Boku No Hero Espaol - Tumblr Posts
Nací sin un quirk, a pesar de haber pasado los 4 años mi particularidad no apareció. Ahí me di cuenta de lo dura y horrible que puede ser la vida, era lo más bajo en la "cadena alimenticia".
Se burlaron, me atacaron y me dañaron. Quienes llamé amigos me abandonaron, me dejaron solo. Pero no Kacchan, el no se alejó, se mantuvo cerca. Me corregía en lo que me equivocaba, era honesto, era alegre. Siempre reía conmigo, me escuchaba y opinaba sobre lo que yo contaba, era un verdadero amigo. Siempre me dijo la verdad.
—Eres solo un estúpido mukosei, eres la peor escoria de este mundo— kacchan me decía la verdad siempre —eres un idiota si crees que llegaras a ser un héroe sin un quirk— siempre era honesto.
—y-yo... Pro... Probaré... Que puedo s-s-ser...
—no seas iluso— río, no se burlaba de mi, el no era de los que se burlan de los demás.
—p-puedo pasar e-el exame-men escrito...— tomaste mi libreta y volviste a reír, con una explosión la quemaste y la lanzaste por la ventana, sabías que no me iba a ser útil, siempre tienes razón.
—Si tanto quieres ser un héroe, hay una forma rápida de hacerlo. ¡¡confía en que nacerás con una particularidad en tu siguiente vida y salta del techo!!— me dabas consejos y me ayudabas siempre.
—Bakugo, creo que ya es suficiente... Suena a que lo estas incitando a suicidarse...— tus amigos te alejaban de mi, pero tu siempre volvías.
—tienes razón, vamos por algo de comer— saliste del salón, no sin antes voltearme a ver y sonreír, era tu forma de despedirte.
Me quedé un momento ahí parado hasta que creí que era hora de volver a casa, me sentía realmente feliz por haber pasado tiempo con kacchan, mi único amigo.
Kacchan siempre tenia razón, la libreta no la iba a necesitar, no en esta vida. Tenía una sonrisa plasmada en mi rostro. Kacchan decía la verdad. Mis pasos eran lo único que se escuchaba en el edificio, sonando cada escalón subido. Kacchan era honesto. Las escaleras se sentían infinitas. Kacchan siempre me ayudaba. Llegué a la cima. Él tenía razón... ¿cierto?
Caminé por el techo, sintiendo la brisa entre el cabello, apreciando las nubes, convenciéndome de que Kacchan tenía razón. Llegué a la orilla, me sujete de la barandilla y crucé al otro lado. Temblando, pensando y totalmente convencido de que Kacchan tenía razón. Respiré hondo y...
Salté.
Kacchan no tenía la razón, no decía la verdad, no era honesto, me mintió, se burló de mi y yo... Me equivoqué.
El aire chocaba contra mi cuerpo, mis rizos se sacudían y las lagrimas salían de mis ojos, deslizándose por mis mejillas, dándome un último sentir.
Bakugo me mintió, me engañó, me lastimó. No era mi amigo, aunque me convencí de que si lo era. Pero todos nos equivocamos y algunos errores ya no tienen vuelta atrás.
Vi el cielo por última vez, las nubes, las aves, la luz. Hasta que todo se volvió negro.
Me pregunto como habrá reaccionado Bakugo, o sus amigos, o los que me abandonaron. No quiero preguntarme el como reaccionó mi madre, no quiero que vuelva a doler. No quiero imaginar sus lágrimas o su voz, no quiero pensar en que la lastimé.
Hace taaaaaaanto que no publicaba algo (desde la secundaria?) y pues tiktok, no poder dormir y llorar en la madrugada hacen que uno se inspiré.
Ahora si, a dormir.
Tomen awa (va para quién sea que lea esto, tqm)
—el Hanahaki es una enfermedad que afecta a personas con un amor no correspondido, no hay una edad en especifico donde sea más propensa a surgir, ni un sexo en especifico— el profesor explicaba con una voz monótona aquel tema como si fuera la primera vez que nos lo enseñan. Cada año sin falta metían ese tema al plan de estudios, nos lo sabíamos al derecho y al revés —Al no ser correspondidos el corazón comienza a producir una sustancia conocida como "hana-byō", al mes de contraer la enfermedad quien la padece comienza a toser pétalos de flores, a los tres meses comienzan los problemas respiratorios, a los cinco meses tallos de flores comienzan a crecer al rededor del corazón— ahí el profesor detuvo su explicación, nunca nos explicaban más allá de eso.
Alguien a mi lado levanto su mano —¿que ocurre después de los cinco meses? Nunca nos han querido explicar eso.
—ese es un tema delicado y no todos se sienten cómodos hablando de ellos, menos si alguien cercano padeció el hanahaki— todos lo miraban a la espera de que continuara con la explicación, suspiró y siguió hablando —los tallos siguen creciendo mientras aplastan lentamente el corazón e invaden otros órganos, para ese punto quien lo padece ya no puede respiran sin ayuda, sufre taquicardia por el esfuerzo del corazón en cumplir con su función, y las "mariposas en el estomago" se convierten en avispas, pierden la capacidad del habla y el dolor les impide ser racionales, se convierten en seres llenos de dolor incapaces de pensar. Algunos creen que para ese momento lo único que ronda por sus cabezas es aquella persona que no les correspondió. Al final mueren.
El salón se hundió en un profundo silencio donde el tictac del reloj se clavaba en nuestras cabezas. El hanahaki parecía lo peor que le podía pasar a las personas. Fue en ese momento cuando comprendimos el porque nos mantuvieron en secreto las consecuencias del hana-byō. No querían que le tuviéramos miedo al amor. No querían asustarnos.
—el hanahaki puede curarse con una operación, pero eso involucra dejar atrás todos los sentimientos que lo provocaron. Olvidando a la persona que amaron.
Nadie se movía, nadie reaccionaba, y el profesor solo nos veía sintiéndose culpable de todos y cada uno de los pensamientos que pasaron por nuestra cabeza.
"El amor duele"
∞∞∞
Ya había pasado un año desde que aquel profesor nos habló del hanahaki. Un año de temerle a conocer a aquella persona que se robara mi aliento y que me provocara mariposas en el estomago porque le temía a perder ese aliento y a las avispas que invadirían mi interior.
