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Monstruo en mi pecho
Mis pies se detienen sobre el charco, escucho el chapoteo. A mi alrededor la oscuridad se levanta triunfante, mostrando fogonazos de luz como sonrisas sardónicas que se mofan de la poca esperanza en el centro de mi pecho.
Respiro agujas que se repliegan por las aletas de mi nariz. Mis manos tiemblan y el silencio se vuelve tan estridente que apenas puedo soportarlo.
¿Y si al final del túnel, la luz huye de mi presencia?
Ella dijo que siempre podía ir hacia ahí. Que la luz indicaba el camino y que mis pies me llevarían hasta él. Pero hoy, mientras respiro con dificultad y mi pecho se sacude con violencia, intento recordar el camino trazado y me pierdo en el hedor de la abundancia. El hedor de la falsa realidad que nubló mi visión por años.
Hoy, cuando mis pies se han detenido sobre el charco de escarlata viscoso, recuerdo lo difícil que puede llegar a ser respirar. Incluso cuando tus pulmones están limpios, el aire viciado los hace pesar una tonelada, haciéndote desear desplomarte en el suelo.
¿Y por qué sigo en pie, entonces? No lo sé.
Ayer creí que podía continuar, pero hoy me detengo y el nudo en la garganta aprieta con dedos huesudos. Cada atisbo de esperanza se esfuma lentamente entre mis dedos, como si intentara atrapar la arena en medio del azote de la ola. Cada grano se burla de mis esfuerzos y vuelve a irse con la marea, dejándome sin nada. Una vez más.
Poco a poco, veo como la marea roja se lleva todo lo que creí que tenía y a todos aquellos a quienes creí que tenía.
En mi pecho se retuerce el único deseo que mi alma ha podido concretar y plantear. El único que me ha hecho seguir avanzando pese a los látigos que han rasgado la carne de mi espalda y las flechas que han traspasado los tejidos de mi pecho y costillas.
Al final, siempre estoy aquí; unas veces sobre este charco escarlata que se va deslizando por mi cuerpo. Otras veces sobre el verdusco césped del descanso, y otras sobre las fervientes brasas. Pero al final siempre estoy aquí. Contemplando las llagas en mis manos y la falta de protección en mis pies, elevando la mirada esperando ver esa luz más cerca, cuando simplemente titila en la distancia, campante y sonante, burlona y rezagante.
¿Y si era mejor dejarse llevar por la corriente?
Volteo sobre mi hombro, hacia el oscuro mar que silba a la distancia. Nadé en su contra, nadé con la convicción de que era lo único que podía hacer, el único camino para mí. Pero intento dar un paso y no veo camino, solo oscuridad. Es por ello que pienso ¿y si nadar hacia la corriente era lo correcto? ¿Y si reaccionar de la manera en que se suponía que debía reaccionar, era la única respuesta?
No puedo dar con la respuesta por dos razones:
1: algo en mi interior me grita que no tenía más opción. Que para ellos, esa era la opción, pero que mi naturaleza simplemente no iba acorde a ellos.
Y 2: no puedo dar con la respuesta porque ya no estoy en el mar silbante que se sacude con agresividad tras de mí. Salí, y no hay manera de que vuelva a él.
Así que aquí estoy, una vez más. Con el charco escarlata viscoso hasta los tobillos, el viento helado sacudiendo mi cabello mojado. La mirada fija en la luz titilante al final de la oscuridad aunque el monstruo que busca ahorcarme desde el interior de mi pecho me grita que he perdido carne, he perdido lágrimas, he perdido sangre, y he perdido manos que me acaricien.
El monstruo me grita que estoy desangrándome de a poco y que si sigo caminando voy a perder lo que me queda.
Pero es cuando yo le pregunto
¿Qué me queda?
El monstruo no responde. Se retuerce incómodo, pero no responde.
Responde mi corazón presionado con extrema fuerza contra mi esternón: ese único propósito que late a su mismo ritmo y que es el único capaz de hacerme sonreír en medio de esta gélida penumbra que hoy rodea esta humanidad rasgada que es mi cuerpo.
Mi corazón responde resoplando y el monstruo en mi pecho se retuerce una vez más.
