer.

Kurogane sujetaba a la chica por los muslos, haciéndola subir y bajar sobre ese miembro suyo, tan grande y caliente, duro, grueso. . . La expresión de la chica también cambió, la angustia se había ido y era ahora una sonrisa la que iluminaba su lindo rostro.

* Motto, motto... mmm... *

La voz de la chiquilla era un ir y venir de gemidos y jadeos, anhelante de aquel increíble gozo que la estaba dominando al grado de no necesitar la ayuda de su compañero y ser ella la que prácticamente brincaba sobre aquel pedazo de carne, clavándoselo una y otra vez. Estaba exhausta pero igual continuaba meciendo las caderas, era como si la jovencita fuese movida por la lujuria y la pasión; se acariciaba a si misa, tratando de obtener más placer y conforme el calor se hacía más intenso, sus manos viajaban intranquilas de sus pechos al pequeño clítoris, acariciando, apretando, tallando con fuerza, casi con necesidad.

El ninja estaba atrapado por la sensación de aquella suave y cálida piel intima de la jovencita y se perdió en esta sensación; empujaba con desesperada fuerza las caderas, de arriba hacia abajo, haciendo que su pene entrara y saliera del cuerpo de Tomoyo, bombeando con desesperación.

La chica no pudo más y fue presa de un tremendo éxtasis gracias a ese hombre y su poderosa herramienta sexual. Su vagina vibraba, palpitando, estimulando el pene de su compañero y enloqueciendo a este.

Kurogane apretó los dientes, esa chiquilla lo estaba torturando, las pulsaciones de su sexo eran fuertes y lo estimularon de tal manera que solo fue capaz de enterrar su pene unas tres veces más antes de que un orgasmo lo obligase a regar su esencia dentro de la mujer.

Fue hasta entonces que el guerrero se arrepintió de sus actos.

""No es ella.""

Pensó justo antes de sacar su virilidad de la intimidad de la chica y salir luego de la habitación con sus ropas en la mano, dejando a la joven de largos cabellos respirando agitada, pero con una sonrisa adornándole el rostro.

* Creo que está apenado. *

Se decía la chica, abrazando una almohada, sin saber que el ninja en realidad estaba arrepentido y horrorizado pues en ese momento se sentía y sabía traidor de la fidelidad hacia su princesa, ya que cuando él hizo el juramento de protegerla, se juró a si mismo que esa niña sería la única en su vida. Y no importaba que esas niñas fuesen idénticas, esta no era su Tomoyo-hime.

¿Qué clase de hombre sería él si se enredase con cada Tomoyo que se encontrase durante su viaje?: un maldito, nada más.

* Ahh... ¡ fue hermoso !. *

Ya en el presente, la Tomoyo de Piffle se arqueó sutilmente sobre su cama, como si en ese preciso momento volviese a sentir el éxtasis que ese hombre le regaló.

* Te pedí que los ayudaras, no que te le echaras encima a mi guardián. *

* ¿Tu guardián?. *

* Sí, mío, solo mío, recuérdalo porque cuando él regrese a Japón, te borraré de su cuerpo y de su memoria. No serás más que un trago amargo que él terminará por olvidar. *

Fueron las crueles palabras de la princesa, quien desapareció entre penumbras.

Fue entonces que, agitada, la Tomoyo de Piffle despertó sumida en la tristeza y la impotencia, pues sabía que lo que su contraparte dijo era la pura verdad.

Un par de lágrimas rodaron por sus mejillas al tiempo en que una pregunta la asaltaba. . .

* ¿Acaso habrá un Kurogane en esta dimensión... para mí?. *

Finalizado.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

No quise quedarme con las ganas; esta Tomoyo en especial se notaba muy preocupada por Kurogane. Aunque me presioné un poquito para terminar el fic ¬¬'.

Siento no incluir las separaciones entre los recuerdos y el presente en el que ambas Tomoyo discuten.

~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de Fallen Angel.

Totalizado el 21 de Abril de 2008.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*


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3 years ago

Alguien que me ama de verdad -C1-

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Anime: Shaman King

Rating: M

Pareja: Ren & Anna

Sinopsis: Yoh le es infiel a Anna. Y Ren, que la adora, no puede evitar involucrarse con ella, escapándose juntos.

Advertencia: Lemon (NSFW)

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Por: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.:: Capítulo 1: “El dolor de verla llorar” ::.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.

El joven shaman estuvo siguiendo con sumo detalle todos los movimientos de la itako.

Sorprendido, quizá incrédulo pues ella se mostraba muy distinta a como la recordaba.

Lo había recibido amablemente en la casa, incluso lo había atendido con una hospitalidad que, viniendo de ella, daba miedo.

“¿Por qué actuara así?”.    

Fue la única pregunta que a su mente llegó, y solo se le ocurrió atribuirlo al matrimonio, los años. Alguna de esas dos opciones debía haberla ablandado.

 Luego otra duda lo llevó a romper el silencio que se había formado entre ellos...

* ¿No sabes cuanto más tardará Yoh en llegar?. *

Solo cuando vio el semblante en el rostro de la rubia supo que sus palabras eran las menos indicadas. La expresión de la itako había cambiado completamente, aunque el shaman no supo descifrar si fue tristeza o enojo lo que reflejaban sus ojos negros.

 El muchacho quiso decir algo para disculparse si acaso la había incomodado de algún modo, sin embargo la chica reaccionó más rápido, ocultando las emociones que en ese momento tenia y remplazándolas por una falsa sonrisa.

 * Lo, lo siento, Ren, pero Yoh tiene muchos asuntos que resolver en Izumo y-y no creo que llegue hoy. *

 El joven chino curveó una ceja al escuchar a la sacerdotisa; no quiso, ni pudo ocultar el enojo en su rostro antes indiferente. ¿Cómo que no llegaría hoy?. Y que tantos asuntos podía tener en Izumo?.

 * Entonces... ¿cuándo?. *

* Y-yo... no lo sé. Podrían ser días o semanas, y no creo que... *

 Poco a poco, en cada palabra, la voz de la itako se iba quebrando mientras intentaba dar una explicación del porque de la ausencia de su esposo... pero no pudo más. Su voz se apagó al no poder con la vergüenza, el dolor y la humillación.

Lágrimas se deslizaban por sus ardientes mejillas mientras con algunos cabellos dorados trataba de ocultar su rostro.

 Ren La miró atónito. ¿Esa era Anna Kyouyama?. Nunca la había visto tan vulnerable; ¿cómo era posible que Yoh la hiciera sufrir de esta manera?.

Entonces comenzó a comprender por si solo la situación, decidiendo guardar silencio para no incomodar más a la sacerdotisa, no obstante el daño ya estaba hecho, él solo cometió el grave error de insistir.

  Si bien nunca fueron muy cercanos, ni muy íntimos, el shaman se acercó a la joven rubia para posar la mano sobre su hombro, lo siguiente no fue algo que esperara...

La sacerdotisa lo miró con esos lindos ojos negros ahora opacados por las lágrimas que ella inútilmente intentaba contener. Anna le había clavado la mirada y él no pudo evitarlo; con cierto nerviosismo fue capaz de sostener aquel contacto visual pero le era difícil, por no decir incomodo.

 La itako lo miraba como preguntándole “por qué”, buscando una razón, una respuesta, respuesta que Ren obviamente no le iba a poder dar.

Al perderse en aquel par de hermosas gemas negras, Tao experimentó una sensación en el pecho, sensación que creyó haber superado cuando la mujer se casara con Yoh Asakura, pero ahora parecía ser que el sentimiento resurgía con más fuerza y firmeza que años atrás.

Más no fue solo eso lo que sintió al verla, también descubrió todo lo que ocurría entre la joven pareja, como si Anna se lo hubiese dicho, casi como si se lo hubiese explicado detalladamente... lo comprendió todo.

Su matrimonio estaba mal, muy mal.

“De mal en peor”.

Pensó el muchacho.

Yoh la estaba engañando, o mejor dicho traicionando, le era infiel y ella lo sabía perfectamente. Teniendo que soportar la afrenta, primero por amor, luego por orgullo y finalmente por simple apariencia.

La itako no entendía como su tranquila y feliz vida al lado del shaman se hubo vuelto un completo infierno del que ya no sabía como escapar.

Furioso e indignado por el comportamiento de su amigo, Ren abrazó suavemente a la sacerdotisa tratando de reconfortarla, al menos tranquilizarla. Anna lloró silenciosamente bajo el abrazo del joven chino; lloró tanto como pudo, quería deshacerse de todo el dolor que aun pudiera guardar, que no quedara ni una sola lagrima más para el hombre que le arruinó la vida y ella sin saber por qué.

Ninguno de los dos estuvo seguro de cuanto tiempo permanecieron así, abrazados en silencio. Al fin y al cabo, Anna terminó siendo vencida por el cansancio acumulado en los últimos días, quedándose dormida entre los brazos de Ren Tao.

 * Anna... *

 Fue casi un susurro que el joven dejó escapar poco antes de posar los labios en la frente de la itako. Después de soltar un suspiro de resignación, Ren llevó en brazos a la rubia hasta su habitación donde, con suavidad y cuidado, la recostó sobre el futon.

La observó atento por unos segundos, solo unos segundos. Solo un cobarde podría hacer sufrir de esta manera a una mujer tan perfecta como lo era ella...

 * Yoh es un estúpido que no sabe valorar lo que tiene. *

Sus palabras surgieron junto con una expresión tranquila y serena.

Acariciando suavemente la mejilla de la sacerdotisa, Ren no pudo contra el impulso que lo llevó a rozar ligeramente sus labios con los de una Anna que no despertaría con nada.

Un roce, un simple roce entre sus labios fue suficiente para que el muchacho experimentara la mejor de las sensaciones.

Caminó hasta la puerta dispuesto a no molestar más a la joven durmiente, en tanto una idea le cruzaba la mente... que a Yoh no se le ocurriera regresar ahora porque él, Ren Tao, no planeaba dejar sola a la sacerdotisa. Haría lo que fuera con tal de que nadie la volviese a lastimar de esa manera.

 * Por no verla llorar otra vez. *

Las palabras del joven solo fueron audibles para él mismo y las paredes de la habitación.

Deslizando la puerta, dejó que Anna descansara entre sueños; deseando, quizá por suerte o milagro, poder ser él parte de esos sueños.

  Sin finalizar.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Mi primer fic de Ren & Anna... y él único que escribiré, he de agregar.

Y ahora... ¿por qué ellos?: por influencia, en muchos fics Yoh hace sufrir a la itako y es Ren quien la ayuda a superar el engaño, el dolor. Desgraciadamente al final Ren termina siendo lastimado, ya que no importa cuán grande sea su amor por Anna, ella no deja de amar a Yoh.

Pues esto no pasará aquí... les adelanto: Ren se quedará con Anna y haré sufrir a Yoh... jajaja —risa maléfica— ^v^ .

~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de “Fallen Angel”.

Totalizado el 15 de Septiembre de 2004.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

                             || Capítulo 2 ||


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3 years ago

Alguien que me ama de verdad -C2-

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Anime: Shaman King

Rating: M

Pareja: Ren & Anna

Sinopsis: Yoh le es infiel a Anna. Y Ren, que la adora, no puede evitar involucrarse con ella, escapándose juntos.

Advertencia: Lemon (NSFW)

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Por: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.:: Capítulo 2: “Completamente mía” ::.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.

Los escuchó discutir en la habitación que compartían.

Desde que Yoh regresó hace un par de días, quien por cierto permaneció fuera durante más de un mes, fue testigo silencioso de los serios problemas en ese matrimonio.

 Ren ya comenzaba a sospechar el porque, de hecho ya tenía una idea de quien era el culpable, por no decir que estaba completamente seguro. Anna no habló mucho sobre el asunto y eso era algo que podía comprender.

 El joven chino mantenía distancia; no deseaba entrometerse en las vidas ajenas, pero le resultaba muy difícil cuando una de esas vidas era de la rubia itako, más que difícil era estúpido, en especial considerando que ya estaba demasiado involucrado con esa bella mujer.

 Era tan incómodo escuchar como el shaman Asakura le alzaba la voz a su esposa, las cosas que le decía y el como sus palabras siempre la hacían llorar. Lo peor era la desvergonzada actitud de su amigo, quien en presencia del chico Tao, actuaba como si entre él y la sacerdotisa no hubiese problema alguno.

~*~

~*~

~*~

 Los días pasaron e Yoh se ausentó nuevamente. Al parecer sus visitas a Izumo eran largas y constantes.

Y si bien la ausencia del shaman hacía el ambiente un poco más tranquilo, ver la tristeza en el rostro de Anna no era para nada agradable.

Verla llorar le oprimía el corazón, al grado de querer viajar a Izumo y dar una buena golpiza al heredero Asakura, pero no tenia intenciones de alejarse de Kyouyama, no cuando ella se estaba dejando envolver por el dolor.

  Él la quería, dejó de negárselo a si mismo hace mucho tiempo. Para Ren ella era la mujer perfecta; bella, inteligente, fuerte, fría... todo de ella le gustaba.

Siempre la quiso, aun antes de se casara con Yoh.

 * Mientras ella fuera feliz... no importaba si yo me hundía en la tristeza. Pero ahora... *

 Su felicidad al lado del shaman king se desvaneció.

Ese imbécil no la merecía, Ren era testigo de ello y no permitiría que las cosas siguieran así. Ahora tenia una oportunidad con la itako, oportunidad que hace unos días no pudo dejar pasar. No quiso aprovecharse de los problemas de la pareja para seducir a la sacerdotisa, no era esa clase de hombre.

Ren solo quería que Anna encontrara en él la tranquilidad y el amor que Yoh ya no le daba.

 Ahora intentaba alejarse, recuperar la cordura... pero no pudo, quería tanto a esa mujer, la deseaba, la amaba...

* Necesito tenerla a mi lado. *

 Con esta idea en la mente, se dirigió a la habitación de la rubia. Ni siquiera se molestó en tocar, deslizando la puerta antes y después de entrar.

Se acercó sigiloso como un cazador acosando a su presa; tranquilo, atento y completamente hipnotizado con la belleza de esa mujer.

 Seguramente Yoh no regresaría a Funbari hasta pasados varios días.

Ni siquiera sabe como pudo soportar alejado de ella mientras el castaño permanecía en la pensión; aparentando que ahí no había pasado nada, que él era solo un visitante pasajero, su amigo. Sí, un visitante que no se conformó con ver de lejos a la rubia, amigo que se volvió amante de Anna, o mejor dicho, que vino a darle el amor que ella ya no tenia.

 Ahora está a solas con la itako, se le acerca silencioso mientras se posa de tras de ella y le rodea la pequeña cintura con sus manos varoniles.

 No puede esperar un solo segundo, deja que sus labios viajen por el cuello de la sacerdotisa hasta llegar a sus hombros.

 * Ya no, Ren... por favor... *

 Entre jadeos, su voz se vuelve una suplica, un susurro ignorado por el chino.

Él no puede detenerse, la desea, la ama, solo quiere estar con ella.

 * Por favor... *

 Nuevamente le pide la rubia, sin embargo los labios y las manos de Tao no se han detenido en ningún momento, al contrario, han explorado a detalle todas y cada una de las finas curvas de aquel hermoso cuerpo.

 La recorre con deseo tal que la fría mirada de Anna se torna excitada, suplicante.

Aun de espaldas a él, la sacerdotisa puede sentir el miembro de Len posarse de tras de ella, ejerciendo una suave presión para hacerla separar las piernas, cosa que hace en cuestión de segundos.