En aquella época la relación que mantenía con mis compañeros se fue alejando hasta volverse casi nula, no cruzábamos palabras, nadie se hablaba, aquellos que mantenían una relación igualmente acabaron por separarse. Todos le temían a las relaciones. Todos le temían al amor.
Luego de graduarme entré a la Yuuei, esperaba no encontrar a ninguno de mis antiguos compañeros y que revivieran esos amargos recuerdos de la secundaria. Aunque me terminé topando con una chica, aquella chica me parecía la persona más genial y masculina que había conocido. Su nombre era Mina, nos volvimos cercanos, tanto que acabamos tomando la decisión de iniciar una relación, en ese momento comprendíamos nuestros sentimientos y el hanahaki no nos preocupaba, confiábamos el uno en el otro, pero lo que creímos que era amor no era nada más que un estúpido intento de no estar solos.
Acabamos tomando caminos diferentes, nos enfocamos en nuestros estudios y pasatiempos, tiempo después dejó Yuuei para estudiar en una academia de baile. Todo terminó en buenos términos, pero el vacío en el corazón igual apareció. Sabía que ella era feliz haciendo lo que amaba y con la nueva persona que llegó a ocupar su corazón. Y yo... Yo tenía a Kaminari, el único amigo que había hecho además de Mina, y como ella, él no tardó en alejarse de igual forma cuando conoció a quien él llamaba "el amor de su vida", era tan feliz estando a su lado que no dije nada cuando comenzó a distanciarse.
—A partir de hoy tendrán un nuevo compañero... Adelante, puedes presentarte— la voz calmada y desganada del profesor fue opacada por la voz del nuevo estudiante.
—me llamo Bakugo Katsuki.
—con eso es suficiente, al fondo hay un asiento vacío.
Él camino hasta su lugar, justo al lado del mío. Miraba al suelo, caminaba algo encorvado y su uniforme estaba desarreglado, daba una muy mala primera impresión.
En todo el día no cruzó palabras con nadie, solo tomaba notas, murmuraba cosas que estoy seguro de que eran malas palabras y miraba al suelo. Para ser honesto, me daba algo de miedo.
Hay casualidades que no esperas, como encontrarte a tu ex-suegro en la tienda o llevar la misma playera que otras personas en una reunión, pero de todas esas casualidades el toparme a Bakugo mientras iba camino a casa no era algo que esperaba que sucediera. Cuando chocó su hombro con el mío imaginé cientos de escenario donde yo salía herido. Pero en lugar de eso el solo se disculpó, desvió la mirada y se dio la vuelta. Justo ahí mi percepción sobre lo que era un chico rudo y antipático cambió, no parecía alguien malo, solo era alguien marginado, asocial, distante, alguien que se parecía a mi.
Intenté mil y un cosas para acercarme a él, pero solo me ignoraba.
—hey, Bakugo...
—vete a la mierda— no cruzábamos palabras además de eso.
El tiempo pasaba, las hojas caían y el frío cubría el ambiente. El café en mis manos era lo que me brindaba calor y me salvaba de morir congelado en aquella ruidosa cafetería, que era un poco, solo un poco, más calidad que el salón de clases. Aunque en esos momentos, donde me debatía sobre seguir disfrutando mi café o seguir estudiando para los exámenes, el frío era lo de menos.
Dejé caer mi cabeza contra la mesa, no entendía nada y mi café se enfriaba.
—oye, shittyhair... ¿tu... Ehhh... Necesitas ayuda?— al sentir los toques en mi hombro y su voz llamándome levanté la cabeza, la luz de los ventanales iluminaba su cabello y hacía que sus ojos brillaran como fuego, era la calidez que quería sentir cada día, cada amanecer y anochecer. Ver esos ojos me hizo sentir calor en aquella helada mañana.
—si...
—hazme un espacio en la mesa— moví mis cuadernos, mi café y me recorrí en el asiento para dejarle el lugar.
—¿con qué tienes problemas?
—matemáticas...
—deja de susurrar, me irritas— hasta ese comentario no me había percatado de lo bajo que estaba hablando, ni de lo retraído que estaba, parecía a la defensiva esperando cualquier ataque de Bakugo, en cambio el se mostraba tan natural, sin ningún miedo ante la plática.
—lo siento, por cierto, soy Kirishima.
—me da igual. Dame tu cuaderno— pasamos toda la hora del almuerzo estudiando, era algo rudo a la hora de explicar, pero a la vez era amable.
—¿podríamos... Tu... Digo... Salida... Ehh...
—solo dilo.
—¿a la salida podemos reunirnos a estudiar?
—claro, no tengo nada que hacer luego de clases.
Nuestras reuniones continuaron volviéndose cada vez más frecuentes, ya no solo estudiábamos, pasábamos tardes enteras hablando, compartiendo nuestros intereses y volviéndonos más cercanos. Las tardes frías eran cálidas a su lado.
Bakugo era el fuego ardiente que llegó a iluminar mi vida, quien llegó a sacarme de la soledad y quien me hizo dejar el miedo al amor en el olvido. Ya no le temía al hanahaki. Ya no le temía a mis sentimientos. Ya no le temía a Bakugo.
Cada vez que me miraba, cada vez que me sonreía, cada vez que escuchaba su voz la calidez en mi corazón crecía y las mariposas se multiplicaban. Quería permanecer a su lado para toda la vida.
—¿quieres ir a una fiesta?
—¿tu vas a fiestas? Creí que odiabas esas cosas.
—es el cumpleaños de un amigo o algo así, estoy obligado a ir y si tengo que ir prefiero que este alguien que si me agrade en la fiesta.
La fiesta fue un sábado, aún recuerdo el olor de la loción de Bakugo, el color de su camisa y su cara de fastidio al ver a todos los invitados. Se refería a cada uno con apodos, hasta a su amigo, quien cumplía años, lo llamaba por un apodo y no por su nombre.
—hola, Kacchan— ¿kacchan? —creí que no vendrías, no te gustan las fiest...
—cállate maldito nerd de mierda, yo no quería venir.
—Bakugo, no seas tan grosero.
—no te metas, Kirishima.