Con el nudo en la garganta y dos toneladas en los pulmones, me doy cuenta de que estoy dispuesta a dar otro paso. A avanzar otro paso. Alzo la pierna aun cuando el charco escarlata viscoso intenta retenerla en su interior.
Alzo la pierna y levanto la cabeza, fijando mi mirada en la luz titilante al fondo de las tinieblas.
---REACCIONA---
NO APRECIAMOS LA VIDA HASTA QUE PARECE QUE LA PERDEMOS"
El eterno final de algo que nunca comenzó
El baile de máscaras
Otra noche ha caído y la Luna brilla nuevamente en el cielo. El ambiente es tan perfecto como siempre y los danzantes se preparan para el baile, visten sus mejores galas y se ponen sus perfectas máscaras.
En el salón de baile ya todo está listo y la fiesta da inicio. Los danzantes se mueven al ritmo de la música; cada uno desempeña su propio papel, dibujando el más intrincado diseño, cada movimiento parece encajar y el baile fluye en un espejismo hipnótico.
Entre los bailarines está ella, su máscara no es la más bella pero sus movimientos la hacen destacar; su hermoso vestido ondea con sus precisos pasos de baile y los danzantes a su alrededor la observan con admiración. En su máscara hay una sonrisa tímida que refleja la alegría de su juventud y en sus ojos brilla una chispa de esperanza, ocultando debajo la oscuridad de sus verdaderos sentimientos.
La noche avanza y el baile parece no tener final, ella sigue mostrando su alegría moviéndose al compás de la música. Con cada paso que da, la máscara toma el control de su interior, alimentándose de esa chispa en sus ojos. Antes de que su esperanza se agote por completo, ella decide desafiar a su máscara y con sus últimas fuerzas detiene su perfecto baile. Los danzantes a su alrededor observan sorprendidos como sus manos comienzan a retirar su máscara, uno de ellos se acerca y la detiene antes de que ella pueda pueda revelar demasiado de sí misma. Las perfectas sonrisas de los bailarines se transforman por un momento en muecas de preocupación y lástima mientras él coloca de nuevo la máscara en el rostro de ella y una vez en su lugar, la alegría vuelve a hacerse presente; él la toma de la mano y la guía de nuevo hacia el interminable baile.
En su máscara ella muestra la misma sonrisa juvenil y alegre, pero sus ojos ya no brillan. La máscara ha ganado y ha consumido la pequeña chispa de esperanza: pero nadie lo nota mientras miran con la misma admiración como ella baila tan perfecta como siempre.
Y el baile de mácaras sigue como cada noche, como si nada hubiera pasado; porque aqui solo importan las máscaras y la danza que fluye en un intrincado diseño del que todos los danzantes forman parte.
Un espejismo perfecto que no tiene final.
- D. M.
A velociraptor old women from a train
¿Porque una ciudad empeora?
Creci en Bosa limites con kennedy en los años 1980s
Era el tercer sector mas peligroso de la capital y el segundo en tasa de homicidios La gente luego de las 8 de la noche ya estaba en casa... era super peligroso salir... y a la mañana se veian rastros de delitos... zapatos de mujer, bolsos saqueados y hasta gotas o charcos de sangre Y era un sector muy pobre... pero mas que nada PELIGROSO No habia alcantarillado, apenas un farol por cuadra, la policia solo pasaba de largo... ni siquiera se sabia de donde salian los ladrones PERO TODO EMPEORO CON LOS DROGADICTOS Si antes era un sector miserables... los MALDITOS ADICTOS lo volvieron peor... porque esa delincuencia se traslado al dia... y cuando ya ni podian robar... se volvian indigentes... y esparcian su vicio a quienes les rodeaban Era un sector realmente RURAL por lo que antes mencione... pero habitable Hasta que mi vecino inicio con las drogas... no le basto en robar a su madre, lanzarla por las escaleras, hacer escandalos, treparse a los techos a ver que mas robaba... sino que cuando su madre fallecio... la casa se volvio casa de vicio... todo el dia apestando con el olor de la droga... Yo provengo de una familia del campo... CERO VICIOS... aunque pobres eramos tranquilos y muy honrados... convivir en ese sitio y tener que aguantar a un drogadicto... sencillamente me volvieron reacio a soportar a esa PESTE Es curioso como los gringos... minimizan las consecuencias de la adiccion... Un sector con drogadictos promueve la miseria, pobreza, delincuencia, mala apariencia.... honestamente la mentalidad del drogadicto es afin a toda clase de problemas PEREZA ENVIDIA VIOLENCIA SUCIEDAD POBREZA Por mas que atribuyan las drogas a gente rica... yo que creci en un sector miserable se que es un EMBUSTE
Paradoja
¿Alguien conoce el significado de esta palabra? Es probable que sean pocos los que utilicen este termino con propiedad, pero la gran mayoría nos vemos enfrentados a paradojas todo el tiempo, aún no pareciéndolo. Paradoja es una contradicción, dos pensamientos opuestos enfrentados en un mismo concepto, como por ejemplo, un judío nazi.