 * Sé que lo deseas tanto como yo... sé que quieres estar conmigo. *

 Las palabras del joven son la pura verdad, pero ella prefiere guardar silencio, en tanto suaves jadeos escapan de sus labios delatando sus verdaderos deseos.

 * Lo sabía. *

 Dicho esto, el muchacho deslizó sus manos por las piernas de la rubia, levantando poco a poco su vestido negro y explorando la entrepierna femenina, haciendo a un lado las molestas bragas y colocando su erecto pene en la entrada de la vagina de Anna.

Con movimientos circulares, la excitó durante unos momentos para luego penetrarla lentamente.

 * Oh, Ren, yo... *

 Sus palabras se atoraban y la joven no podía más que gemir y jadear, todo gracias al miembro del chico que entraba suavemente en su excitado cuerpo.

 Escucharlo susurrar palabras románticas a su oído, la hizo bajar por completo la guardia. No podía evitarlo, se había enamorado de él, con dos simples palabras, con una simple caricia y un único beso... se entregó a él, olvidándose por completo de Yoh y la fidelidad que supuestamente debía tenerle.

No, no lo hizo por venganza, lo hizo por deseo, por placer... por amor.

  Esta era la primera vez que lo hacían de pie, y era tan excitante, tan profundo.

Ren dejó que sus manos se hiciesen cargo de la ropa de su amante, deslizando con tranquilidad el cierre del vestido negro, haciendo que éste cayera hasta la cintura de la rubia y dejando al descubierto aquel par de hermosos y perfectos pechos. El shaman, a espaldas de la itako, observaba atentamente sus senos, eran tan incitadores.

Posando las frías manos sobre los pechos de Anna, Tao se dio a la tarea de estrujarlos suavemente aunque con claras ansias de sentirlos más y más.

 Atrapó los duros pezones, jugando con estos durante un buen rato; mientras lo hacía, susurraba a la rubia la frase que a ella tanto le gustaba escuchar: “te quiero tanto, Anna”.

Seguido de esto, comenzó a penetrarla más fuerte y rápido.

  La itako trataba de sostenerse de la pared como podía, recargada sobre ésta, recibiendo de lleno las embestidas que su querido amante le daba desde atrás.

Sacando y metiendo su duro pene, Ren arrancaba gemidos placenteros de los labios de la chica mientras ésta sentía como su vagina se dilataba para recibir el instrumento del que ahora es su hombre, sí... no dejaría que Yoh volviese a tenerla, ya no más...

 * Eres tan estrecha, ¡ eso me gusta !. *

 Hablando cerca de su oído, el muchacho se movía tan exquisitamente, haciéndole sentir el gozo de ser penetrada de esa forma tan atenta y tranquila, tan cuidadosamente, tan tierno al hacerlo, pero tan posesivo a la vez.

  Él a su lado, lamía y besaba sus mejillas ardientes en carmín, sin dejar de susurrarle en ningún momento que la quiere y que jamás le hará daño.

 Anna no puede dejar de gemir; lo adora!!, adora como le hace el amor, como la penetra, adora sentir dentro suyo el pene de éste hombre, ese hombre que en ningún momento se detuvo en su tarea de deslizar su miembro al interior de la vagina femenina, al contrario, cada vez avanzaba más y más, entrando y saliendo rápidamente.

 Los orgasmos parecían venir uno tras otro para la mujer, quien cansada por la posición y el esfuerzo, perdió la fuerza y no pudo sostenerse más.

Ren reaccionó abrazándola firmemente; salió de su cuerpo y la tomó entre sus brazos, llevándola hasta el futon. No pudiendo esperar un segundo, con suavidad le separó las piernas, clavando nuevamente su erecto miembro varonil.

  Anna tenía los brazos extendidos sobre el futon, sintiéndose penetrada mientras se dejaba llevar por el ritmo que le imponían las caderas del chino.

Lo miró embelesada, notando como los misteriosos ojos color ámbar se nublaban a causa del deseo y la pasión.

 * Te quiero. *

Le dijo ella, llevando sus suaves manos hasta el confundido rostro del shaman. Lo acarició con tanta ternura, con tanto cariño.

Tao la miró complacido, no era usual que la chica le dijese lo que sentía, no... después de todo estaba con Anna Kyouyama, la mujer de hielo, la sacerdotisa fría y sin corazón... la misma de la que se enamoró, la única a la que entregó su amor.

 Buscó los labios de la rubia hasta encontrarlos en un beso profundo que los dejó sin aliento.

Y en medio de tantas palabras de amor, Ren seguía procurándole placer a su Anna; su pene seguía enterrado en su vagina, y sus caderas se mecían incontrolables.

 Anna levantó un poco el cuerpo hasta arquear la cintura, haciendo que el miembro masculino se adentrara aun más en su cuerpo. Elevó sus blancas piernas al aire, flexionándolas al rededor de la cintura del muchacho, manteniéndolo ahí, sobre ella... dentro de ella.

Al sentirlo, la joven itako lanzó un gemido de placer; guiando el rostro de su amante hasta la altura de sus senos, los mismo que Tao comenzó a recorrer con pasión y deseos, mientras sentía como las manos de la itako le acariciaban tiernamente la espalda.

  Con un inesperado movimiento, Anna giró hasta quedar sobre el joven chino, comenzando a mover rítmicamente, de adelante hacia atrás, sus caderas.

 * No sé porque me atreví a hacer esto contigo. *

 Sus palabras delataban cuán temerosa y confundida estuvo.

Pero ahora, totalmente entregada al placer carnal, gemía incontrolable, moviendo las caderas más rápido hasta alcanzar un fuerte orgasmo, orgasmo que la hizo dejarse caer sobre el cuerpo de Ren Tao.

Tembló entera mientras su vagina se contraía de tal modo que aprisionaba deliciosamente el pene del hombre que la poseía.

 El shaman la miró con lujuria; ese blanco y hermoso cuerpo resplandecía por el sudor, el rojo en sus mejillas, su alborotado cabello rubio y sus dulces labios entreabiertos para no dejar de gemir... todo en ella lo excitaba.

 * Ohhh, Ren... *

 Agradecida y satisfecha, la itako se abrazó a él, llenándolo de apasionados y profundos besos. Continuó moviéndose de arriba hacia abajo, buscando obtener otro orgasmo.

No podía apartar la mirada de los ojos color ámbar que la habían enamorado, esos ojos en los que tanto le gustaba verse reflejada porque dicho reflejo brillaba y desbordaba ternura, amor...

 * Te gusta, amor?. *

* ¿Gustarme?. Oh, Ren, adoro hacer el amor contigo... te quiero tanto. *

 Tao mostró un amplia sonrisa ante las palabras de su amante.

Abrazándola con fuerza y sin dejar de penetrar aquel bello cuerpo que ya le pertenecía, mordió lujuriosamente la oreja izquierda de la rubia.

El shaman dejó que el placer lo venciera por completo; emitiendo roncos gemidos de gozo, con fuerza cerró los ojos mientras un orgasmo invadía su cansado cuerpo, permitiendo que su esperma desembocase en la vagina de su Anna.

 * ¡ E-eso fue... eso fue maravilloso !. *

 Las voz de la sacerdotisa sonaba agitada.

Ella aun permanecía aferrada a él sin pretender soltarlo... ya no, nunca más.

~*~

~*~

~*~

 Se relajaron juntos.

Anna agradecida porque, a pesar de su marido, él había sido el primer hombre realmente, aquel con el que todas las mujeres sueñan. Tierno, romántico, cuidadoso, detallista y tan dedicado en la cama... no podía negarlo, se había enamorado de él. ¿Cómo no hacerlo?, si le hacia tan feliz.

 * Anna... *     _La llamó mientras acariciaba la suave piel de su espalda._     * Ven conmigo a China.  ¡ Casémonos !. *

* ¿Casarnos?, pero Yoh?... *

 El muchacho la estrechó con fuerza al sentirla dudar.

Es cierto, Yoh era un problema, pero ese matrimonio podía ser anulado. Además, él la amaba tanto y sabía que ella también. Sin embargo, la sacerdotisa se hallaba sin saber que hacer, que pensar, que responder.

 Irse con él era lo único bueno que podía hacer; casarse con él... lo que más deseaba.

Pero a su mente vino ese traidor, la sombra del heredero Asakura la estaba agobiando, pero no iba a dejar que la felicidad y el hombre al que amaba se le fuesen de las manos por la maldita sombra del que siempre la hacia sufrir, de Yoh. Así que, tomó una decisión...

  Se acurrucó sobre el musculoso pecho del shaman, suspirando profundamente por lo que venia...

* Vámonos de aquí, Ren... quiero ir a donde tu vayas. *

 La felicidad en los ojos del joven Tao parecía no poder ser más grande. Al fin la tendría de forma completa, solo para él.

 Pero lo más importante, se encargaría de hacerla feliz, que nada le faltase y tuviese todo cuanto deseara... que sus hermosos ojos negros no vuelvan a derramar una sola lágrima, porque él... la ama de verdad.

  Sin finalizar.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Segundo capítulo; por fin con lemon.

Creo que Ren Tao puede ser un hombre muy romántico y dedicado, en especial con Anna. No sé, pero pienso que la itako no le es indiferente... ¿serán ideas mías, ^0^?.

Para el próximo capítulo haré sufrir a Yoh y daré una vaga explicación del porque engaña a la rubia.

~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de “Fallen Angel”.

Totalizado el 15 de Septiembre de 2004.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

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                            || Capítulo 3 ||


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3 years ago

Alguien que me ama de verdad -C3-

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Anime: Shaman King

Rating: M

Pareja: Ren & Anna

Sinopsis: Yoh le es infiel a Anna. Y Ren, que la adora, no puede evitar involucrarse con ella, escapándose juntos.

Advertencia: Lemon (NSFW)

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Por: Maeda Ai.

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.:: Capítulo 3: “Anna se fue” ::.

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.

* NO, ¡ANNA!... *

La agitada voz del shaman repentinamente se dejó escuchar por toda la habitación.

El joven de cabellos marrones se sentó sobre el futon, sujetándose la cabeza como tratando de asimilar las extrañas sensaciones que lo recorrían.

 Tuvo un sueño; al volver a Funbari Ouka, Anna ya no estaba ahí... lo había abandonado. La sola idea era desesperante, que su Annita se fuera de su lado sería lo peor que podría pasar en su vida.

 * No, no... ella me espera en Funbari, como siempre. *

Se dijo a sí mismo, tratando inútilmente de convencerse de sus propias palabras.

Suspiró profundamente para calmarse un poco. Recorrió la habitación con una seria mirada, recordando así donde estaba y lo que había estado haciendo las últimas semanas.

Su compañera de cama no se hallaba a su lado como acostumbraba; al recordarla no pudo evitar sentir desprecio por la joven de rosados cabellos, algo que lo intrigaba pues si no mal recordaba llevaba más de un año “jugando” con ella, un juego que se mantenía más que nada por la placentera relación que tenían.

Pero al recordar a Anna...

 * No, no puedo seguir con ella... debo volver con mi esposa. *

Decidido, abandonó el lecho.

Vistiéndose en cuestión de segundos, se dirigió a la planta baja de la casa, dispuesto a buscar a la chica.

Seguramente se encontraba en la cocina, por lo regular pasaba gran parte del tiempo en ese lugar... y en la cama, con él. Hablaría con ella y esta vez le dejaría bien claro que lo suyo había llegado a su fin... de hecho quiso hacerlo varias veces, pero por alguna u otra razón Yoh seguía con ella, con Tamao.

 ¿Cómo fue que se enredó en ella y, más aun, estando casado?. No estaba seguro, solo sabía que cierto día esa chica dejó de serle indiferente; llegó a fijarse más en su cuerpo y terminó por caer en sus redes.

  * No lo entiendo... nunca me interese en ella, ni siquiera me gustaba. *

Yoh repasaba una y otra vez el porque se lió con esa mujer. Era cierto, en toda su vida solo tuvo ojos para Anna, las demás mujeres, por muy bellas que fuesen, nunca le interesaron... entonces, ¿por qué la convirtió en su amante?.

 A pesar de ésta penosa situación, la itako nunca salió de su corazón; así es, Anna Kyouyama sigue siendo la única mujer a la que ama. Tamamura es tan solo una aventura de la que todavía no se ha podido librar.

 * Y más vale que termine con esto, ya !!... *

Con dicho pensamiento en mente, Yoh Asakura entró a la cocina más que decidido a hablar con la pelirosa. Lo que vio fue algo que no esperaba...

 * Con esto, Yoh permanecerá por más tiempo conmigo. *

La escuchó decir, mientras vaciaba cuidadosamente el contenido de una botella negra sobre lo que él suponía era su desayuno.

 La ira y la sorpresa se apoderaron de su ser, arrebatándole la cordura y la paciencia; sus pupilas se contrajeron perdiendo el color que las caracterizaba.

No lo pensó dos veces antes de ir contra la joven y sujetarla bruscamente de los hombros.

 * ¿Qué quisiste decir con eso, eh?. Dime... dime qué me has dado todo este tiempo?. *

Le gritó, ya fuera de sí; furioso por completo ante la sospecha de haber sido manipulado de alguna forma por ésta mujer.

 * Y-yo... yo solo quería que estuvieras conmigo, que me amaras. *

La respuesta de la aprendiz se dio entre lágrimas, aunque en su expresión se notaba lo molesta que estaba.

  Yoh, fastidiado la soltó, empujándola de mala gana con lo que la mujer tuvo que dar algunos pasos hacia atrás para no caer.

El shaman no podía creerlo, fue influenciado por ella y él siendo tan tonto cayó fácilmente.

 No dijo una sola palabra, ya no era necesario.

Salió de la casa con paso firme, dispuesto a volver a Funbari Ouka, ahí lo esperaba su esposa, su Annita. La mujer a la que amaba y a la que le debía un sin fin de disculpas y explicaciones.

 Los ruegos y suplicas por parte de Tamao fueron ignorados; esa mujer le dio a ingerir algo que de algún modo lo hizo fijarse en ella, algún afrodisíaco, una droga... sabrá dios que; volviéndose su amante y olvidándose de la itako.

Asakura apretó los dientes con fuerza; con razón se sentía despreciable e insatisfecho después de pasar la noche con ella; incluso muchas veces llegó a imaginar que se encontraba al lado de la rubia y no de ésta perdida.

 Su conciencia lo torturaba constantemente y tan perturbado estaba que llegó al grado de culpar a Anna. Si, era más fácil pensar que la itako no le satisfacía completamente y por ello se vio obligado a buscar amor y placer en otros brazos.

Fue así como comenzaron sus malos tratos hacia la rubia, ignorándola, abandonándola por largos periodos de tiempo... olvidándose de ser cariñoso con ella.

 * Pero eso va a cambiar... cuando vuelva a casa me disculparé y la amaré como nunca. *

 Estaba ansioso por regresar con ella y que las cosas fuesen como antes; de ahora en adelante no pasaría un solo día sin que le demostrase de mil formas que él la amaba muchísimo.

Con esto en mente partió rumbo a Funbari Ouka, dispuesto a corregir su error, su estupidez.

~*~

~*~

~*~

 La llamó con alegría al entrar a la casa, tenía infinitos deseos de verla, abrazarla, besarla... de hacerle el amor.

 Pero nadie le respondía, la pensión estaba en absoluto silencio; la buscó por todos lados, pero nada.

Finalmente entró en su habitación, aquella que compartían desde el día en que se casaron.

 * No hay nadie aquí. *

 Parecía que la rubia salió de paseo o algo, así que optó por esperarla. Más una hoja de papel sobre el buró llamó su atención; la desdobló, curioso, leyendo las frases escritas...