Hace tiempo había dejado de llamarme "shittyhair", había ganado su confianza y había conseguido que me viera como un igual y no como alguien inferior a él.
—¿Kacchan, quién es él?— cuestionó el chico peliverde, era un poco más pequeño que Bakugo y que yo, me veía con curiosidad.
—él es Kirishima.
—nunca habías traído a algún amigo... Creí que no llamabas a nadie tu amigo... Él... ¿es tu... Es... Tu novio?
—no— seco, frío, cortante. Ese "no" me devolvió a la realidad, una donde no era realmente alguien tan importante para Bakugo, donde no podía ver su rostro cada mañana y donde mis sentimientos no eran correspondidos —¿porque saldría con alguien? Las relaciones son pura basura.
—si Kacchan, lo siento— el chico tiró de las mangas de su playera, parecía temerle a Bakugo pero aun así quería acercarse a él, y por más que Bakugo se mostrara a la defensiva no lo alejaba. Eran cercanos.
Me sentía incomodo, nadie al rededor estaba prestando real atención a nuestra conversación. Parecían acostumbrados a que eso sucediera. Todos conocían la relación entre Bakugo y ese chico. Y Bakugo no les había hablado sobre mi, ni a mi me mencionó algo sobre su vida social, pero... ¿porque debía de hacerlo?, no era realmente especial para él, solo era un amigo más. Un amigo al que ocultó de los demás.
—Kirishima, quita esa cara de idiota. Llevas buen rato viendo a la nada.
—solo estaba pensando.
—¿tu piensas?
—¡oye! ¡yo si pienso! No soy tan tonto.
—¿así que si eres algo tonto?
—noo... No es a lo que me refería.
El ambiente entre Bakugo y yo había vuelto a la normalidad. ¿que más daba si el no correspondía a mis sentimientos? ¿que importaba si era cercano a otras personas? No podía exigir que fuera única y exclusivamente para mi. No podía decir que era mío.
El resto de la fiesta fue un poco más relajado que la bienvenida, Bakugo seguía irritándose cada que alguien además de mi le hablaba y yo conocí a algunas nuevas caras, aun no podía llamarlos amigos, sería raro. Pero por una vez no éramos solo Bakugo y yo. No éramos las únicas voces que interrumpían nuestros silencios. No estábamos solos.
Podía confiar en que si nos separábamos por cualquier razón el no estaría solo, sabía que ese chico peliverde no lo abandonaría. Ese chico lo apreciaba lo suficiente como para hacerme entender que no era la única persona en la vida de Bakugo, pero por como estábamos las cosas, Bakugo era la única persona en mi vida.
Pensé sobre lo que había vivido con Bakugo, los últimos meses de conocerlo, sobre la fiesta y sobre mi corazón. Sabía que de seguir con estos sentimientos el hanahaki podría aparecer. Claro que lo sabía y no haría nada al respecto. No tenía la certeza de que el hanahaki apareciera, pero de ser así sabía que no me sometería a la operación, no podía olvidar algo que era tan importante para mi. No podía olvidar esa sonrisa, ese desordenado cabello y esos ojos de fuego.
No permitiría que de mi corazón fuera arrancado el amor que sentía, el amor me hacía feliz. Tan feliz que dejaría que la muerte llegase, me arrancara de esta vida y me dejara en un vacío, una oscuridad, un olvido, porque sabía que de morir en ese momento moriría feliz por el amor.
Y como esperaba, los pétalos no tardaron en aparecer, no dolía al toser, solo era incomodo. Intenté lo más que pude el ocultar los pétalos de Bakugo y de mi familia. Intente hasta que se volvió una tarea imposible, los pétalos me ahogaban, el dolor inició y las avispas llegaron.
Dejé de ir a clases, mis padres se preocuparon al enterarse de mi hanahaki, pero les dejé en claro que no quería la operación, no quería volver a esa tristeza, a esa soledad. No podía permitirme olvidar.
Se me dificultaba respirar, sentía una gran presión en el pecho y los pétalos seguían invadiéndome. Dejé de ver tan seguido a Bakugo, hablábamos por mensaje y le repetía constantemente que estaba bien, pero en el fondo sabía que el no me creía aunque me negaba a aceptar esa realidad, una realidad donde Bakugo se preocuparía realmente por mi.
Había perdido la cuenta del tiempo que estuve sintiéndome tan mal, dejé de comer, me era imposible, los tallos impedían que hablara. Tiempo atrás de habían hospitalizado, necesitaba de constante atención médica para evitar la mayor parte del dolor. Y lo único bueno de esa situación es que después de tanto tiempo, tantas noches de dolor y desvelo, tanto sufrimiento, por fin había vuelto a ver esos ojos de fuego, opacados por la preocupación.
—¿porque no me lo dijiste?— la impotencia en su voz quemaba —¿porque insististe en que estabas bien aunque estabas muriendo?— tras cada palabra su voz se elevaba —¡¿porque no aceptaste la operación?! ¡¿porque?!— lagrimas recorrían sus mejillas y apagaban el fuego de su mirada.
Moví los labios, esperando que lograra entenderme, anhelando que mis palabras me liberaran de esa presión que sentía, no la presión de los tallos, la presión de mi mente, la presión por decirle la verdad a Bakugo, la presión por sentirme liberado.
"Te amo, Katsuki"
Parecía sorprendido, ya no sabía si lo que veía era real o no, solo esperaba que realmente me entendiera. Decir esas palabras liberó esa presión que sentía, esos sentimientos que tenía atrapados, esa verdad que me quemaba.
Vi sus ojos, mientras todo se ponía negro, sabía que todo terminaría, moriría siendo feliz al ver por última vez sus cabello desordenado, sus ojos ya no tan brillantes y sus labios susurrándome —también te amo— vida pétalos saliendo de su boca, pétalos que indicaban que hacía no mucho el hanahaki había aparecido en él.
Y con esos pétalos todo se volvió negro. Todo había terminado. La muerte me había arrebatado del lado de Katsuki.
No me gustó del todo la narración en algunas partes, pero estoy conforme con la historia.
Matar personajes es mi pasión.
Tomen awa y duerman bien.
Heyy Momo, hace mucho que no te veo.