Y sin querer ser tan extremo, vemos paradojas en muchas acciones sociales y que nos afectan a todos, como comerciales de navidad que abalan la comunión familiar y el amor fraternal, pero terminan con un gigantesco descuento del regalo más caro que hay en la tienda; o más contemporáneo todavía, miles de personas protestando y reclamando en redes sociales por un presidente que ellos mismos como nación eligieron. Son muchas las personas "paradójicas" que te hacen creer que piensan de una manera y luego dicen o hacen algo que demuestra todo lo contrario, un fenómeno sicológico que llamo: El mal de la Chimoltrufia, cuyo lema era "yo como digo una cosa, digo otra". Y es curioso que un personaje tan divertido pueda generar un patrón de comportamiento tan nocivo.
Para demostrar este "mal" cito una situación bastante rara a mi parecer. En un grupo de trabajo en el que participaba, llego una chica a prueba, cuyo color de piel resaltaba por lo oscuro. Habrá trabajado un par de días y luego se retiro, argumentando a un compañero que encontró un lugar donde le pagaban mejor. Este último, comentando la situación al grupo, dijo que seguramente se había ido a trabajar a un café topless. Desde mi más sincera ingenuidad, y no entiendo el porque de las risas, pregunto si ella le había mencionado que su nuevo trabajo sería ese, a lo que me responden que no, era sólo una suposición hecha por su color de piel, y siendo más textual, me dijeron que: "seguramente se fue a topless, si hay están plagados de negras". Para poner las cosas en orden, pregunte si ellos, desde su punto de vista, el café topless era el lugar de trabajo más indicado para una persona de color, a lo que la respuesta unísona fue un sí; les respondí que entonces yo, una persona blanca, desde mi punto de vista el mejor lugar para trabajo para mis compañeros latinos era el narcotráfico. La paradoja de esta historia es que, el mismo comentario hecho por una persona blanca es más racista que el hecho por una latina, ya que existe una valoración diferente según tu color de piel para hablar de racismo. ¿Raro no?
Son muchas las veces que uno puede escuchar un comentario despectivo sobre un inmigrante de piel oscura de personas, que paradójicamente, consideran el racismo como un acto despreciable. Así como mujeres feministas que no dejan a su hijo varón aprender a cocinar o gente budista en ventas telefónicas. La humanidad como tal ya tiene desafíos tan grandes por desarrollar, como para inventarse más dificultades de convivencia entre nosotros mismo.
Y ello nos lleva a la última paradoja de la cual deberíamos librarnos, el de estar en una vida tan sencilla, pero también en sistema de vida terriblemente complicado.
¿Por que perdonaron a quien mato el sueño pero no al soñador?
A.C
PENSAMIENTO SIMBÓLICO: QUÉ ES, CARACTERÍSTICAS Y TIPOS
Los humanos sólo tenemos dos miedos innatos:
- Miedo a caer desde una altura
- Miedo a los ruidos fuertes
- Todos los demás miedos, incluido el miedo a los insectos, las arañas y las serpientes, son aprendidos, es decir, adquiridos bajo la influencia de la sociedad.
Siempre nos quejamos del presente, anhelamos el futuro inminente. Después, cuando ese futuro es el presente y aquel presente es pasado, volvemos a hacer lo mismo, nunca se avanza. Y lo peor es que extrañamos el pasado, que en ese momento era presente y no disfrutamos.