 * N-no, no... no puede ser. *

Estaba sorprendido, le costaba creerlo; Anna le decía adiós en esa carta.

 Era sincera, otro hombre se ganó su amor... con amor. Estaba enamorada y eso no iba a cambiar.

Se disculpaba por la situación, por haberle sido infiel, pero éste hombre la hacía sentir deseada y amada.

 * ¡ Él me ama de verdad !. *

Fue la última frase que la rubia plasmara con su bella e impecable escritura.

 Yoh se dejó caer sobre sus rodillas. ¿Cómo pudo pasar?, si él la amaba, si él, él... él era el único culpable. Se alejó de ella, la trató como si no le importase y ahora, ahora...

 * Me ha dejado... como yo la dejé. No, ella no volverá jamás... *

 Dejándose envolver por el dolor, el joven shaman permitió que las lágrimas se deslizaran con libertad. Arrepentido y con el corazón destrozado, se dio cuenta de que la había perdido.

Terminó desquitándose con el piso de madera, golpeando éste con inmensa furia una y otra vez aun a sabiendas de que hacerlo no le devolvería a la itako.

 * Maldición, Anna, yo te amo... *

 ¿Y eso que importaba?...

Ella, su Annita... no volvería a estar junto a él.

~*~

~*~

~*~

 El avión privado de la familia Tao estaba a punto de despegar.

Una rubia mujer mantenía la mirada fija en el paisaje que se podía admirar más allá de la ventanilla; le decía adiós a Funbari, le decía adiós a Japón y le decía adiós a...

 * Arigatou, Anna... prometo que... te daré la tranquilidad que siempre has deseado. *

Lo escuchó con atención, completamente segura de que él cumpliría con sus palabras.

Estrechó la mano derecha del chico entre las suyas, regalándole una sutil sonrisa, de esas escasas en su hermoso rostro.

 Sin soltar la mano de Ren, volvió a posar la mirada en la ciudad.

 Estaba enamorada; era feliz, muy feliz y esperaba que Yoh lo fuese también. Por los buenos recuerdos que su ex-esposo le había dejado, porque lo quiso tanto, porque gracias al amor de éste hombre pudo olvidarse de todos los rencores...

 * Adiós, Yoh... adiós. *

Sin finalizar.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Yoh “embrujado”? ^0^. Imagino que han escuchado ese término. No sé si resulte, pero hay muchas historias al respecto ¬¬’.

Ciertamente no odio a Tamao. Por otro lado, les dije que Ren se quedaría con Anna; hay que hacerle un poquito de justicia a este joven chino.

El capítulo que sigue es el último, por supuesto que será lemon y en el daré unas cuantas explicaciones.

~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de “Fallen Angel”.

Totalizado el 15 de Septiembre de 2004.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

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                           || Capítulo 4 ||


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3 years ago

Alguien que me ama de verdad -C4-

Alguien Que Me Ama De Verdad -C4-

Anime: Shaman King

Rating: M

Pareja: Ren & Anna

Sinopsis: Yoh le es infiel a Anna. Y Ren, que la adora, no puede evitar involucrarse con ella, escapándose juntos.

Advertencia: Lemon (NSFW)

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Por: Maeda Ai.

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.:: Capítulo 4: “Estaré a tu lado... porque te amo” ::.

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Contemplaba la oscuridad del paisaje, tranquila desde la ventana de la lujosa habitación, una recamara bastante grande aun para ser ocupada por dos personas, llena de lujos y comodidades...

 “Perfecta para mi, me gusta”.

Calificaba mentalmente una joven mujer.

 Adentro todo era quietud, afuera... oscuridad.

Claro, los Tao vivían bajo las sombras en China, lejos de las modernidades actuales y los incrédulos humanos.

 Le pareció divertido pensar que Hao viviría feliz en ese lugar. Fue solo un pensamiento cualquiera.

  * Lo siento mucho pero este es mi mundo, Anna. Si no te gusta, yo puedo... *

* Me agrada porque es tranquilo, me gusta... porque estás tú. *

El shaman la miró sorprendido para luego dibujar una irónica sonrisa en su atractivo rostro.

Entró a la recamara sin hacer el más mínimo ruido y al verla tan atenta observando la simpleza del paisaje con esa expresión tan seria, creyó que le disgustaba el lugar.

 “¡Que tonto, estúpido!”.

Pensó para sí.

Esa mujer no dejaba de sorprenderlo, cuando creía que conocía todo de ella, pasaba algo que le hacia ver que estaba muy lejos de lograr aquello.

  Se acercó a la chica, sin despegar sus dorados ojos de aquella delgada silueta, tan perfecta, tan apetecible. De forma posesiva, la estrechó entre sus fuertes brazos, de aquella forma que le encantaba a la rubia pues la hacia sentir deseada con locura.

 Sus labios fueron tomados en un suave y pausado beso, un beso que le hizo recordar cuan cómoda se sentía en este país, en este lugar.

Apenas llegó, fue recibida calurosamente por Jun, pero lo que en verdad no esperaba era que los padres de su actual pareja la aceptaran sin mostrar desacuerdo, todo lo contrario...

 “ Me complace que mi hijo Ren eligiese una chica que además de poseer tremendo poder espiritual, sea tan hermosa. “

 Esas habían sido las exactas palabras del, aun, líder de la dinastía, En Tao.

La itako no podía negar que dichas palabras y el total respeto para con ella la tranquilizaron. Temió tanto que la familia Tao no la aceptase por haber estado casada con otro hombre y más aun, con un Asakura, que para colmo derrotó a Ren tiempo atrás.

Bueno, aun estaba casada con Yoh, pero pronto ese matrimonio sería anulado.

 * ¿Has tenido noticias de tu sensei?. *

 Preguntó Tao, mientras abandonaba los labios de la sacerdotisa y se dedicaba a recorrerle el cuello con lujuria, pero con suavidad.

 * Ella se ha encargado de todo; mi matrimonio quedará disuelto en un par de semanas. *     _Le dijo la rubia, entrecerrando los ojos gracias a los escalofríos que el muchacho provocaba en ella._     * Yoh se opuso rotundamente, pero Kino lo puso en su lugar. *

 * Ah!, sí?... ¿y por qué no lo hizo antes?. *

 Era claro el reproche de Ren, y es que lo enfurecía el solo recordar que el estúpido de su amigo engañase a tan hermosa mujer, la que ahora era suya.

La misma que ahora gemía de placer bajo los descarados besos que Tao no había dejado de plasmar en su cuello y ahora sobre su rostro.

 La respuesta a la pregunta del muchacho era simple, la anciana creía que Anna era la que debía arreglar ese asunto con su nieto, si la itako no movía un solo dedo, ella tampoco; ese era un asunto entre ellos dos y Kino solo intervendría si la rubia se lo pedía o daba el primer paso.

Así que cuando Anna abandonó al Asakura, e Yoh le pidió ayuda a los ancianos, fue entonces que la abuela obligó a su nieto a dejar a esa mujer en paz.

 “ ¿Todavía te atreves a exigir que vuelva a tu lado?… ¡ madura, Yoh !. “

Habían sido las palabras de Kino Asakura.

  * De cualquier forma debieron intervenir mucho antes, darte tu lugar. *

* Tal vez, pero solo querían que yo diera el primer paso. *

 Anna se aferró al cuello del shaman mientras este volvía a posar sus labios sobre los suyos, introduciendo su lengua en la cálida boca de la sacerdotisa; no quería escuchar más sobre ese tema. Pronto Anna sería totalmente suya y eso era algo que debían celebrar.

 Sin que la itako se lo esperase, Ren la sostuvo entre sus brazos, recostándola con suavidad sobre la cama, ese lecho que compartían desde no hace mucho tiempo.

Se separó ligeramente de ella para admirarla con detenimiento, con devoción.    Esa mujer era hermosa, la más bella de todas las que haya visto, todo en ella le gustaba... su cuerpo, su poder, su inteligencia, su carácter frío y cruel.

 “ ¡ Perfecta !, no hay otra palabra. “

Pensó Tao, aceptando que por ella podría ser capaz de cualquier cosa.

Acomodó un par de mechones de rubio cabello que, traviesos, cubrían ligeramente el rostro de la chica. Las miradas de ambos se cruzaron, incapaces de romper con aquel magnetismo.

Ansioso, Ren desabotonaba el vestido chino que lucía su amante; era de esperarse. La pasión y la lujuria lo llevaron a despojarla con habilidad y rapidez de la estorbosa prenda; su trabajo tuvo su recompensa, Anna no llevaba sostén bajo las ropas...

 * Es más cómodo. *

 Ren solo sonrió con lujuria.

Esa mujer era el mismísimo diablo y aun así, la deseaba.

 “ Quizá sea porque, después de todo, tiene sentimientos. “

Pensaba el chino poco antes de aventurarse a probar la piel de una itako ahora solo cubierta por las bragas.

Con besos cortos al principio y más intensos y profundos después, succionaba la delicada piel de su cuello hasta casi hacerle daño, Ren reclamaba a esa mujer como suya.  Así era Ren Tao, apasionado e intenso.

Suaves gemidos amenazaron con llenar la habitación mientras el shaman deslizaba sus labios hasta los apetitosos senos de la sacerdotisa, contemplándolos por apenas unos cuantos segundos, se lanzó a probarlos.    Con besos cortos, como saboreándolos, luego, ya loco de deseo, con más intensidad; los lamía haciendo suspirar a su compañera, succionaba los pequeños pezones arrancándole pequeños gritos de placer a la rubia, quien, complacida, lo sujetaba de la cabeza, reteniéndolo ahí, acariciando sus cabellos.

 La excitación era tanta, que Ren mordió suavemente los erectos pezones femeninos, Anna, complacida, arqueó la espalda echando la cabeza hacia atrás, permitiendo que el muchacho degustase de sus encantos a su entero gusto.

 * Oh, Ren... e-eres, eres un perverso. *

 Kyouyama jadeaba, pronunciando entrecortadas palabras; sabía que si él se lo proponía, podía hacerla llegar al orgasmo tan solo saboreando sus senos.

 Tao solo sonrió volviendo a besar tranquilamente ese par de pechos tan hermosos, simulando a un pequeño niño siendo amamantado, mientras se aferraba a la estrecha cintura de la itako y esta, mirándolo embelesada con un intenso carmesí adornando sus mejillas, sin mencionar el brillo intenso en sus entrecerrados ojos negros.

 Sosteniéndola aun por la cintura, Ren la recostó con sumo cuidado, por ahora, probar sus senos dejó de serle suficiente y mirándola directo a los ojos mientras una sonrisa traviesa y lujuriosa atravesaba su rostro, deslizó su mano derecha por la cálida piel de la sacerdotisa, quien cerró los ojos cuando la mano del shaman se posó sobre su intimidad, primero por encima de la tela de la ropa interior, después de forma directa cuando la prenda fuera arrancada con un leve tirón.

 * Sé que esto te va a gustar. *

 Le susurró el muchacho, posado encima de ella mientras exploraba el sexo femenino, acariciando el clítoris con tranquilidad tal que Anna hacia esfuerzos sobre humanos para que la intensa excitación no la hiciese tener un orgasmo tan espontáneo del que no disfrutaría plenamente.

 Respiraba con agitación sin poder apartar la mirada de aquel hombre cuyas caricias la hacían llegar al cielo y caer de nuevo a la tierra en un ciclo interminable de placer.

Más tuvo que contener la respiración, Tao, totalmente envuelto en lujuria, introdujo los dedos medio e índice, disfrutando de la húmeda vagina de su amante.

 * Oh !, Ren !!... *

 Kyouyama tuvo que morderse el labio inferior, manteniendo los ojos errados; la forma en que el shaman la poseía era tan intensa y apasionada que con frecuencia la hacia tener más de un par de orgasmos, y justamente en ese momento una oleada de placer, producto del constante entrar y salir de los dedos de Ren, recorría su sensible cuerpo por completo; experimentaba un intenso orgasmo que la hizo arquear la espalda, sintiendo como los dedos del muchacho se adentraban más en ella. Su vagina se contraía por el gozo mientras dulces gemidos inundaban la recamara de la pareja.

 Agitada, la itako volvió a recostarse sobre la cama, sintiendo aun como el shaman se divertía explorando su intimidad.

 * Lo ves, Anna, yo sé lo que te gusta. *

 Las palabras del joven chino no podían ser más ciertas y el tono de satisfacción con que las dijo solo logró encender las mejillas de la sacerdotisa.

 * Ah, sí?, pues yo también se hacer un par de cosas que a ti, mi querido Ren, te encantan... *

 Con la expresión fría y la voz firme, la rubia se arrodilló sobre la cama, empujando a Tao hacia atrás para posarse sobre él. Una sonrisa llena de malicia adornó su hermoso rostro provocando que el chico tragara saliva.     Conocía esa expresión, Anna pretendía torturarlo en serio.

 Sin esperar más, la joven despojó a su compañero de toda la ropa que aun cubría su musculoso cuerpo, mostrándose ante ella el erecto pene del muchacho, la herramienta sexual que tanto la hacia gozar y gritar de inmenso y exquisito placer.

Besó los labios de su amado, deslizándose poco a poco a través de su cuerpo, marcando un delicado camino de besos y caricias, así, hasta tener frente a ella el miembro del muchacho.

Ambos amantes pasaron la lengua al rededor de sus bocas, como saboreando el momento, Ren por el placer que vendría y Anna por la delicia que estaba a punto de probar.

 Atrevida, la itako besó la punta de la espina varonil, lamiendo posteriormente la longitud de aquel pedazo de carne.

 * A-Anna, eres, eres maravillosa... *

 Tao acariciaba el rubio cabello de la mujer mientras sonoros y entrecortados gemidos existían en la habitación.

El shaman no pudo evitar arquearse cuando la joven comenzó a degustar de su hombría, introduciendo esta en su boca y además acariciando ese par de esferas que descansaban bajo su pene.

Kyouyama era una experta que lo torturaba con las intensas caricias y los apasionados besos, pero esto era demasiado para él; Ren apretaba los dientes para soportar tanto gozo, la chica no se cansaba de deslizar la lengua por su miembro, ni de abrazar este con sus dulces labios.

 “ ¡ Va a matarme de placer !. “

Pensó el shaman, ya casi sin poder contenerse.

 Justo cuando el joven Tao creía que no iba a poder controlar más su excitación, la sacerdotisa se detuvo, obligándolo a suspirar hondamente y jalar aire, respirando con agitación.

 Jaló con suavidad a la itako, haciéndola perder el equilibrio y caer sobre su pecho.

 * Eres perversa. *

 Ren la abrazaba con fuerza como no queriendo soltarla nunca más, mientras Anna escuchaba la agitada respiración de su compañero; sonriendo para si, se abrazó suavemente al cuerpo del hombre que la ha hecho plenamente feliz, cumpliendo su promesa.

 * ¿No crees que es hora de hacer el amor?. *

* Creí que eso era lo que estábamos haciendo. *

* Sí, pero... me refiero a lo más emocionante, lo más intenso que hacemos al estar sobre una cama. *

* Desesperado. *

 Lo llamó Anna. Ren solo sonrió ante la correcta descripción que su amante hacia de él.

 Aun abrazándola, la recostó sobre la cama, llenándola de besos y susurros de amor. Embelesado, la miró a los ojos, sus lindas gemas negras brillaban intensamente, como pidiéndole continuar... y lo hizo.

Con lentitud y cuidado, guio su hombría hasta la entrada de la cavidad femenina, acariciando la intimidad de la joven con la punta de su pene, acción que los excitó todavía más a ambos.