Los días desde que te fuiste han sido algo aburridos y tristes. Extraños ver tu sonrisa.
¿Recuerdas cuando nos conocimos? Creí que eras bien mamona, pero resultaste ser todo lo contrario. Eres la persona más dulce que ha pisado esta tierra, siempre te preocupaste por todos. Por eso te volviste una gran heroína, para mi la mejor heroína... Incluso mejor que Midoriya y eso es mucho decir.
Al inicio no creí que nos volveríamos cercanas, o por lo menos no tanto, éramos como la princesa y la plebeya, tu vivías en ese mundo mágico, rodeada de lujos, yo no me podía permitir ese tipo de vida. Tu casa me sigue sorprendiendo al día de hoy.
Recuerdo esas tardes de té, de ver series y pintarnos las uñas, esos momentos en que no parecíamos tan diferentes. Recuerdo tu cara de asombro cuando te enseñaba mi música y la paz que me amaba escuchar tu voz tararear. Siempre me hicieron feliz esa clase de momentos.
Hubieron tantos problemas, tantas trabas en nuestra relación, puedes ser muy lista pero tardaste demasiado en darte cuenta de mis sentimientos. Aunque yo no me quedé atrás en esa ceguera, creí que tenías algo con Todoroki... Hasta que descubrí que él tenía una relación con Midoriya... Admito que me sentí algo estúpida, pero también aliviada.
Me debatí tantas veces sobre lo que realmente sentía hasta que solo deje que pasara lo que tuviera que pasar.
Cuando te pedí que fueras mi novia fue el momento en que más he sentido miedo, ni un nomu frente a mi me ha asustado tanto como el miedo de ese día. Temí que me rechazaras, que te alejaras, que te burlaras, esperaba de todo menos un "si"
Estoy segura de que me veía como un tomate aunque Denki seguía diciendo que me veía perfecta... Perfectamente hecha un desastre, no había dormido por la propuesta... Pero valió la pena, lo valió completamente. Cuando dijiste que si fui la persona más feliz del universo.
Todo fue un desastre al inicio, hubieron demasiadas personas que criticaron nuestra relación, buscando cualquier excusa para hacerlo. Sino era por el hecho de ser dos mujeres, era por la diferencia económica, por que una relación entre héroes no es buena idea, porque "deberíamos pensar mejor las cosas". Claro que ya lo habíamos pensado, lo pensamos demasiado. Y era justamente esa la razón, el hecho de que eligiéramos nuestra felicidad por encima de los demás que hizo que nuestra relación duerma tan bella.
No estábamos juntas por obligación, lo estábamos porque era lo que queríamos. Era lo que nos hacia felices.
No dejo de pensar en ti, en tu suave cabello, en el brillo de tu mirada, en tus manos acariciando mi rostro, recuerdo cada detalle de cuando estuvimos juntas... Dime, por favor, ¿porqué tuviste que irte tan lejos? ¿porqué me dejaste sola? ¿porqué no luchaste hasta el final? Dímelo, dame excusas, déjame escuchar tu voz una vez más, déjame sentir tus manos recorriendo mi rostro, déjame oler tu perfume, dime que me amas, vuélvelo a hacer.
Vuelve a encender la llama en mi corazón, vuelve a ayudarme en las misiones, vuelve a recorrer las calles conmigo, vuelve a mostrarme esa alegría.
Vuelve conmigo.
Te necesito.
Te extraño.
Te amo.
∞∞∞∞∞∞∞
Jirō dejo caer la pluma, escondió su rostro entre sus manos y dejó que las lagrimas empaparan sus palmas. Le dolía recordar a Momo, le dolía recordar el día en que la perdió.
Ese día, donde el brillo abandonó la mirada de Yaoyorozu, donde su sonrisa se desvaneció y donde un corazón se rompió.
Hacía tres años de eso, y con cada día, en lugar de borrarse el amargo recuerdo solo crecía, inundaba el corazón de Kyoka y la destrozaba lenta y tortuosamente.
Su vida continuaba, el mundo seguía girando, pero nada era lo mismo. No soportaba esa soledad, ni lo amargo de la vida.
Tomó la carta entre sus manos, con delicadeza la metió en un sobre y la guardó en su mochila. Salió del apartamento, importándole poco si lo había cerrado con llave o no salió del edificio. El camino hasta el cementerio donde los restos de Momo se encontraban era conocido de memoria por Jirō. Había pasado por esas calles incontables veces, siempre con la esperanza de que en algún momento tuviera que dejar de recorrerlas, anhelando volver a ver a Momo.
—Heyy Momo, no hay pasado mucho desde la ultima vez que vine. Hay tantas cosas que extraño de ti que se me hace insufrible el no tenerte. Hay tanto que podría decir, siempre hay algo que decir. Pero no se como hacerlo— se hincó frente a la tumba, con las lagrimas resbalando por sus mejillas y una sonrisa vacía plasmada en su rostro —quiero volver a verte. Quiero abrazarte. Quiero escuchar tu voz. Hay tantas cosas que quiero y todo eso lo puedo resumir en que te quiero a ti. Te necesito.
Sacó la carta de la mochila, la dejó sobre la tumba, bajo una piedra para que el viento no se llevara su sentir y se fue del lugar. Caminó sin rumbo, en busca de su esperanza perdida. En busca de un brillo en su vida. Caminó cuestionando se el porque seguía recorriendo ese lugar, no tenía razones para hacerlo.
Su recorrido acabó frente a un puente, admirando el atardecer, apreciando esos tonos cálidos reflejados en el agua como si de su amada se tratase. Respirando el fresco aire de esa triste tarde miró al cielo, intentando encontrar aquella esperanza perdida entre las nubes.
—Nos vemos pronto, Momo.
Matar personajes es mi pasión.
Se suponía que iba a escribir sobre este ship en una historia menos trágica. Pero pues se me fundieron las neuronas intentando hacer eso.
Realmente no corrijo las historias solo copio y pego lo que escribí en word para que corrija acentos, si en algún lado leen algo sin sentido ignorenlo.
Tomen awa, duerman bien y usen cubrebocas.
Lo intento. Lo intento tanto como puedo. Lo intento y me doy cuenta de que no soy capaz. Nunca lo fui y nunca lo seré.
No puedo olvidar ese amargo recuerdo, ni esas dulces caricias. No puedo dejar ir ese recuerdo aún teniéndolo a él. Su fantasma me atormenta, esos hermosos momentos me persiguen y me recuerdan constantemente que ya no estas a mi lado.
Ahora no se que hacer ¿como se supone que lo olvide? ¿como dejo ir todo aquello que me hacía feliz? ¿que debo hacer para avanzar, para no estancarme en ese dolor? Porque lo único que he logrado es fallarle a mis amigos, fallarle a Hizashi y fallarme a mi mismo. Todo el apoyo que se han empeñado en darme lo he hecho a un lado, continué dependiendo de los rastros de lo que alguna vez fue amor.
Todos estos años soporté el peso de mis emociones solo y en algún punto comencé a cederle ese peso a otros, personas que no tenían la culpa de nada. Estudiantes que soportaron esos entrenamientos, esos golpes de realidad y esas heridas emocionales de las que no los pude proteger.
Y dolía no saber lidiar con todo eso, dolía tanto que ocultarlo y desquitarme con inocentes eran las opciones más fáciles.
Saber que ya no lo volvería a ver dolió tanto, me costó tanto superarlo que terminé aprendiendo a vivir con ello. Sintiendo una apuñalada al corazón cada vez que recordaba su voz, su alegría, su emoción. Dolió saber que su muerte me había afectado más a mi que a otros, porque sabía que ellos no lo veían como yo lo hacía, ellos no comprendían cuanto lo amaba y cuanto me dolió su muerte.
Hizashi y Kayama lo extrañan, pero no de la manera en que yo lo hago.
Lo aman, pero no de la manera en que yo lo amo.
Lo recuerdan, pero no de la manera en que a mi me hiere.
Escondí ese sufrimiento tanto tiempo que llegué a mi límite, ya no podía continuar así. Necesitaba lidiar con lo que me atormentaba.
Necesitaba aceptar de una vez que no volvería, aceptar su partida y continuar con mi vida.
Pero siempre seguirá en mi corazón su recuerdo, el amor que le tengo y la imagen de su rostro alegre.
Siempre lo amaré, pero es hora de dejarlo ir.
-Te amo, Shirakumo.
El Erasermic siempre será mi favorito pero las trágicas historias de amor son más del estilo "estoy terminando de escribir esto a las 4 am ayudanoestoybien".
Pondría de nuevo que matar personajes es mi pasión, pero pues yo no maté a Shirakumo...
Tomen awa y duerman temprano.
P.D. quería agregar algo sobre el michi de Shirakumo, pero involucrar animales en cosas tristes es demasiado.
"No se en que momento me enamoré de ti, talvez fue mientras entrenábamos juntos, aquella vez que me golpeaste o mientras comíamos juntos. No se cuando me di cuenta de mis sentimientos, pero si se de todas las veces que me pareciste una obra de arte, algo tan lindo como un conejito, algo tan hermoso.
Perdí la cuenta de todas las veces que me pareciste el ser más precioso del mundo, de la existencia misma. Todas esas veces que apreciaba tu despeinada cabello, tus brillantes ojos, esas pecas que adornaban tu rostro o tu voz cuando hablabas de lo que te apasiona.
Me encantaba ver como te esforzabas en cada entrenamiento, como te veías tan motivado, como sonreías cuando lograbas lo que te proponías. Cada parte de ti me parecía lo mejor que podía haber.
No mentiré, habían momentos en los que mientras te apreciaba dejaba de parecerme una vista agradable, no por ti, sino que por la situación. Esas veces en las que preferías hablar con Bakugo o Uraraka en lugar de conmigo, esas veces en las que parecías más feliz con otras personas, cuando el día se oscurecía por las nubes y todo me parecía gris sin la luz que eras para mi. Porque eso fuiste, eres y serás siempre, la luz que iluminó mi vida, que me sacó de esa oscuridad y ese dolor, quien me escuchó en medio de esa soledad, quien me acompañó en cada triste momento. Eres todo lo que esta bien en esta vida, eres el amor de mi vida.
Eres la persona a la que quiero ver cada amanecer, cada anochecer, cada momento de dolor y de felicidad, eres quien quiero a mi lado para luchar contra lo que venga. Quiero que me acompañes a enfrentar los problemas, a pasar las alegrías y sobrevivir a los tristes momentos. Quiero ser yo quien te de alegría cada segundo del resto de tu vida, quien veas al despertar, quien te recuerde lo hermoso que eres cada día.
Quiero que seas feliz a mi lado, aún más feliz de como lo haz sido desde que te conocí, quiero que tu sonrisa ilumine mi vida hasta el último día de mi existencia.
Quiero ser quien te acompañe en esos desayunos de un sábado, siendo felices con nuestra compañía y nada más, ser quien te sirva tu café en las mañanas y quien de abrace durante las noches.
Ser quien te de calor en esos fríos inviernos, quien te acompañe en cada fiesta, en cada navidad o Halloween, en cada cumpleaños, en cada viaje, en cada momento de tu vida.
Porque no me veo haciendo nada más que no sea siendo feliz a tu lado. Por eso creo que eres la persona más linda de este mundo, la persona más hermosa de la existencia y la única persona de mi corazón.
Por eso y por mucho más, demasiadas cosas que no logro expresar con palabras, me harías el hombre más feliz si aceptas casarte conmigo, siempre aceptas compartir tus días a mi lado hasta que la muerte nos separe. Por eso y por todo lo demás, te amo, Midoriya Izuku."
Izuku sentía las cálidas lagrimas resbalando por su rostro, humedeciendo poco a poco la carta que se encontraba entre sus manos. Leyendo con calma cada palabra, sintiendo su corazón latir tan rápido que sentía que quemaba. Limpió las lágrimas que pudo con una mano a la vez que con ella sujetaba la carta, mientras que la otra la extendía hacía Shoto, quien se encontraba arrodillado frente a el, sosteniendo un anillo frente a el, con un semblante digno de un príncipe, una sonrisa brillante y una mirada de amor.