 La itako soltó sutiles gemidos que volaban por el aire, gemidos que se transformaron en jadeos y poco después en gritos conforme la espina varonil se enterraba en su sexo.

 * Oh, Ren... Reennn !!!... *

 La expresión en el rostro de Anna era de pleno gozo, estaba tan excitada y lo único que quería era que el shaman la penetrara por completo, pero en cambio, el chico Tao se deslizaba tranquilamente en ella, torturándola con la paciencia con que manejaba todo esto.

 Una leve embestida los hizo jalar aire a los dos; Anna sintió como su compañero llegaba hasta el fondo de su intimidad; se sentía sofocada, completamente llena y sin desear que esto terminase. Con un movimiento inesperado, la sacerdotisa se sentó sobre su amante, tomando el rostro de este entre sus suaves manos.

 * Te quiero tanto. *

 Le dijo para luego llenarlo de besos.

Sus labios recorrieron cariñosamente el rostro del muchacho, mientras las caderas de ambos amantes subían y bajaban al compás de la pasión y el ferviente deseo de unir sus cuerpos.

  Las penetraciones se tornaron más rápidas y fuertes, obligando a la itako a aferrarse al shaman, quien se dedicó a saborear nuevamente las obras de arte que Anna tenia por senos, aquel par de suaves formas que simplemente lo volvían loco.

Ren sujetó a la chica por la cintura, marcando el ritmo de la penetración, observando como con movimientos propios, ella sola hacia que el miembro masculino entrara a su vagina mientras el interesante subir y bajar de los pechos femeninos lo idiotizaba por completo, como si lo hipnotizaran con un baile lleno de lujuria y amor.

 * A-Anna... ¿te he dicho, lo, lo hermosa q-que eres?... *

* Sí, muchas veces. *

 La itako se aferró a él nuevamente, sin ser capaz de reprimir los gritos que escapaban de su boca y resonaban por toda la habitación; sus mejillas teñidas en rojo y sus ojos fuertemente cerrados delataban lo mucho que la rubia disfrutaba de esto.

 Entonces lo sintió venir, un delicioso orgasmo que la hizo detenerse en seco y arquear la espalda, entregándose completamente a este hombre que la había salvado de morir de dolor y soledad.

El gemido más largo y sonoro tomó el nombre del futuro líder de la dinastía, quien ya fuera de sí, seguía penetrando a la mujer, más las embestidas que en un principio fueron lentas y suaves ahora eran fuertes, profundas y rápidas.

Estaba loco por ella y al estar totalmente poseído por la lujuria y el placer lo demostraba claramente.

 Pronto, el chico no fue capaz de prolongar las intensas y exquisitas sensaciones que el cuerpo de Anna le brindaba.

Con los ojos ámbar clavados en la figura femenina, apretó fuertemente los dientes, permitiendo que el orgasmo recorriese su cuerpo, haciéndolo temblar y derramar su liquido dentro del cuerpo de esa mujer a la que tanto amaba.

 Cansados, rompieron la unión de sus cuerpos y se recostaron sobre las arrugadas y mojadas sabanas.

 * ¿Te gustó, Anna?. *

 Preguntó el shaman, haciendo a un lado unos cuantos mechones de rubio cabello que, por la humedad, se adhirieron a las mejillas de su chica.

 Ella respiraba agitada, su pecho subiendo y bajando rápidamente; cerró los ojos disfrutando de las caricias de su amante y los besos que este hacia llover sobre su bello rostro.

¿Gustarle?. No importaba cuantas veces se acostase con este hombre, siempre era una experiencia inolvidable, única e incomparable. Él la hacia sentir plena, feliz... a su lado y entre sus brazos se sabía deseada, añorada, pero sobre todo... amada.

Pero más que palabras, fue un suave y tranquilo beso que depositó sobre los labios del muchacho, su respuesta.

  Aun agitada por el esfuerzo físico, se refugió en los fuertes brazos de su compañero.

 * Pronto podremos hacer esto sin leyes o mandatos que nos lo impidan. *

* ¿Importan mucho realmente esos impedimentos que mencionas?. *

 Un susurró llegó al oído de la joven quien se separó ligeramente de Ren para encontrarse con esa dura y calculadora mirada que tanto lo caracterizaba.     Pero en dicha expresión también se hallaba el intenso brillar de sus dorados ojos.

 Se sonrojó; cuando Tao la miraba de esa forma, Anna tenía la sensación de que leía su alma.

 * Porque a mi no importan en lo más mínimo. *     _Le dijo, acariciando las mejillas de la chica._     * Y sabes por qué?. *

 Ella negó levemente con la cabeza. A decir verdad había muchas cosas que desconocía de él...

“Y que quiero descubrir”.  

Pensaba la rubia.

* Porque yo te amo de verdad. Por ti soy y seré un pecador, un traidor que le arrebató su esposa a un amigo; carcelero y prisionero de este amor que me ha orillado a hacer cosas de las que no me creí capaz. Anna... aunque tu matrimonio con Yoh nunca pudiese disolverse, aun así yo estaré a tu lado. *

 * Ren... ai shirteru. *

 Él solo guardó silencio; lo sabía... la conocía y ella era el tipo de mujer que amaba sin esperar nada más.

 “Tan maravillosa, tan mía”.

El pensamiento abrazó cálidamente el corazón del shaman.

 Ren besó suavemente los labios de la mujer y luego se recostó al lado suyo, abrazándola delicadamente mientras ambos se embriagaban con el aroma del otro.

Feliz entre los brazos del joven chino, Anna no tardó en quedarse dormida y Ren Tao cerraba lentamente los ojos para acompañar a su amada al mundo de los sueños.

 Agradecía a Kami por ser quien tuviese el amor de la hermosa itako.

Tenía tantos planes de vida junto a ella, una familia, hacerla feliz y estar juntos hasta que la vida se les acabase.

  Ahora, por fin, por primera vez en su vida, el muchacho era realmente feliz, ama y lo aman.

Además, nunca le haría daño alguno a Anna, ni físico ni sentimentalmente, y todo por una simple y sencilla razón...

 * Porque yo te amo de verdad, Anna. *

 Finalizado.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Por fin, terminado y es que creí que nunca lo terminaría  ^^.

Un capítulo bastante largo en comparación con los anteriores, no creen?, ¬¬’.     Pensaba dividirlo en dos, pero... mejor no.

RENxANNA es una pareja interesante, pero no me llama mucho la atención, razón por la cual no escribiré otro fiction sobre ellos.

En cuanto a Yoh... sufre !!. Bueno, que sea infeliz de vez en cuando no está tan mal, ¿verdad?.

~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de “Fallen Angel”.

Totalizado el 15 de Septiembre de 2004.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

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3 years ago

Dress  --Capítulo 1--

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Anime: Bleach

Rating: M

Pareja: Ichigo & Rukia

Sinopsis: Ichigo Kurosaki nunca esperó que a la loca Orihime se le ocurriese la "grandísima idea" de prestarle su novio a una mujer todavía más loca. Su novia lo estaba cambiando por un estúpido vestido.

Advertencia: Lemon (NSFW)

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Por: Maeda Ai.

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.:: Capítulo 1 ::.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

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* ¿Acaso estás loca?. . . ¡ No lo haré !. *

El muchacho hizo sonar su voz ronca y molesta, más a la mujer frente suyo parecía no importarle la ira que ella misma había despertado en él.

Ichigo Kurosaki, treinta años, exitoso empresario, accionista de una compañía telefónica muy conocida; nunca creyó que lo que su novia tenía de bonita, lo tuviese de estúpida.

Sí, ese era el adjetivo, era la palabra. ¿Cómo iba a describirla, si la muy sin vergüenza le estaba pidiendo un imposible?.

* Por favor, precioso, solo será una noche. *

El pelinaranja apretó los dientes, marcando aun más su ceño.

Claro, para ella era muy fácil decirlo, no era ella la que tendría que pasar la noche con una completa desconocida.

Así es, a la linda e inocente, nótese el sarcasmo, Orihime se le había ocurrido la "grandísima idea" de prestarle su novio a una mujer todavía más loca.

* Precioso, ese vestido es divino y lo que la diseñadora pidió a cambió fue una noche contigo. *

* Pues maldita y puta diseñadora !!. *

Gritó el Kurosaki, totalmente fuera de sí, sin saber con quién estar más enojado, si con la descarada diseñadora por ocurrírsele semejante forma de pago, o con su flamante novia, por aceptar tal locura.

El hombre abandonó su cómodo asiento frente a su escritorio y comenzó a caminar de aquí para allá a lo largo de su oficina.

* Escucha, Orihime... siempre te he complacido, no te he negado absolutamente nada. Joyas, dinero, viajes, pero esto es... inaudito. Y no me llames "precioso"... sabes que lo odio. *

La voz del joven era seria y parecía que sus palabras eran definitivas, pero la chica insistió.

* Pero precio... * _Ella calló al ver la expresión de su novio, corrigiéndose a sí misma._ * Emm, Ichigo, no es un vestido cualquiera, es uno exclusivo y siendo yo una famosa modelo, ¿no debería ser la poseedora de dicha prenda tan maravillosa?. *

Ichigo escuchó, incrédulo, a la mujer. No sabía lo descarada, egoísta y superficial que ella era en verdad.

""Esta mujer me está cambiando por un puto y estúpido vestido; vaya novia loca me fui a buscar.""

* ¿Y bien?. *

Preguntó Orihime, sonriéndole dulcemente y con los ojos cerrados, expectante a escasos centímetros del chico.

* Y bien, ¿qué?... *

* ¿Lo harás?. *

La ceja izquierda del Kurosaki subía y bajaba en la más pura prueba de un tic nervioso, incrédulo.

* No. *

* Onegai. *

* ¡ NO !. *

* Te compensaré. *

* Ah sí?, ¿y cómo piensas compensarme?. *

La mujer se acercó sensualmente a su novio, ondulando las caderas hasta posar sus traviesas manos en el pecho del pelinaranja.

Desplegó cortos besos en el rostro del hombre, luego el cuello hasta terminar por morderle la oreja.

* Es solo una noche, después, tu y yo tendremos todas las que quieras... ¡ lo haremos una y otra vez hasta el cansancio !. *

Ichigo torció la boca y entrecerró los ojos con resignación.

Lo que vendría después de la tortura sonaba muy estimulante, pues esa chica siempre lo limitaba de una u otra forma y ahora le garantizaba noches sin descanso.

* Está bien, como sea... pero será la primera y última vez... ¿de acuerdo?. *

* Sí, sí. Mi amor, sabía que no me decepcionarías. *

El muchacho se preguntó, aun sabiendo la respuesta, si la decisión que acababa de tomar no era una locura.

Pero igual se preguntaba. . . ¿Quién estaba decepcionando a quien?.

Sin finalizar.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Lo sé, lo sé, una idea un poco loca y aunque la razón para que Orihime lance a Ichigo a los brazos de otra parece tonta (está bien, lo es ¬¬'). . .

Lo importante es que más adelante se viene el siempre ansiado y esperado LEMON.

Originalmente este fic iba a titularse "stupid dress", pero preferí dejarlo más tranquilo y tal cual está ahora ^0^.

Igual estaba escuchando el opening de –Trinity Blood- cuyo título es precisamente Dress, y me animé a dejarlo así.

_I LOVE ICHIRUKI_

~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de “Fallen Angel”.

Totalizado el 09 de Julio de 2009. 

La dama del Hentai: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

                          || Capítulo 2 ||


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3 years ago

Dress --Capítulo 2--

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Anime: Bleach

Rating: M

Pareja: Ichigo & Rukia

Sinopsis: Ichigo Kurosaki nunca esperó que a la loca Orihime se le ocurriese la "grandísima idea" de prestarle su novio a una mujer todavía más loca. Su novia lo estaba cambiando por un estúpido vestido.

Advertencia: Lemon (NSFW)

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Por: Maeda Ai.

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.:: Capítulo 2 ::.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.

* Vaya, servicio completo. . . ¡ nada mal !. *

Decía una linda joven de negros cabellos, llegando por fin a la cita que tenía para esta noche, como pago del simple diseño de un vestido.

Ichigo alzó la mirada; había esperado media hora. Y desde que aceptó el estúpido trueque donde él era el medio de pago, rogó porque al menos la chica fuese bonita. . . y así fue.

* Kuchiki Rukia. *

Se presentó ella, sentándose frente al muchacho de anaranjados cabellos, quien la miró de pies a cabeza, tenía que confesar que era mucho mejor de lo que esperaba, pero aun así. . .

""No es la gran cosa.""

Pensó el muchacho, despreciando a la joven desde el primer momento, aunque tenía motivos para hacerlo. Aun así se tomó su tiempo para examinarla.

Era bonita, alrededor de metro y medio, delgada, muy delgada, sus pechos eran un par de pequeños montoncitos de carne ligeramente perceptibles bajo el elegante vestido negro. Y sus ojos. . . eran muy lindos.

¿Lindos?, ¿qué estaba pensando?. No, ella era fea y punto.

Ichigo torció la boca, concentrándose en el menú. Entre menos conversara con ella y más rápido terminase esto, mejor. Pero al parecer la chica no tenía la misma opinión.

* Fue muy amable de tu parte el invitarme a cenar. *

Decía el pelinaranja, intentando apaciguar el incomodo silencio que se había formado entre ellos.

Rukia rio sutil, entonces, el Kurosaki pudo notar lo hermosa que ella se veía al sonreír, más las palabras de Kuchiki lo trajeron de vuelta a la realidad de no muy buena manera.

* Bueno, no quería que esto fuese tan frio, además. . . tú vas a pagar por todo esto. *

* ¡¿QUÉ?!. *

El Kurosaki casi se va de espaldas al escuchar eso.

¿Qué?, ¿aparte de que iba a ser el juguete sexual de esta mujer, todavía iba a pagar por todo esto?. La cena en un elegante restaurante y después la habitación de un prestigioso hotel.

Esto era inaudito. Él era la víctima y esta mujer todavía tenía el descaro de hacerlo correr con todos los gastos.

* ¡ Eres una sinvergüenza !. *

* ¿Qué?, no te lo dijo tu noviecita?. *

Rukia fingió inocencia y vergüenza, aunque la verdad se estaba divirtiendo de lo lindo con esta situación.

El muchacho, por otra parte, hubiera querido estrangularla allí mismo, pero lo cierto es que sería incapaz de ponerle un dedo encima a una mujer, al menos de esa manera.

* Vamos, no te atormentes más. Solo disfrútalo, ¿sí?. *

La chica desvió su atención al mesero, quien recién llegaba para tomar su orden.

Lo único que ella pidió fue vino.

* Solo eso?, estás segura?. *

* Sí... no tengo apetito. *

* Pues ya somos dos. *

~*~

~*~

~*~

Habían estado allí, bebiendo en silencio por apenas poco más de una hora y ya se notaban los efectos del vino en ellos.

Tal vez si hubiesen comido algo, o si hubiesen conversado un poco al menos para no beber tan deprisa, quizás estarían en mejores condiciones para enfrentar lo que vendría.

* Supongo... que debo gustarte mucho como para ser yo el pago de uno de tus diseños. *

Rukia bajó la mirada; una sutil sonrisa adornándole el rostro.

* Pobre de ti !. *

Susurró ella. De cierta forma le tenía lastima.

Este hombre no sabía la clase de mujer que tenía por novia. Pero alguien debía abrirle los ojos y que mejor persona que ella para traer a este chico a la realidad.

* Nunca te había visto... no sé nada de ti. *

Ichigo se puso serio. Si ella no lo conocía, entonces. . . ¿por qué?.

Rukia desvió la mirada. Llámenle rencor, venganza y hasta celos, lo cierto es que ella no podía olvidar aun lo que Inoue le hizo hace más o menos un año.

* ¿Qué te hizo?. *

La chica suspiró resignada ante la pregunta del pelinaranja.

Responderle era lo menos que podía hacer. . . se lo debía.

* Me quitó a mi novio. *

Así de fácil y así de seco.

El Kurosaki frunció el ceño. No, esa mujer no podía estar hablando en serio. Orihime podía ser infantil, egoísta, superficial y hasta chocante, pero no la creía capaz de. . .

* ¿Un año, dices?. *

* Sí... ¿por qué?. *

Ichigo comenzó a reír a carcajadas, llevándose una mano a la cabeza.

Le costaba creer, ¿pero qué ganaba Rukia con mentirle?... nada.

* Orihime y yo... tenemos más de un año saliendo juntos. *

La pelinegra sonrió tristemente al escucharlo.

Ella no lo sabía y nunca quiso causarle problemas a este hombre.

* Y a todo esto... ¿cómo se llama tu ex?. *

* U-Uryuu Ishida. *

* Ishida, ah... sí, lo conozco... es el diseñador de la marca que representa Inoue. *

Por eso pasaban tanto tiempo juntos. . . ¿Quién lo diría?.

El semblante del pelinaranja se tornó serio, no triste, ni enojado, simplemente serio.

Alzó su copa llena de vino.

* Por ellos !... *

Rukia sonrió tristemente, sintiéndose culpable de la decepción que expresaban los oscuros ojos de su acompañante.

Sin embargo, imitó al Kurosaki, brindando en honor a las dos personas que la orillaron a ser la autora de esta locura, así como también de que conociese a este hombre tan apuesto, cuyas emociones no podía adivinar.

Sin finalizar.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

¿Ven?, les dije que había una razón, el bendito diseño fue solo el pretexto ^0^.

Ichigo y Rukia, unidos por la traición de sus respectivas parejas. Y aunque no hubo más por este capítulo, me gustó el ambiente y como comenzaron las cosas entre ellos.

Siguiente capítulo. . . ¡ lemon !.

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~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de “Fallen Angel”.

Totalizado el 09 de Julio de 2009.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

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                         || Capítulo 3 ||


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Dress --Capítulo 3--

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Anime: Bleach

Rating: M

Pareja: Ichigo & Rukia

Sinopsis: Ichigo Kurosaki nunca esperó que a la loca Orihime se le ocurriese la "grandísima idea" de prestarle su novio a una mujer todavía más loca. Su novia lo estaba cambiando por un estúpido vestido.

Advertencia: Lemon (NSFW)

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Por: Maeda Ai.

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.:: Capítulo 3 ::.

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Totalmente borrachos y sin embargo aun ligeramente conscientes de lo que hacían.

Ambos reían, pues su estado de ánimo mejoró gracias al vino.

Ichigo abrió la puerta de la suite para luego tomar la mano de la chica y entrar juntos.

Se sentían como niños a punto de hacer una travesura. Tal vez así era. Desde que salieron del restaurante el trato entre ellos había cambiado tal vez sin que ninguno de los dos lo notara, pero Ichigo rodeaba firmemente la pequeña cintura de Rukia, acariciándola fugazmente de vez en cuando, al igual que ella, quien no desaprovechaba la oportunidad de tocar los fuertes y duros hombros y el pecho del pelinaranja.

De pronto, Ichigo tomó entre sus brazos a la chica, notando que no pesaba absolutamente nada.

* ¿De qué estas hecha?. . . ¿de algodón?. *

* ¿Por qué no lo descubres por ti mismo?. *

Dicho esto, la pelinegra besó con ternura la mejilla del muchacho, para luego deslizar sus labios por su cuello.

El Kurosaki no pudo resistirse a las exquisitas sensaciones que ella le provocaba, así que, ardiendo en deseo, depositó a Kuchiki sobre la cama, un tanto brusco, más a ella pareció no importarle, igual la lujuria la controlaba y las caricias antes dulces y hasta tímidas se tornaron atrevidas.

El pelinaranja se posó totalmente sobre Kuchiki, aplastándola con su musculoso cuerpo. Sus manos no perdieron tiempo y pronto se hallaban recorriendo los contornos de la pequeña mujer, arrancándole suspiros y gemidos por igual.

Ichigo se deleitó con la delicada figura. Pronto descubrió que las curvas femeninas si bien eran sutiles, eran. . .

""¡ Perfectas !.""

Ante este pensamiento, el Kurosaki se aventuró a palpar con ambas manos los senos de la chica, descubriendo que ella "tenía" más de lo que aparentaba.

Pequeños, sí, pero firmes y con una redondez simplemente exquisita.

Rukia suspiró ante el toque del pelinaranja, quien entonces alzó la mirada, encontrándose con los hermosos ojos violetas de la mujer. El hombre se perdió en su mirar. Nunca vio ojos más lindos que aquellos.

Quizá quedó atrapado en tal belleza, que Ichigo poco a poco disminuyó la distancia entre sus labios. Su primer beso fue tranquilo, sin prisas, tenía un sabor a dulce vino y quemaba, era una sensación nueva y tan embriagante.

Quizá la lujuria llegó a su tope, o tal vez la caricia entre sus labios desató toda la pasión contenida. Como fuese, el Kurosaki abandonó bruscamente la boca de su compañera para de inmediato encargarse de deshacerse de toda la estorbosa ropa que les impedía consumar su travesura. . . su venganza.

Con urgencia, ambos jóvenes perdieron la ropa hasta quedar ella completamente desnuda, él en bóxers.

* No es justo !. *

Kuchiki hizo un ligero puchero, quejándose por la desventajosa situación en que se encontraba.

El pelinaranja sonrió divertido. Bueno, es que al verla a ella al natural, se había quedado embobado, hechizado totalmente por la hermosa, y también deliciosa, imagen de la desnudez de Rukia.

* ¡ Eres hermosa !. *

Le dijo él en un susurro, y no mentía. En verdad no había visto jamás silueta femenina más perfecta, elegante y fina, pero sobre todo. . . delicada.

Tras deleitar su mirar, el Kurosaki se posó sobre la pelinegra; un ligero roce entre sus sexos los hizo estremecer a ambos. Rukia se arqueó gimiendo sonoramente, desatando con ello toda la lujuria del muchacho.

Ichigo se deshizo del bóxer y sin dar tiempo a que Rukia se deleitase ahora con la desnudez masculina, él se acomodó entre sus piernas, creando fricción entre ambos sexos.

* Ahh, I-Ichi... go !!... *

Rukia cerró los ojos y se mordió el labio.

Dios!!, esto tenía que ser tortura. Ella ardía por él, y el tipo no hacía más que jugar, postergando el momento que ambos, incluso él, esperaban.

* Ichigo... ¡ hazlo ya !... *

Los ojos del pelinaranja se opacaron ante la petición de la mujer, y él. . . tan ansioso como ella, no pudo soportarlo más, así que, colocando la punta de su pene en la entrada del sexo femenino, empujó lentamente.

Y es que, a pesar de su desesperada necesidad por hacer suya a esa pequeña chica, igual quería disfrutar plenamente de esto.

La última embestida fue potente y energética, causando un grito por parte de  Kuchiki y una especie de gruñido por parte del pelinaranja.

Ambos con los ojos cerrados, completamente inmóviles, como reconociendo o acostumbrándose a aquella sensación de sus cuerpos entrelazados. . . ¡era la gloria!, en verdad estaban en el paraíso.

Era la primera vez que Rukia tenía la satisfacción de sentirse totalmente llena de un hombre y no es que esta fuese su primera relación, es solo que. . . era tan diferente a todo lo que pudo haber sentido antes.

Ichigo experimentaba algo similar, pues Rukia era tan estrecha, que su pene aprisionado gozaba de la calidez y la humedad que la chica le brindaba, enloqueciéndolo de placer.

El pelinaranja apretó los dientes. Kami, era tan difícil controlar todo ese gozo, sentía que podía venirse en cualquier momento y ni siquiera se había movido.

Alrededor de medio minuto fue suficiente para que el chico comenzara a mecer las caderas, ligera y lentamente al principio, más fuerte y desesperado conforme el placer se acrecentaba, al grado de sacar casi completamente su virilidad para luego volver a clavarla con fuerza y rapidez en el interior de la mujer, haciéndola gemir y gritar ante el intenso coito.

* Ohh, Ichi-go !... no pares !!... *

El Kurosaki sonrió, estaría loco si se detenía antes del recompénsate placer, pero Ichigo sonrió satisfecho al ver la buena disposición y cooperación de la linda chica, quien lanzaba las caderas en busca del miembro duro y caliente del muchacho, cada vez que este parecía salir y alejarse de su necesitada intimidad.

Pronto el baile se tornó rápido, desesperado. Restregando sus sexos con desesperada fuerza. Rukia no pudo contra el intenso orgasmo que la poseyó, haciendo a su vagina palpitar con fuerza, torturando de placer a su amante.

Kuchiki se retorcía de gozo bajo el Kurosaki, quien fue vencido por las palpitaciones íntimas de la mujer. Apretando los dientes, Ichigo eyaculó dentro de su compañera, lleno de satisfacción y placer.

Agitados, respirando entrecortadamente, el pelinaranja se colapsó sobre el frágil cuerpo de la pelinegra.

Silencio acompañado por sus rápidas respiraciones al tiempo en que ambos sentían el aliento del otro.

Se separaron poco después; Ichigo se alejó hasta un extremo del amplia cama mientras Rukia permanecía allí, descansando.

Dios, estaba agotada.

""Solo cinco o diez minutos y luego me iré.""

Pensaba la chica, pero el cansancio fue tal, que poco a poco fue cerrando los ojos hasta caer dormida antes de pasar siquiera siete minutos.

Ichigo la contempló con un semblante difícil de describir, pues de cierta forma estaba resentido con ella por hacerlo participe de esta locura, pero también. . .

""Eres fascinante, Rukia!!.""

Una sonrisa adornó el rostro del muchacho al aceptar lo bella e irresistible que resultó ser Kuchiki.

Ichigo se acercó a ella, cubriéndola ligeramente con una sábana y dejando a su brazo izquierdo descansar suavemente alrededor de la chica, en un gesto firme y posesivo.

También él cerró los ojos, pensando que le encantaría repetir esta locura. Eso sí. . . que quede claro que él se estaba 'sacrificando'. . . aunque ni el propio Kurosaki Ichigo se lo creyese.

Sin finalizar.

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Lemon, por fin. . . aunque siento que fue muy ligerito, o muy cortito, ¿verdad?.

Pero aquí inicia la loca e irónica relación de estos dos.

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Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de “Fallen Angel”.

Totalizado el 09 de Julio de 2009.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

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                        || Capítulo 4 ||


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Dress --Capítulo 4--

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Anime: Bleach

Rating: M

Pareja: Ichigo & Rukia

Sinopsis: Ichigo Kurosaki nunca esperó que a la loca Orihime se le ocurriese la "grandísima idea" de prestarle su novio a una mujer todavía más loca. Su novia lo estaba cambiando por un estúpido vestido.

Advertencia: Lemon (NSFW)

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Por: Maeda Ai.

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.:: Capítulo 4 ::.

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.

Sentada frente a su escritorio, Rukia miraba con desconfianza el hermoso arreglo de violetas que él le había mandado.

Kuchiki se preguntaba: ¿cómo es que ese tipo supo donde dar con ella?. Debía tener un par de contactos, seguramente.

La pelinegra posó su brazo sobre el escritorio, recargándose en este; torció molesta sus pequeñas cejas, desviando la mirada al tiempo en que sus labios formaban un puchero.

¿Cómo fue a terminar en esta situación?. Cerró los ojos y el recuerdo vino a ella. . .

~*~

~*~

~*~

* Ya dije que no, ¿cuántas veces tengo que repetirlo?. *

* Onegai !!. *

* Que te largues !!. *

La joven de negros cabellos no pudo soportar más y explotó.

Es que estaba harta, esa mujer era tan necia que la sacaba de sus casillas, sin mencionar, claro, que Rukia no la estimaba mucho que digamos. Y es que Inoue Orihime era la culpable de que la relación más estable que Kuchiki había tenido se disolviera.

¿Cómo?, fácil. . . esa "mujerzuela", como Rukia la llamaba, le quitó a su último novio: Ishida Uryuu. ¿No es esa suficiente razón para odiarla?.

Pero Kuchiki Rukia, siendo la gran y fría mujer que es, no retuvo al hombre si este ya no quería nada con ella, ni mucho menos intentó vengarse de la joven de largos y anaranjados cabellos. Entonces. . .

""¿Por qué a mí?.""

Pensaba la pequeña mujer. Ella no quería ni escuchar hablar de Inoue, mucho menos verla ni tratar con ella, pero esa necia seguía allí, insistiendo en algo que Kuchiki no estaba dispuesta a darle.

Rukia suspiró cansada, sentándose en su cómodo lugar frente al escritorio, se llevó las manos a la cabeza, masajeando las sienes, luego alzó la mirada, estudiando a la mujer frente a ella.

Inoue Orihime era una joven modelo cuya popularidad había venido aumentando en el último año, en parte gracias a sus enormes atributos, luego gracias a los diseños precisamente del ex-novio de la pelinegra, Ishida Uryuu, y esa era exactamente la razón por la que Rukia no entendía la descabellada petición de esa chica.

* Jamás te daré ese diseño y lo sabes. . . pídele a Uryuu que te dedique uno con todo su amor. *

Era claro el reproche en la voz de Kuchiki, quien no pudo dejar pasar la oportunidad de externar unas cuantas palabras con un poquito de veneno.

* Tú eres una afamada diseñadora, Rukia, y el diseño que recién diste a conocer es. . . sublime. *

La chica de oscuros cabellos cerró los ojos, sonriendo con satisfacción.

¿Qué podía decir?, ella es increíble y por tanto su trabajo impecable.

* Ya tengo a la chica que modelará ese vestido, así que. . . *

* Onegai !!, Rukia, pídeme lo que quieras, haré lo que sea !!. *

La diseñadora torció su pequeña boquita. Ahh, que mujer tan necia, además. . . ¿Quién le permitió llamarla por su nombre?. Como sea, Rukia no estaba dispuesta a darle su mejor diseño a la mujer que le vio la cara y se burló de ella no hace más de medio año.

La pelinegra sonrió ante la ironía de la vida. Pero Orihime dijo algo que Rukia no pudo ignorar.

* Lo que yo quiera, ah?. *

Orihime alzó el rostro, sonriente, vislumbrando la victoria.

Ya había visto el diseño de la mujer frente a ella, y era simplemente divino. Si la pelinaranja conseguía modelar ese vestido y ser la imagen de la misma línea, lograría la puerta del éxito, se consagraría como una de las mejores modelos de Japón, su fama se tornaría internacional, eso seguro.

Inoue ya saboreaba el éxito, cuando las palabras de la pelinegra la bajaron de su nube, trayéndola a la realidad. . .

* Una noche con tu hombre, ese es el precio y el diseño es tuyo. . . *

Rukia sonrió ante sus propias palabras, cruzando las piernas con elegancia.

La mujer disfrutó de la incrédula expresión en el rostro de la modelo. Veía la indignación, el coraje, pero sobre todo la duda. . . esa perra estaba contemplando la opción de entregar a su chico con tal de conseguir el maldito vestido.