Shoto sostuvo la mano de Izuku, se levantó y supo, sin necesidad de palabras, que el peliverde había aceptado su propuesta, había aceptado pasar a su lado cada día de su vida y había aceptado ser el dueño de sus alegrías.
Colocó el anillo en su dedo anular, lo abrazó por la cintura y lo atrajo hacia su lado. Como ya le era costumbre se quedó observando cada parte del rostro de Izuku, viendo como la luna se reflejaba en sus ojos y sintiéndose la persona más afortunada de la existencia.
—te amo, Midoriya Izuku.
—Te amo, Todoroki Shoto.
Sus rostros acortaron la distancia, sintiendo el calor del otro, la alegría en sus corazones y la pasión de su amor. Unieron sus labios cerrando así un pacto de amor. Una promesa de lealtad. Y compartiendo su sentir como sólo ellos lograban entender.
Que cursi ¡iuugh!
Tomen awa, duerman bien y no se metan en relaciones tóxicas.
Ha sido mucho el tiempo que paso desde la ultima vez que escuche su voz, comencé a olvidar aquel maravilloso sonido que salía de su boca cada que me susurraba al oído "te amo".
Estuve fingiendo estar bien tanto como pude, grité que no me importaba cuando por dentro la frustración me quemaba. Aguante todo lo que pude hasta que me derrumbé, me sentía devastado, me sentía como un inútil y me sentía débil. Pero lo que mas me dolió fue ver a Kirishima esforzándose tanto por mantener nuestra relación que pendía de un hilo cuando yo no ponía nada de esfuerzo.
"No importa que ya no lo escuches, seguiré diciendo 'te amo' mil veces más hasta que te sientas listo de decírmelo tan siquiera una sola vez"
Ya no podía protegerte, ya no podía ser ese héroe que cuidara de ti, ni ser el héroe numero uno. Era imposible.
¿quien se quedaría con una persona que no te demuestra que te ama realmente?, ¿quien se quedaría con alguien que no te puede proteger?, dime ¿quien daría todo de si sin recibir nada? Ni una sonrisa, ni un te amo. Dímelo, ¿quien haría eso?
"Se que aun no estas listo para hablar sobre eso, no te presionare ni nada por el estilo, eso no sería masculino"
Me odiaba por no poder decirle todo lo que sentía. Por no tener el valor de desahogarme con él. Por ignorar los gritos de mi corazón que lo llamaban a cada segundo.
Fueron tantas las noches en que intente llamarte, donde cada que estaba a punto de hacerlo me arrepentí. Y se que el solo espero por esa llamada que nunca llegó, se que se quedaba despierto hasta altas horas de la noche vigilando su celular en espera de una llamada, un pensar o una solo señal de que yo estaba ahí.
Pero yo no estaba ahí para él, dejé que nos derrumbáramos como estatuas al pasar el tiempo, cree un muro invisible entre nosotros y me aislé de todo. Desde que el accidente ocurrió me había alejado de todo, de todos, no tuve el valor de enfrentar mis problemas de frente y solo hui de ellos
Justo por eso me pregunto hora que me he quedado solo el que habría ocurrido de haber tenido el valor de desahogarme contigo, de contarte sobre todo eso que rondaba por mi cabeza y no me dejaba en paz. Me pregunto si estarás bien, si haz mejorado con el uso de tu quirk, si te estas divirtiendo.
Yo no estoy bien, te necesito. Ahora tengo miedo, y no estas aquí para protegerme de lo que me atormenta.
Solo quiero volver a escuchar tu voz diciéndome lo mucho que me amas y quiero que por primera vez en todo este tiempo que he desaparecido me escuches decirte lo mucho que te amo.
Es un sueño imposible, ya no podré escuchar tu risa, ni tus quejas por no entender matemáticas o tus gritos de emoción cada que encontrabas nueva mercancía de Crimson Riot. Ya no puedo escucharte. Ya no escucho nada.
Ya no escucho. Ya no más.
Si ese maldito accidente no hubiera ocurrido yo no estaría sintiéndome miserable ahora mismo, habría podido ir a esa cita que te prometí aquella tarde y te habría dicho, fuerte y claro, todo lo que sentía por ti. Todo lo que siento y seguiré sintiendo.
Porque te amo, Kirishima Eijiro.
Aunque ya no pueda cumplir ese sueño de destruir a los villanos estando a tu lado.
Aunque ya no pueda ser el héroe numero uno.
Aunque no me sienta capaz de decírtelo de frente.
Aunque me duela el olvidar tu voz.
Te amo.
∞∞∞
Eran pasadas de las 3 a.m., mis ojos ardían y el sonido del reloj seguía clavándose en mi cabeza tras cada tic-tac.
Mi celular sonó con aquella canción que solía escuchar cada tarde con Katsuki, me quede viendo la pantalla por unos segundos, aguantando la respiración por la sorpresa y conteniendo las ganas de gritar.
El apodo que le había puesto hacía bastante tiempo a Katsuki se iluminó en medio de la pantalla, sin dudar respondí a su llamada.
—no... No creí que responderías. Realmente lo siento Eijiro, lo siento mucho. Yo no quise desaparecer... No así... No de ti... No me sentía preparado para afrontar todo esto, aun no creo estarlo, pero necesitaba hablar contigo— su rostro vaga me te iluminado se veía en la pantalla, ese no era el Bakugo que recordaba, se veía cansado, con ojeras y los ojos llorosos, se veía vulnerable —yo... Yo te...
Moví mis manos, deletreando cada letra de lo que intentaba decirle, con las señas mal ejecutadas y con la esperanza de que lo entendiera —no necesitas decirlo, lo sé.
—Eijiro...
—te amo.
Esto inicio como una historia muy bonita de amor pero pues meterle cosas drásticas es mas chido. Ni siquiera se si se entiende la frustración de Kacchan, para mi si tiene sentido.
Kacchan herido emocionalmente me agrada porque así puedo sentirme miserable junto a él.
Tomen awa, duerman temprano (ignoremos que termine de escribir esto a las 3 am, no sean como yo) y no se proyecten en personajes 2D, eso no está chido.
De todos las oportunidades que tuviste para irte, de todos los días, de todos los meses. ¿porque justo ahora?
¿Porque en este mes? Talvez fue tu venganza por todos esos años de maltratos, no te culpo, te merecías un mejor trato, te merecías todo lo bueno de este mundo porque así eres tu, siempre pones a los demás por encima de ti, nunca priorizaste tu bienestar. Por eso eres mejor que yo.
Yo busque ser un héroe para demostrar que era el mejor, porque quería salvar a las personas y ser reconocido por ello. Pero tu lo hiciste sin buscar reconocimiento, lo hiciste por simple deseo de ayudar.
Y dime, ¿aún quieres ser el mejor héroe?, ¿aún quieres ayudar a las personas a costa de tu bienestar?
Porque yo no quiero eso. Para ti no.
Me pregunto que tanto te dolió tomar esa decisión, abandonar tu sueño de ser como All Might y salvar a todos con una sonrisa.
Y aun quiero saber, ¿porque ahora? ¿porque en mi cumpleaños?
El tener esa carta en mis manos representaba que realmente te habías marchado. Realmente habías revelado el secreto y todo sería tan malditamente difícil. La mayoría ya había leído tu carta. Todos menos yo, Todoroki y Uraraka. Ninguno estaba listo para aceptar tu despedida.
Ya no ver tu alegre rostro cada día sería un tormento, porque tras cada "muere" que te gritaba, tras cada "maldito nerd", tras cada insulto, grito, golpe, habían palabras de preocupación. Habían sentimientos.
No quería aceptar tu ausencia, porque eso sería ignorar que te quería cerca de mi, que quería verte y gritarte todo lo que sentía. ¿Y sabes que es lo que más me duele? Que esos estúpidos sentimientos no importan, hay mil cosas más importantes que decirte que me gusta tu maldito rostro, o que me gusta cuando dices estupideces al azar o murmuras y te ves tan raro. Todo eso que siempre he criticado de tu ser es lo que más me gusta. Pero no importa.
Entiendo porque lo hiciste, pero no entiendo ¿porque ahora?.
Necesitaba ese "feliz cumpleaños, Kacchan" de cada año, porque solo en ese momento sentía que no tenías miedo de como reaccionaría, mi cumpleaños ni siquiera me importa, es solo otro día más en el calendario, pero ese día significa que me sonreirías, que te humillar las cantándome el feliz cumpleaños y que me regalarías alguna tonta tarjeta de All Might. Pero ahora no.
Te extraño.
Y te quiero.
∞∞∞
Kacchan,
Realmente no se que decirte, tu ya sabes el secreto, creo que sabes todo de mi. o casi todo. Talvez te preguntaras el porque tome está decisión o porque no te lo dije antes.
No quiero que nadie salga lastimado por un problema que no es suyo, Shigaraki y AFO están tras de mi, por su seguridad decidió marcharme.
Es muy difícil hacer esto, estoy cansado, me duele todo, y me sigo lamentando por muchas cosas que sucedieron. Kacchan, tengo miedo, temo por mi vida, por la suya y por ti.
Ser un héroe no ha sido para nada como creo que seria cuando fuimos niños, ponernos nuestras pijamas de All Might parecía ser suficiente. Pero la realidad es otra.
Te extrañare, espero que no te lastimes tanto en los entrenamientos, espero que no los vuelvan a atacar los villanos, espero que tomes buenas decisiones y espero que me extrañes también.
Te quiero. Feliz cumpleaños, Kacchan.
—Deku
Finjamos que aún es 20 de abril.
No soy fan del BakuDeku, pero es una buena excusa para no hacer tan mehhh esta historia. Igual no es cono que se desarrolle bien la relación, solo aceptaron sus sentimientos y Deku se declaró o algo así.
Se supone que Izuku se fue en abril, aunque no se si lo hizo antes o después del cumpleaños de Bakugo, igual que awite por él.
Tomen awa, duerman bien y no se den de baja de la escuela (de la vida si*, de la escuela no...)
*nomas por si acaso, no se den de baja de la vida, porque eso sería perder la vida y ustedes nunca pierden
—ha pasado un tiempo— el frío calaba en cada parte de su piel, su cabello se desordenaba con el pasar del aire y sus dientes se asomaban ante los buenos recuerdos —yo... no estaba listo para venir a verte, no realmente, ha sido tanto tiempo, pero creí que este era el momento correcto para venir.
El bicolor se inclinó para ver de frente al otro, apreciando cada detalle frente a él y recordando los buenos momentos que pasó junto al peliverde.
—nunca fui bueno con las palabras, incluso ahora no se que decirte, hay tanto que quiero contar y solo... No se como hacerlo— Shoto apretó el agarre de sus manos donde se encontraban algunas flores —estuve lejos tanto tiempo que se siente raro volver a estar a tu lado, no debí alejarme en primer lugar.
Las hojas de los arboles cercanos se agitaban y algunas se desprendían de las ramas, ese otoño se sentía extrañamente más frío que todos los anteriores.
—siempre que quería regalarte cosas me decías que no era necesario, aun si era una simple flor, un dulce o un te amo, me dijiste que no era necesario decirlo, que solo necesitábamos saberlo y lo demás no importaba. Cientos... No, miles de veces intenté decirte todo lo que sentía, todo lo que adoraba de ti y tu solo me decías que no, que guardara esas palabras porque una sonrisa te bastaba. Todo este tiempo he extrañado tu sonrisa, sentir calor al verte aún estando en invierno, porque siempre fuiste el sol que calentaba mis mañanas, e iluminaste mi día cada que parecía nublarse. Aun ahora siento que iluminas mi vida aun cuándo esta es solo una profunda oscuridad.
El bicolor se arrodilló, colocó las flores frente a el y lagrimas mancharon aquella tumba.
—te extraño tanto, Izuku. Tanto... Tanto... Y duele— se levantó de su lugar, dio un ultimo vistazo a las flores que había dejado y decidió que era el momento de irse —Adiós Izu, te amo.
A ultimo momento me debatí sobre si debía cambiar el trágico final y poner una propuesta de matrimonio, pero como ya lo he dicho antes, prefiero las trágicas historias de amor.
No estaba segura sobre que shipp debía hacer la historia, y entre el tododeku y el kiribaku me decidí por esto.
Tomen awa, duerman bien y estudien para su examen de admisión, no sean como yo.