* Pe-pero él no tiene nada que ver, él. . . *

* Ay, por favor !!, ¿crees que me interesa?, tómalo o déjalo. *

Rukia alzó la voz, ella había puesto las cartas sobre la mesa, lo único que la modelo debía hacer era escogerlas, no tenía tiempo ni ganas de escuchar dudas ni peros. . .

Kuchiki dobló las cejas con fastidió, su corazón latía rápidamente dada la espera que le daba el silencio de la pelinaranja. Rukia estaba nerviosa, en el fondo quería que la mujer se negara y que saliera de su oficina, que terminara con la estúpida petición que le hizo.

Sin embrago, Inoue alzó el rostro, sus ojos desbordando determinación, así como ambición.

* Está bien. . . él será tuyo, pero solo por una noche. *

La expresión de la pelinegra se suavizó, manteniéndose seria aunque sus cejas seguían ligeramente tensas sobre sus lindos ojos violetas.

* ¿Qué hay de él?. *

* Déjamelo a mí. . . no habrá problema. *

Orihime estaba tan confiada, en cambio Kuchiki desvió la mirada y su atención a los diseños sobre su escritorio, tratando, de pronto, de terminar con ese desagradable acuerdo al que habían llegado.

* Muy bien, retírate entonces. Llámame en un par de días para tratar los detalles. *

Rukia giró su asiento, dándole la espalda a su inesperada visita y ahora socia.

La modelo poco tardó en abandonar aquella oficina sin decir palabra, no le convenía, al menos por ahora, ya después haría sus jugadas.

Mientras, Rukia se perdió en el paisaje del imponente Tokyo más allá del inmenso ventanal de su oficina.

""¿Qué he hecho?.""

Pensó. Acababa de cometer la mayor estupidez y locura de su intachable vida. Lo peor es que se rebajó al nivel de la mujer de largos cabellos naranjas.

Kuchiki respiró hondo, tratando de relajarse, giro nuevamente sobre su asiento, dispuesta a volver al trabajo, no tenía caso mortificarse o arrepentirse por lo que ya estaba hecho.

Quizá solo debía disfrutar del dulce sabor de la venganza.

~*~

~*~

~*~

La mujer abrió los ojos, suspirando poco después.

Venganza era lo que ella buscó, una noche fue más que suficiente para ella, quien se sentía fatal después de la locura que cometió, orillada por el rencor.

Rukia giró el rostro, admirando una vez más el lindo arreglo de violetas. No pudo evitar que sus pequeños labios formasen una sutil sonrisa.

Recordó al culpable de que esas flores estuviesen allí.

Finalmente, Kuchiki se atrevió a tomar la tarjeta que estaba sobre las flores y leerla. . .

"No fue linda, fue hermosa. . . ¡y tu eres maravillosa!."

Las mejillas de la joven pronto se tornaron carmín. Por supuesto que aquella era una linda dedicatoria, pero lo que la sorprendió y la hizo sonrojar, fue que dichas palabras escritas no eran más que la respuesta a una nota que la misma Rukia dejó sobre el buró antes de 'escapar' y dejar a su amante durmiendo plácidamente. . .

* Nunca quise involucrarte, Ichigo, esto no estaba en mis planes. . . pero me alegro que hayas sido tu y no otro hombre. *

Susurró para sí Kuchiki, sin poder borrar de su rostro aquella linda sonrisa, mientras recordaba la que debía ser su nota de despedida para Kurosaki tras la apasionada noche que compartió con él. . .

"Fue una linda noche, y tú. . . tú eres increíble. . . ¡ arigatou !."

Sin finalizar.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Insisto, aunque la razón del acuerdo de estas mujeres es demasiado simple, me encantó como quedó la parte en que ambas se encuentran y como terminan acordando su locura.

Ahora, Ichigo, pobrecito, tendrá que seguirse sacrificando ^v^' .

_I LOVE ICHIRUKI_

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Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de “Fallen Angel”.

Totalizado el 09 de Julio de 2009.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

                       || Capítulo 5 ||


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Dress --Capítulo 5--

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Anime: Bleach

Rating: M

Pareja: Ichigo & Rukia

Sinopsis: Ichigo Kurosaki nunca esperó que a la loca Orihime se le ocurriese la "grandísima idea" de prestarle su novio a una mujer todavía más loca. Su novia lo estaba cambiando por un estúpido vestido.

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Por: Maeda Ai.

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.:: Capítulo 5 ::.

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Kuchiki se preguntaba: ¿cómo había terminado allí?.

Con la mirada fija en el licor dentro de su copa, no podía dejar de pensar que había cometido un error al aceptar la invitación de ese hombre, quien por cierto tenía una expresión totalmente distinta a la de su compañera, pues sonreía triunfante, satisfecho e incluso complacido con la compañía de la mujer.

* Te estás haciendo la difícil, Rukia. *

Ella alzó el rostro entonces. Ichigo fue muy atrevido al decir aquello, pero debía admitir que él tenía razón.

Kuchiki evadió toda invitación que le hacia el pelinaranja, por miedo, por vergüenza o por simple capricho, ya no importaba, como quiera que sea, a fin de cuentas ella terminó cediendo.

""Porque se lo debo.""

Se decía mentalmente la jovencita, tratando inútilmente no solo de justificarse, sino también de convencerse a sí misma.

Distraída, Rukia dejó la copa de vino sobre la mesa, siendo su mano inesperadamente atrapada por la del muchacho junto a ella.

Kuchiki se sobresaltó sutilmente, sintiendo el escalofrío que ese simple contacto provocó en ella, sin mencionar la sucesión de imágenes en su cabeza. . . imágenes de la noche vivida con ese hombre.

La chica intentó retirar su mano, más Ichigo, lejos de darle un espacio, se tomó al libertad de entrelazar sus dedos al tiempo en que le dedicaba una linda sonrisa que la desarmó totalmente.

Las mejillas de la joven se tornaron levemente rojas, ella lo sabía y se odió por ello.

""Parezco una colegiala.""

Pensó y tuvo que lidiar con esa situación por una hora más hasta que no pudo más, especialmente porque Kurosaki estaba totalmente ebrio.

Rukia pensó que era el pretexto perfecto para dar por terminada la velada, pero no podía dejarlo conducir en ese estado.

La mujer se maldijo por el jodido sentimiento de culpa. Suspiró resignada.

* Te llevo a tu casa. *

* ¿Mi casa?. . . amm. . . no recuerdo donde queda, jaja. . . *

La pelinegra cerró los ojos al tiempo en que su boquita formaba un puchero.

Ese hombre no podía estar tan borracho. . . ¿o sí?.

""Debí contarle las copas.""

Pensaba, reprendiéndose por no hacerlo, pero ya no importaba.

Rukia tomó su bolsa y abandonó el restaurante, llevándose a su compañero casi a rastras.

~*~

~*~

~*~

¿En qué maldito momento pensó que era una buena idea traerlo a su departamento?. ¡ Estaba loca !.

* Debí sospechar que querías estar a solas conmigo, enana. . . yo te gusto, ¿verdad?. *

La chica torció la boca, furiosa con las estupideces que decía el muchacho.

* Ichigo, estás borracho. *

* ¿Qué te hace pensar eso?. *

Ella arqueó una ceja. ¿Por dónde comenzar la larga lista de obvia razones?. Rukia prefirió no responder.

* Date una ducha y duerme. *

* Buena idea !. *

Inesperadamente, el pelinaranja tomó entre sus brazos a la pequeña chica, llevándola hasta la ducha.

* ¿Qué crees que haces?. *

* Duchémonos juntos. *

* ¿QUÉ? !!. *

La voz del muchacho había dejado de ser alegre y entrecortada. Rukia alzó el rostro, también la expresión de ese imbécil había cambiado.

Sus miradas se cruzaron y supieron entonces que no podrían detenerse.

El Kurosaki la besó con fuerza y desesperación al tiempo en que entraba en la pequeña bañera y giraba la llave. De inmediato el agua comenzó a caer sobre ellos.

* Está fría !!. *

Kuchiki rompió el beso, abrazándose a sí misma, tratando de calmar los escalofríos que la recorrían. El chico sonrió, aquella había sido la llave equivocada, pero pronto corrigió su error.

* ¿Mejor?. *

* Casi !. *

Dicho esto, la pelinegra atrajo el rostro del hombre hacia ella, besándolo con inusitada dedicación. Era una sensación de necesidad lo que la llevaba a buscar los labios de ese hombre.

La ducha dejó de mojarlos una vez que la bañera estuvo llena de agua, entonces, Ichigo se sumergió lentamente, invitando a la mujer a acomodarse encima suyo.

Las ropas de Kuchiki se adherían a su frágil y exquisita figura, traslucidas, permitiéndole al Kurosaki ver más allá de lo permitido.

* ¡ Eres hermosa !. *

Ella parpadeó, como saliendo de una ensoñación.

Lo miró atenta en ese momento, él le regalaba una sonrisa tan amplia y linda que la derretía. Rukia supo entonces que realmente quería pasar la noche con este hombre.

Así que se sumergió lentamente hasta sentarse sobre el muchacho, con las piernas a los costados de él.

* Creí que estabas borracho. *

Le dijo ella, una vez frente a frente, una sutil sonrisa adornándole el rostro.

* Pero lo estoy. . . * _Le acarició la mejilla._ * Estoy borracho de deseo. . . por ti. *

Sus labios se unieron nuevamente, ahora en un beso más profundo y desesperado.

Las manos del Kurosaki comenzaron a recorrer el cuerpo de su compañera, delineándolo, memorizando cada curva, cada rincón. Era tan suave y a pesar de lo mojada, la sentía arder.

Entusiasmado, sus grandes manos no tardaron más en posarse sobre los pequeños pechos de la chica, haciéndola gemir entre uno de los tantos besos que se prodigaban.

* ¿Te gustó? *

* ¡ Mucho !. *

* En ese caso. . . *

La voz del muchacho sonó traviesa poco antes de deshacerse de las mojadas ropas de Kuchiki. . . luego las propias, que terminaron sobre el azulejo del cuarto de baño.

* Lo dije antes y lo digo ahora. . . eres hermosa !!. *

Ella sonrió con dulzura, mirando fijamente a su acompañante; podría acostumbrarse a eso. Aunque no dejaba de pensar que Ichigo decía todos esos halagos tan solo para tenerla.

""Está bien, por esta vez no me negaré.""

Pensaba, al tiempo en que se dejaba acariciar por el hombre cada vez más ansioso.

Una de las manos del pelinaranja viajó hasta el sexo de la joven, acariciando tranquilo, separando los pliegues hinchados y hundiendo su largo dedo medio.

* Ahh !!. . . ¡ no hagas eso !. *

La voz de Rukia emergió suplicante, más contrario a su petición, ella se arqueó llena de placer ante las traviesas y profundas caricias del muchacho, quien comenzó a meter y sacar su dedo, luego hundió otro más, duplicando el gozo de la mujer.

* Ahh. . . mmm !!. . . *

Entre jadeos, pronto la chica comenzó a ondular suavemente las caderas, acompañando las descaradas caricias de su amante, quien sonrió complacido sin poder apartar la mirada de los pequeños pechos de Rukia, que subían y bajaban según ella ondulaba las caderas.

Esa imagen que lo idiotizó y le hizo entender que necesitaba a esa mujer. Así que, de pronto y con cierta ansiedad, el pelinaranja retiró sus dedos del interior de la chica para luego tomarla por la cintura y abrazarla ligeramente, colocándola sobre su hinchada virilidad.

La mirada del chico se perdió en el pequeño sexo de su amante al tiempo en que frotaba la punta de su pene contra la línea vaginal de su compañera, delineando, separando los pliegues y penetrando sutil, para luego deslizar la punta de su miembro un poco más arriba, tallando el duro clítoris.

* Ahh, I-Ichigo, ya, ya no puedo, ya no puedo esperar. * _Él sonrió con total empatía. Así que se dejó de juegos y hundió lentamente su virilidad en la intimidad de Kuchiki._ * Ohh, s-sííí !!!. . . *

Rukia arqueó la espalda y echó la cabeza hacia atrás, disfrutando de este nuevo encuentro, de la invasión en su cuerpo.

Pronto, los amantes de hallaron moviendo las caderas agitados, con desquiciada necesidad.

La boca del Kurosaki se mantenía prendada de los sonrosados pezones que adornaban los senos de la pelinegra, y ésta misma a su vez, subía y bajaba las caderas, cada vez con más desesperación, casi brincando sobre el erecto pene del muchacho. Lo sentía entrar en ella totalmente, llenándola. Era demasiado placer y Rukia no podía reprimir los gemidos, ni tampoco el par de lágrimas que escaparon de sus ojos.

Ella perdió el sentido de las cosas, ya nada importaba, solo el hombre que la hacía suya de esta forma tan intensa y placentera.

Las toscas manos cubriéndole los pechos, la verga en su interior. Sus ardientes labios reclamando su boca. . .

Rukia ya no pudo más, eran demasiadas emociones como para asimilarlas todas, así que cerró los ojos mientras jadeaba sin control y arqueaba su cuerpo ante el fuerte orgasmo que la recorría, gritando el nombre del pelinaranja al tiempo en que su vagina comenzaba a contraerse con fuerza, apretando deliciosamente el pene del Kurosaki, cuya mano bajó hasta su clítoris, brindando más placer que ella ya no pudo soportar, prolongando su éxtasis.

Kuchiki sintió como si todo explotase en su interior; tal fue la fuerza de su orgasmo, que Ichigo pronto fue vencido por las pulsaciones de la vagina de la pelinegra, vaciando su semen en ella.

Respirando agitados, se abrazó a su amante, pegando totalmente su cuerpo, sin dejarlo apartarse de ella. . . aun él dentro suyo.

El silencio reinó por largo rato. . . al menos hasta que volvieron a mecer las caderas.

Sin finalizar.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Sigo sintiendo que el lemon está muy suavecito, ¿no?.

Y aun así, me imagino la escena de esta pareja en la bañera. . . y me sonrojo. . . su romance me emociona, pues ^v^ '.

_I LOVE ICHIRUKI_

~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de “Fallen Angel”.

Totalizado el 09 de Julio de 2009.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

                      || Capítulo 6 ||


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Dress --Capítulo 6--

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Anime: Bleach

Rating: M

Pareja: Ichigo & Rukia

Sinopsis: Ichigo Kurosaki nunca esperó que a la loca Orihime se le ocurriese la "grandísima idea" de prestarle su novio a una mujer todavía más loca. Su novia lo estaba cambiando por un estúpido vestido.

Advertencia: Lemon (NSFW)

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Por: Maeda Ai.

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.:: Capítulo 6 ::.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

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Kuchiki dejó caer la bolsa de mano, sorprendida; sus lindos ojos lucían desteñidos por la sorpresa.

Ante ella, el Kurosaki la miraba con una sonrisa de satisfacción, como presumiendo su victoria.

* Tu?. . . ¿q-qué haces aquí?. *

* De fin de semana. . . igual que tú. *

* No me refiero a eso, imbécil. Qué haces en mi habitación?. *

El muchacho se sentó sobre el cómodo sofá, restándole importancia al reclamo de la pelinegra mientras alegaba que "esa" era su habitación.

* Imposible, yo reserve esta suite hace dos semanas. *

* ¿En serio?. * _Ichigo se llevó la mano a la barbilla, meditando._ * Supongo entonces que es un error por parte del hotel. *

El Kurosaki finalizó con una gran sonrisa en el rostro, provocando en Rukia una furia incontrolable.

""Sí, claro, échale la culpa al hotel, ¡ maldito idiota !.""

Eran los pensamientos de la chica, quien no creyó ni una sola letra de lo que ese hombre le decía. No, Rukia no era nada tonta y para ella era muy obvio que ese tipo hizo algo para propiciar este "encuentro" entre ellos.

La pelinegra jaló aire con fuerza un par de veces hasta calmarse, luego dio media vuelta, caminando hasta la puerta de la habitación.

* ¿A dónde vas?. *

* A arreglar esta " confusión". Pediré otra habitación. *

* Ni lo intentes, el hotel está al cien. *

Kuchiki se giró lentamente, posando sus hermosos e inusuales ojos violetas sobre el chico. Ichigo se estremeció ante aquella mirada; moría de ganas por tener a esa mujer entre sus brazos, pero no le importaba "jugar" un rato más, lástima que Rukia no tenía los mismos planes.

* ¿Tú cómo sabes?. *

El pelinaranja no pudo responder la pregunta de la mujer y no porque no hubiese cuidado ese detalle e inventar una "pequeña" mentira, el hecho es que se perdió en la intensa mirada de Kuchiki y no pudo fingir más.

* Vine hasta aquí. . . solo para verte. *

* Pues ya me viste, ahora. . . ¡ fuera de MI habitación !. *

A pesar del tono de la chica al hablar y la forma en que puntualizó el último par de palabras, Ichigo pareció no prestarle atención y se acercó a ella tranquilamente sin apartar sus ojos de ella.

* ¡ Quiero estar contigo !. *

A pesar de su inmutable expresión, Rukia se estremeció ante aquellas palabras; su corazón latiéndole con locura. Se sintió tonta al tener ese tipo de sensaciones por unas cuantas palabras dichas por ese hombre.

* ¿Por qué me has estado evitando, Rukia?... por qué te escondes de mi?. *

* Ah, n-no sé de que hablas!. *

Frente a frente, Ichigo alzó una mano y acarició los suaves cabellos de Kuchiki, sujetando al final un pequeño mechón de oscuro cabello; sus ojos bien fijos en la boquita irresistible de la mujer frente suyo.

¡ Que no sabía nada !. . . por favor. Esa mujer se había estado escondiendo de él, eso era obvio, pues el Kurosaki la buscó varias veces en su departamento pero ella no se encontraba. . . o tal vez no lo quería recibir.

Se cansó de llamarle y saturar la contestadora. Él solo quería verla, estar con ella, ¿era tan difícil de entender?.

""Al parecer si !.""

El pelinaranja supo que si quería conseguir a esta chica, tendría que ser insistente, así como firme y hasta tramposo. . . por eso la confusión del hotel.

""¡ Es increíble lo que se logra con un buen soborno !.""

El Kurosaki sonrió. Toda esta locura bien había valido la pena, al menos ya había logrado encontrarse con ella y hablar un poco, pero ahora quería más. . . mucho más.

Ichigo rodeó la pequeña cintura de la chica, aventurándose a besar la piel de su cuello. Rukia posó suavemente las manos en el pecho del pelinaranja.

* ¿Cómo?. . . * _Giró el rostro e inclinó ligeramente la cabeza, dando mejor acceso a los labios del joven._ * ¿Cómo supiste dónde encontrarme?. *

El muchacho sonrió al tiempo en que pegaba más su cuerpo al de la pelinegra.

* Tengo mis métodos !. *

Tras dichas palabras, Kurosaki mordió levemente el cuello de la chica, haciéndola gemir.

Ichigo supo en ese momento que nada lo detendría en su intento por poseer a esa mujer y que ésta no se resistiría, pues ya la sentía vibrar de deseo.

El pelinaranja sonrió, intensificando los besos; el saberse correspondido era una emoción muy gratificante, sin embargo, detuvo abruptamente los besos y las caricias, dejando a Rukia sumida en la frustración. . . Ichigo tenía una duda que no podía esperar.

* Ne, Rukia. . . tú, tú eres diseñadora, ¿no?. *

Ella solo asintió sin decir palabra alguna y sin entender el por qué de aquella pregunta. Ichigo desvió la mirada, rascándose la nuca, como meditando sus siguientes palabras. Bueno, es que estaba confundido. . .

Desde que se interesó en Kuchiki, el pelinaranja comenzó a investigarla, encontrando un sinfín de noticias y fotografías acerca de ella. Más que diseñadora, Rukia parecía modelo. Podría jurar que ella lucía todos sus diseños o que incluso los hacía para ella misma.

La chica se sonrojó al escuchar al muchacho. Si había dedicado tiempo para investigarla y obtener toda esa información, entonces ese hombre estaba obsesionado con ella.

La pelinegra no supo describir la emoción que ese hecho le hacía sentir, pero lejos estaba del enojo o el miedo, de hecho, la hacía sentir bien.

Sonrió. No le molestaría hablar de su vida con ese hombre, tenía el deseo de que la conociera y conocerlo, pero, por ahora. . .

* Luego, luego. . . en este momento lo que menos quiero es charlar, ¿sabes?. *

Decía la mujer mientras rodeaba el cuello del pelinaranja, quien sonrió juguetón. Era increíble lo bien que se entendía con esta chica, como si pensaran lo mismo. De hecho, en ese instante. . . así era.

Sin finalizar.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Así es, Rukia escapa y se esconde de Ichigo, pero él, necio y obsesionado con ella, la busca. . . y la encuentra.

Mi idea original era que Rukia fuese modelo, pero conforme fui escribiendo este fic, decidí dejarla como diseñadora. . . aunque igual modela de vez en cuando ^v^’.

_I LOVE ICHIRUKI_

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Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de “Fallen Angel”.

Totalizado el 09 de Julio de 2009.

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*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

                     || Capítulo 7 ||


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Anime: Bleach

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Pareja: Ichigo & Rukia

Sinopsis: Ichigo Kurosaki nunca esperó que a la loca Orihime se le ocurriese la "grandísima idea" de prestarle su novio a una mujer todavía más loca. Su novia lo estaba cambiando por un estúpido vestido.

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Por: Maeda Ai.

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.:: Capítulo 7 ::.

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Se suponía que ella se quedó allí para descansar después de un desfile de su línea de ropa, pero lo que menos había hecho hasta ahora fue descansar.

Ichigo era un tramposo, no la había soltado en ningún momento, no le dio descanso alguno, de hecho, en ese preciso instante, el muy sinvergüenza le estaba haciendo el amor en la pequeña piscina que estaba en el amplísimo balcón.

Rukia fue allí a relajarse, lo cual logró por contados minutos, ya que Ichigo se reunió con ella, la tomó entre sus brazos y, sin más, hizo a un lado la parte inferior del bikini y le clavó de un solo empujón su duro y caliente pene.

La pelinegra separó los labios, pero ningún sonido emergió de ellos. Su voz se apagó ante la sorpresa y la fuerte y profunda sensación de tener al chico dentro suyo.

Pronto, el pelinaranja agitó las caderas, adelante y atrás, aferrándose a la estrecha cintura de Kuchiki. Firme, constante. . . delicioso. Rukia no pudo evitar que los gemidos escapasen de su boca.

Kurosaki sonrió complacido. Tener a su merced a esta mujer y cumplir todas y cada una de sus fantasías sexuales era sublime.

De pie, dándole la espalda, pero ligeramente inclinada, recargándose en el borde de la piscina, Rukia trataba de concentrarse en dos cosas; la primera era reprimir en lo posible los delatadores gemidos de gozo que de su boca escapaban. Y la segunda, concentrarse en el delicioso pedazo de carne que entraba y salía rítmicamente de su necesitada vagina.

Era delirante, sucio, inmoral, de cierta forma. En ese momento, Kuchiki comprendió que necesitaba sentir dentro suyo a ese hombre, era como una obsesión, una droga, una maldita necesidad que la orillaba a cometer esta lujuriosa locura.

Pero nada más le importaba, solo sentirlo, sentir sus fuertes brazos rodeándola con aires de propiedad, sus grandes manos acariciándola con maestría, a sus labios hambrientos que le robaban besos tanto dulces como desesperados. Y claro, sin olvidar su excitante y dura virilidad que se adentraba en ella con tal fuerza y rapidez que la elevaba a la cima del placer.

Rukia no sabía de ella en ese instante, solo pensaba en él y en su excitante cuerpo.

Ichigo no se encontraba en una situación diferente, sus manos dolían de las tremendas ansias que de tocarla tenía; su exquisito aroma lo enloquecía y su frágil y delicada figura lo hacía querer aprisionarla entre sus brazos y protegerla. . . para no soltarla nunca más.

Hacía calor, mucho calor. Ichigo se preguntaba si la temperatura se debía al clima propio del lugar, el agua o quizás, simplemente, eran él y su compañera los que estaban ardiendo. Seguramente, era esta última razón la más acertada, pues el pelinaranja deslizó una de sus manos a la intimidad de la chica, tallando casi con impaciencia el rígido clítoris de la pelinegra.

* ¡ Ahh, uff... I-Ichigo !. *

Kuchiki se inclinó y alzó un poco más las caderas, logrando que unos cuantos centímetros más del pene del Kurosaki se clavasen en ella.

El chico ahora la penetraba más lentamente, su mirada perdida en el lindo y perfecto trasero de su compañera, admirando la sublime escena de su miembro perdiéndose en el espacio que en ese momento Rukia le entregaba a él. . . solo a él. . .

Entusiasmado ante tal pensamiento, el muchacho dejó de acariciar el botón que coronaba la flor de la chica, tan solo para enterrar uno de sus traviesos dedos en el ano de la mujer.

Kuchiki protesto ligeramente al principio, pero pasado un rato se relajó y terminó disfrutando de las atrevidas caricias que ese hombre le prodigaba.

* ¡ Ma, maldito Ichigo !, si no fuera por, porque me haces gozar tanto, yo, yo... *

* ¿Tú qué, preciosa?. *

El pelinaranja se inclinó, aferrándose a la cintura de su amante, pegando totalmente su musculoso pecho a la pálida espalda de de la mujer.

Una divertida sonrisa le adornaba el rostro.

* Si, si no borras esa sonrisa d-de tu estúpida cara, yo, ahh... te, te patearé las bolas hasta dejarte estéril, pa, para que no vuelvas a usarlo jamás. *

El chico rio ligeramente y le besó con ternura su frágil espalda; menos mal que la estaba haciendo disfrutar, sino, no le gustaría ser objeto de su enojo.

* Pero eso no te convendría a ti, pequeña !!. *

Rukia se sonrojó ante aquellas palabras, entendiendo muy bien lo que él le quería decir. . . Ese bastardo tenía toda la razón y eso la hacía enfurecer; ya le daría su merecido, pero después. . . ahora. . .

""Solo quiero gozar de esto, de él...""

Continuaron con aquel frenético ir y venir de caderas, en especial Ichigo. Cada vez más fuerte, cada vez más rápido.

Rukia se preguntaba: ¿cómo podía soportar semejante pedazo de carne dentro suyo?; definitivamente el miembro viril del Kurosaki era más grande del promedio, además, le estaba haciendo el amor de una forma tan brutal y salvaje, que se sorprendía ella misma, no solo de ser la protagonista de ese acto tan lujurioso, sino también de soportarlo.

Era tal la fuerza, el calor y la rudeza, que Kuchiki se sintió agradecida al sentir que el éxtasis estaba próximo. . .

Y así fue. . . cuando la mujer fue invadida por un fuerte e intenso orgasmo, no pudo guardar entre sus labios el nombre de su amante.

Eso era increíble, irreal. El éxtasis llegó a ella con tanta fuerza, que sus músculos vaginales se contrajeron de igual forma, apretando la verga del muchacho con tanta fuerza, que este no pudo contenerse más y se vino dentro de ella, derramando en su sexo abundante esperma.

Eso había sido mágico, ¿verdad?. No en balde se corrieron casi juntos. Definitivamente esa fue una unión que ambos disfrutaron al máximo.

Se mantuvieron así por un rato, aun inclinados; Ichigo totalmente pegado a ella y sin intensiones de sacar su pene del interior de la chica, aun a pesar de que un poco de semen comenzaba a escurrir entre los muslos de la pelinegra. Y es que esa era una sensación relajante; le gustaba sentirla de esa manera, como ese pequeño espacio le daba calidez y comodidad.

Y Rukia igual adoraba esa sensación de de tenerlo dentro suyo. . . le encantaba.

Y a esa sublime sensación se sumó la de las manos del pelinaranja sobre sus senos, estrujándolos con dulce suavidad, sin mencionar los besos que él desplegaba en su espalda.

Sí. . . adoraba esto y no quería imaginarse a sí misma sin todo eso.

Poco después se separaron y se abrazaron, besándose y acariciándose con una tranquilidad que solo disfrazaba la necesidad de sentirse.

Luego salieron de la piscina y decidieron vestirse y después salir a comprar un helado, como si fuesen un par de chiquillos enamorados.

Ellos no se habían detenido a pensar en ello, pero tal vez eso es lo que ambos eran. . . un par de enamorados.

Sin finalizar.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Sigo con esa sensación de que los capítulos lemon están muy tranquilos.

¿Será que últimamente quiero escribir algo mucho más fuerte?.

El romance por otra parte está floreciendo y eso me emociona. Rukia no puede negarse más al necio de Ichigo. . . ¿quién podría?. ^¬^ .

_I LOVE ICHIRUKI_

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Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de “Fallen Angel”.

Totalizado el 09 de Julio de 2009.

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                    || Capítulo 8 ||


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Sinopsis: Ichigo Kurosaki nunca esperó que a la loca Orihime se le ocurriese la "grandísima idea" de prestarle su novio a una mujer todavía más loca. Su novia lo estaba cambiando por un estúpido vestido.

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Por: Maeda Ai.

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.:: Capítulo 8 ::.

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El líder de los Kuchiki apenas y podía controlar el disgusto que le causaba la presencia de ese hombre; ese tipo no le simpatizaba nada, nada. Y si no lo echaba a patadas eran por dos simples razones: la primera, que no se rebajaría por un sujeto como ese, la segunda, que prefería aguardar a que su hermana llegase y así poder aclarar todo esto.

Silencio, puro silencio era lo que esos dos hombres podían compartir.

Byakuya había contactado a ese tal Kurosaki al enterarse que éste estaba saliendo con su hermana menor. Y digamos que la forma en que el pelinegro se enteró de dicha relación no fue la mejor, el pelinegro estuvo a punto de poner el grito en el cielo, más mantuvo la compostura. Esas cosas debían aclararse y arreglarse con calma, más que nada porque involucraban a su única hermana, quien por cierto, ya venía en camino.

El ceño del pelinaranja se marcaba cada vez más y más. Aburrido de la espera y hastiado de su "querido" cuñado.

Admitía que por su cabeza había cruzado la desesperada idea de contactar a este hombre, tan solo para conocerlo y tratar de comenzar una buena relación. De acuerdo, él bien sabía que debía dejar que las cosas avanzaran poco a poco y tratar de igual manera al hombre frente suyo, quien por cierto, desde ahora, en su primera impresión, se convencía de que no le agradaba nada y que seguramente nunca se llevarían bien.

Pero estaba desesperado al ver que las cosas entre él y la ojivioleta no avanzaban como él quería, al contrario, pareciese que la relación entre ellos se estancaba más y más, pues sus "vacaciones" no terminaron con broche de oro, como él hubiese querido, sino todo lo contrario.

De hecho la historia se volvió a repetir, cuando despertó al amanecer del último día, Rukia ya no estaba a su lado, así como la primera vez. . . y todas las demás.

Al parecer, que ella escapase de sus brazos después de una noche de pasión, ya era una constante en sus vidas, como una rutina. Y la verdad es que el Kurosaki no estaba dispuesto a seguir así.

Así que se le ocurrió la "genial idea" de aceptar la invitación del pelinegro para reunirse en un restaurante bastante elegante, sin antes hablar con Rukia.

Cuando por fin la chica llegó al lugar de la improvisada cita, el pelinaranja suspiró agradecido de no tener que soportar más ese tenso y aburrido ambiente entre él y el estirado Kuchiki.

Y es que la desfachatez y la carencia de sutileza por parte del Kurosaki chocó contra el formalismo de Byakuya.

* Por fin, enana, creí que no llegarías. *

Apenas pronunció dichas palabras, el pelinaranja se irguió y tomó a Rukia entre sus brazos, plantándole un inesperado beso que ella difícilmente pudo evitar.

* ¡ Ma, matte !... *

Ella desvió el rostro, rompiendo el contacto entre sus labios.

Byakuya torció sutilmente la boca ante tal escena. Qué falta de respeto de ese tipo; se tomaba demasiadas libertades con su hermana, sin mencionar que no la trataba con formalidad y delicadeza. Además. . . para el pelinegro no pasó desapercibido el carmín en las mejillas de la ojivioleta.

El pelilargo hubiese querido creer que dicho color se debía al atrevimiento de ese bastardo, que la había avergonzado, pero conocía a su hermana, y él bien sabía que esa reacción no era más que la prueba de que ese hombre era del agrado de la chica. . . tal vez más que eso.

* Así que... *

Byakuya volvió a tomar asiento, invitando a los otros dos a acompañarlo y más que nada, a aclararle esa extraña e impropia situación.

* Nii-sama... bueno, yo.... *

*Queremos que sepas que Rukia y yo estamos saliendo juntos, de hecho estamos dispuestos a dar el siguiente paso.*

La pelinegra casi se va de espaldas al escuchar semejante discurso, pero lo peor estaba apenas por venir.

* Ignoraré la forma tan simple y grosera con que lo dijiste y me limitaré a asegurar que, por siguiente paso, te refieres a matrimonio. *

La voz de Kuchiki Byakuya sonó seria y firme, tomando al Kurosaki por sorpresa.

¿Matrimonio?, bueno, no era que no quisiera, pero. . .

* En realidad yo me refería a vivir juntos. *

""¡ Trágame tierra !.""

Pensó Rukia.

Ese bastardo de Ichigo estaba diciendo puras tonterías. Ellos nunca habían hablado sobre eso, de hecho, ella intentó por todos los medios de romper ese extraño lazo que los unía, pero el pelinaranja era un necio encaprichado y no entendía porque no la dejaba en paz. Ese hombre estaba loco o estaba empeñado en causarle problemas, ahora con la persona más importarte y difícil para ella. . . su nii-sama.

Y aun cuando esos fuesen sus planes, jamás se lo soltaría a su hermano de esa forma tan abrupta y altanera.

* ¿Cómo se atreve?, mi hermana jamás vivirá con un hombre sin antes casarse con él... *

* Nii-sama, lo que Ichigo trataba de decir es que... *

* Calla !. * _Byakuya miró con decepción, casi odio, a su hermana._ * Tú no estás en posición de opinar siquiera... ¿a caso crees que no sé qué te has estado viendo con este tipo, que tienes una relación indecente con él?. *

Los ojos de la mujer se destiñeron. ¿Cómo es que él sabía sobre ellos?.

El pelilargo torció la boca; no era difícil cuando ella se exhibía de esa manera tan descarada. Hasta en las revistas había fotos de esos dos en citas, abrazándose, besándose, y otras más escandalosas que no quería recordar.

* Estás en boca de todos, Rukia. Estoy decepcionado de ti... nunca creí que mi hermana fuese una chica fácil... ¡ una ramera !. *

La mujer se llevó las manos a la boca; un doloroso nudo oprimiendo su garganta. Nunca creyó que su hermano le diría tales palabras.

* Hermano, yo... *

* ¡¡ Que te calles !!. *

El pelilargo abofeteó a la chica, quien giró el rostro ante la fuerza del golpe, aliviada de no ir a dar al piso, pero impresionada por la reacción del pelinegro; él nunca le había puesto una mano encima.

Gruesas lágrimas resbalaron por sus mejillas, llena de tristeza.

* Imbécil !. *

Ichigo prácticamente se lanzó sobre el pelilargo y de inmediato y con fuerza, impactó sus puños en la cara de ese desgraciado.

* ¡ A las mujeres no se les golpea!, ¿entendiste?, a las mujeres no se les golpea !!... *

Rukia miraba atónita la escena, así como las demás personas que estaban en el restaurante, sorprendidos ante el escándalo que se sucedía en esos momentos frente a sus ojos.

La pelinegra nunca esperó esa reacción por parte del pelinaranja, de hecho, no creía que fuese un tipo violento. . . hasta ahora.

* Ichigo, basta... ya suéltalo !. *

Con dificultad, Rukia sujetó el brazo del Kurosaki, logrando a duras penas alejarlo de su hermano.

* Vámonos !. *

Ichigo la tomó de la mano y salieron del lugar. No soportaba estar un minuto más allí, y no por el escándalo que había protagonizado, sinceramente era lo que menos le importaba.

Subieron al auto del muchacho. Rukia guardaba silencio, mientras las lágrimas parecían no cesar, el pelinaranja maldecía a todo y a todos, los autos, los peatones que se cruzaban en su camino, y por supuesto, a Byakuya Kuchiki.

* Es un maldito !!... * _Giró a ver a su compañera, deteniéndose a pensar en lo doloroso que debía ser para ella todo esto._ * Gomen, Rukia... no quise causarte problemas. *

* Ia... no importa. *

El semáforo en rojo le permitió mirarla con detenimiento.

La veía tan frágil y triste, que le entraron unas increíbles ansias de protegerla.

No lo pensó dos veces, la atrajo a su cuerpo con un brazo mientras conducía con el otro, recargándola sobre su pecho, dándole total libertad para llorar y por supuesto. . . su apoyo.

* Lo que dije antes... es cierto. *

* ¿Qué cosa?. *

* Vivir juntos, ¿no te gustaría?. *

Los ojos violáceos de la mujer se contrajeron por la sorpresa. Ese imbécil, debió preguntarle primero antes de ir a restregárselo en la cara a su hermano.

Aun así, la propuesta bajo estas nuevas circunstancias. . . ella entre sus brazos, siendo consolada por él. . . ¿cómo negarse?. No podía, no cuando ese hombre la había atado a él. ¿Cómo?, ¿cuándo?, no se dio cuenta. . . simplemente así era.

Y de sus labios, una simple palabra emergió como respuesta, acompañada de una linda sonrisa que no fue opacada por las lágrimas que no dejaban de caer.

* ¡ Baka !. *

Sin finalizar.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Inicialmente, era Ichigo quien iba a contactar a Byakuya, pero finalmente decidí dejar el capítulo tal cual lo leyeron.

Lo sé, Byakuya fue muy malo con su hermana, pero esa es la impresión que tengo de él. . . demasiado rígido e intolerante a muchas situaciones T-T.

Pero su actitud era necesaria para la reacción de Ichigo, que por cierto me encantó.

_I LOVE ICHIRUKI_

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                   || Capítulo 9 ||


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Pareja: Ichigo & Rukia

Sinopsis: Ichigo Kurosaki nunca esperó que a la loca Orihime se le ocurriese la "grandísima idea" de prestarle su novio a una mujer todavía más loca. Su novia lo estaba cambiando por un estúpido vestido.

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Por: Maeda Ai.

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.:: Capítulo 9 ::.

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* Ru-Rukia, ¿qué?... *

El pelinaranja no pudo seguir hablando pues la chica se acercó rápidamente a él, prácticamente lanzándosele encima, comenzando a besarlo casi con desesperación.

Ichigo, de por si sorprendido con la repentina visita de su novia, se sorprendió aun más al ser objeto de la pasión de la mujer.

""Ella no es así, generalmente soy yo el que...""

Pero el Kurosaki ya ni pensar podía, pues ya no solo los labios de la chica, ahora también sus manos se dedicaron a brindarle placer, palpando su hombría por encima de los pantalones negros.

* Oye, oye, ¡ tranquila !, hey !!... *

El chico se separó ligeramente de la pelinegra, extrañado por su desenfrenada actitud.

* Te deseo !!... *

La voz de Rukia sonó tan sensual. Había cierta necesidad en sus palabras y sus hermosos ojos violáceos brillaban con intensidad. La pasividad no les duro más de unos cuantos segundos.

Con manos temblorosas, Kuchiki comenzó a luchar con las ropas del muchacho, despojándolo de la corbata, la camisa. Sus ojos brillaron aun más al contemplar el perfecto tórax desnudo.

Tanto era el deseo de la pelinegra, que comenzó a desplegar besos en la bronceada piel del pelinaranja, causando estragos en él.

* ¿Qué pasa contigo, enana?. *

¿Qué pasaba?. . . pasaba que por fin Rukia se había dado cuenta que Ichigo era el hombre de su vida, y no dejaría pasar esta oportunidad de ser feliz. Pero no quería hacerlo entender con palabras, sino con actos, con besos y caricias. . . con su cuerpo.

La sola idea perturbó aun más a Kuchiki, así que volvió a aferrarse al muchacho, llenándolo de desesperados besos.

Para ese momento, el Kurosaki no pudo resistirse más. Con sus manos sobre los glúteos de la pelinegra, la elevó varios centímetros sobre el piso; ella rodeó la cintura del chico con sus piernas. Ichigo caminó hasta su asiento frente al escritorio, acomodándose y sentando a la chica encima suyo, con las piernas a los costados de él, en una muy placentera posición pues podían frotar sus sexos aun por encima de las ropas.

El pelinaranja se concentró entonces en los redondos senos de Rukia, desabotonando la blusa y bajando el sostén, admirando así los preciosos pechos de su chica. Su boca poco tardó en hacer contacto con los suaves montículos, besando y lamiendo, mordiendo de vez en cuando los pezones. Ella lo abrazaba, pegándolo totalmente a sus pechos para seguir sintiendo sus mimos.

* Se siente bien !. *

Ichigo alzó el rostro, sonriendo ante las palabras de la pelinegra.

Se olvidó de sus lindos senos y se apresuró a besarla, ahora más entusiasmado y apasionado. Siempre manteniendo un ligero vaivén en sus caderas, frotándose contra el sexo del otro; el roce en combinación con las telas los hacía arder en verdad.

* Ahh, mmm... Ichi... go... *

Rukia comenzó a agitarse, sus suaves manos yendo y viniendo intranquilas por el cuerpo de su compañero, quien no podía apartar los ojos del rostro de su chica, teñido en carmín con los labios ligeramente separados, jadeando de tanto en tanto conforme las sensaciones se intensificaban. Era un deleite el verla en ese estado. . .

Y quiso hacerla gozar más, así que sus manos bajaron hasta su intimidad, frotando suavemente por sobre las bragas, luego haciendo estas a un lado y frotando con más intensidad, para finalmente hundir su dedo medio.

Rukia se arqueó ante la excitante sensación del intruso dentro suyo.

* ¡ Ahh, I-Ichigo... bastardo !... *

Un entrecortado gemido escapó de sus labios, incitando aun más al chico, cuyos dedos recorrían sus partes intimas, yendo desde su hinchado y sensible clítoris hasta hundirse totalmente en su mojada vagina.

* Ichigo, hazlo... hazlo ya... *

* ¿Qué?. *

La provocaba; quería escucharla decir esas palabras.

* ¡ Penétrame !, hazme tuya !... YA !!. *

Él sonrió complacido y, porque no, casi agradecido, él también necesitaba clavarse en ella.

El pelinaranja reemplazó sus dedos por su pene, rozando la punta contra la mojada y ansiosa flor femenina.

* Ya, no me tortures más... te necesito !!... *

Rukia susurró aquellas palabras al oído de su compañero, haciéndolo estremecer.

Y como si estuviese envuelto en un hechizo a causa de sus palabras y su voz, el Kurosaki deslizó suavemente su mimbro viril dentro de la vagina de su amante; lo hizo lentamente, pretendiendo disfrutar de cada segundo, de cada centímetro que se clavaba en ella.

Apenas su verga estuvo completamente alojada en el cómodo espacio que ella le ofrecía, Ichigo la retiró tan solo para clavarse nuevamente en el sexo de Kuchiki.

Poco a poco fue aumentando la velocidad de ese ciclo que lo enloquecía.

Sintió a Rukia agitarse aun más que antes, gimiendo sin importarle ya nada. Él tuvo que besarla para apagar los sonidos de gozo que la pequeña mujer no podía evitar.

Las penetraciones se tornaron bruscas y salvajes hasta que el placer se desbordó, obligándolos a rendirse ante un fuerte orgasmo. Primero ella, cuyas intensas contracciones vaginales aprisionaron deliciosamente el pene del muchacho, orillándolo a su propio éxtasis que culminó en un ronco gemido y una considerable ración de semen que fue vertido en el interior de la chica, haciéndola gemir agradada ante la dulce y cálida sensación.

* ¡ Te quiero !. *

Esa confesión sorprendió al Kurosaki, pero lo que Kuchiki quería decir en realidad y que él no sabía. . . que lo amaba.

Después del torbellino de emociones, solo quedaba la tranquila ternura que los amantes se expresaban con besos y caricias, las ahora ya acompasadas respiraciones y dulces palabras por parte del chico que hicieron sonrojar a la mujer y a su corazón latir con emoción.

Se arreglaron las ropas después de un rato. No les sorprendería que alguien los escuchase allá afuera, en especial durante el éxtasis que los hizo dejar de reprimir los gemidos.

Cómo sea, ¿qué importaba?, que todos a su alrededor supieran que esa hermosa y famosa mujer era suya y de nadie más, ¡y ay de aquel que se atreviera a mirarla con malísimas intensiones!, porque seguro tendría que arreglárselas con el puño del Kurosaki.

* Por cierto... no sabía que también posabas para las revistas. *

* ¿De qué hablas?. *

El pelinaranja se sonrojó; desvió la mirada y se rascó la cabeza, tratando de encontrar la manera de explicar eso.

* B-bueno en una revista para caballeros... tú... *

La pelinegra sonrió picara.

Así que ese hombre gustaba de leer ese tipo de material.

* Ecchi !. *

* N-no... solo la vi porque Keigo me dijo que... tú aparecías en ella. *

* Si, aha. *

* Cómo sea... explícame !. *

La ojivioleta se encogió de hombros; ella era una figura pública y a alguien importante le pareció que sería muy estimulante que ella posara para esa revista.

* Claro que no mostré más de lo necesario... esa fue mi condición. *

* Aun así, esas fotos... ¡ son muy estimulantes !. *

* Sí, pero... * _Rukia se giró, besando a su novio._ * Solo tú puedes ver más de lo que se ve en esas fotos. *

La mujer le dedicó una traviesa sonrisa antes de abrir la puerta y salir de la oficina, yéndose igual que como llegó, inesperadamente.

Para Ichigo fue tan extraña esa visita, pero eso sí, muy agradable.

Cómo sea, no tendría que esperar mucho para repetir lo que allí hicieron, pues desde que ellos vivían juntos, dormir no era precisamente la mejor opción para pasar la noche.

Sin finalizar.

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Después de la mitad del fic, o más ¬¬', en que era Ichigo quien perseguía a Rukia, ya era justo que en al menos en un capítulo ella lo buscase para. . . hacer lo que mejor hacen ^//^ .

Solo un par de problemas más y creo que dejaré que estos dos sean felices, sip.

_I LOVE ICHIRUKI_

~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de “Fallen Angel”.

Totalizado el 09 de Julio de 2009.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

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                  || Capítulo 10 ||


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