Hay momentos en la vida donde sientes que ya no puedes más, donde todo el peso de la realidad te aplasta y te hace añicos. Donde una simple situación puede ser lo suficiente para que te acabes de derrumbar.
Y en esas situaciones lo único que queda por hacer es aguantar, ver a la vida de frente y decirle "hoy no". Aguantar, ser fuerte y soportar el peso de la realidad.
Aunque nos hundamos en la desesperación.
Aunque nos sintamos débiles.
Solo hay que aguantar.
Y esa situación, ese sentimiento, aquel pelinegro lo conocía a la perfección. Su vida no había sido un agradable paseo, su pasado, su presente y muy posiblemente su futuro, estaban llenos de desgracias. Desde que tuvo que arreglárselas para entrar a la Yuuei con aquel quirk que de nada le servía contra un robot, desde que tuvo que esforzarse al máximo en la escuela, desde que su infancia estuvo repleta de problemas familiares. Desde que su mejor amigo murió. Desde que tuvo que lidiar con perdidas, con situaciones desesperantes, con TEPT, con ansiedad, con los restos de la depresión que sufrió durante su adolescencia.
No le quedaba más que aguantar, aceptar que la realidad es una mierda y que todo eso no fue su culpa. Engañarse y engañar a otros constantemente diciendo que todo estaba bien.
Pero no lo estaba.
Fingía muy bien, se ocultaba detrás de esa fachada de profesor serio y antipático, un profesor responsable que se preocupaba por el futuro de sus alumnos y que dormía cada que podía. Porque su horario de sueño había quedado hecho polvo hacia varios años. Donde las noches era su mayor momento de actividad, dormía lo que podía en el horario escolar y por las tardes cumplía con sus obligaciones como profesorvulnerabilidad
La fecha de la muerte de Shirakumo se acercaba, eso hacia denotar más su falta de interés a la realidad, prefería fingir que nada importaba, como si no existiese, y así no demostrar su vulnerabilidad.
Solo algunos lo llegaban a notar, Hizashi, Kayama y Emi eran quienes podían notar su estado decaído, su desinterés y apatía en general.
-recuerden que mañana quienes gusten continuar con el entrenamiento de esta semana podrán ir con Ectoplasm y Cementoss al gimnasio Gamma. Yo estaré ocupado así que no podre acompañarlos. Sería todo por hoy, pueden retirarse- rápidamente el salón se vació, las voces animadas de los estudiantes se escuchaban cada vez mas lejos y durante ese proceso Aizawa aprovecho para dormir en la esquina del salón.
-ahorita los alcanzo, chicos. Olvidé mi cuaderno en el salón- no era novedad que el peliverde dejara cosas en el salón. Por lo general al dejar el aula se iba hablando de mil y un cosas con su grupo de amigos, no era de extrañar que esa distracción lo hiciera olvidar algún que otro cuaderno o lapicero. Aizawa lo comprendía, sabia que cualquier distracción siempre era buena, más para aquel estudiante problema que tanto peso cargaba sobre sus hombros -disculpe Sensei, volví a dejar la libreta.
Rápidamente registro su butaca, tomo el cuaderno y camino de regreso a la salida.
-que tenga buen día, adiós- Aizawa daba por hecho que el pecoso había dejado el aula, más en esos segundos no había escuchado el sonido de la puerta -¡Ms. Joke! Es un gusto verla nuevamente, si viene a ver a Aizawa-sensei el esta durmiendo, es mejor no molestarlo.
-el gusto es mío, chico problema- Ms. Joke inhaló algo de aire y sin pensarlo exclamo -¡Buenos días, Shota!
-silencio.
El peliverde no quiso seguir irrumpiendo así que solo continuó con su camino.
-vamos, Shota, no puedes dormir a esta hora, es momento de salir, divertirte, si quieres nos podemos casar, hay suficiente tiempo.
-no me voy a casar contigo.
-no seas así, Shota- ella se coloco en cuclillas para ver de frente al saco de dormir -Hizashi, Nemuri y yo iremos más tarde a beber, acompáñanos ¡por favor!
-bien.
Incontables veces Emi acompaño a Aizawa en sus momentos más difíciles, para el pelinegro era como su lugar seguro, era con quien podía desahogar sus preocupaciones sin preocupar a terceros, ella siempre encontraba la manera de tranquilizarlo y alegrarlo, era su especialidad.
Ella también tenia sus problemas, sus momentos de tristeza, sus preocupaciones que ocultaba, al igual que Aizawa, bajo una fachada. Bajo esa sonrisa tan característica que día tras día adornaba su rostro.
Le preocupaban sus estudiantes, le preocupaba no hacerlo suficiente para ser una buena heroína, le preocupaban tantas cosas que habían ocasiones donde no podía soportar más esa sonrisa.
-a las 7, en el bar de siempre. No te vayas a quedar dormido ¡nos vemos!
Salió del salón, sin mirar atrás. Ambos sabían que el otro no estaba bien, se comprendían y se apoyaban en el otro para liberar su sentir, porque para ellos era mejor aguantar todo juntos que estando solos.
Es mejor tener a quien te acompañe en esos momentos de desesperación, donde sientes que has tocado fondo, tener a quien este a gusto lado, así como Aizawa tenia a Emi, Yamada y Kayama, o como Izuku tenía a Todoroki, Uraraka e Iida. Porque teniendo a quien te apoye, siempre habrá quien te saque de aquel agujero de desesperación.
La hora llego, no estaba particularmente arreglado, solo había tomado una ducha y había cambiado su ropa por algo más casual.
-¡¡Shota!!- la estruendosa voz del rubio resonaba desde afuera de su apartamento.
Inmediatamente abrió la puerta y metió a Hizashi al lugar.
-te he dicho cientos de veces que no grites aquí, los vecinos se la pasan quejándose de eso- tomo sus llaves, guardo su celular en la bolsa y apoyo su mano en el hombro del rubio -ya vámonos, no quiero que Emi se moleste por que volvimos a llegar tarde.
El bar no se encontraba tan lejos de donde estaban, a pie fácilmente llegaban en 10 minutos, ya comenzaba a oscurecer y el cielo se pintaba de varios colores mientras el sol continuaba descendiendo.
-A Emi le ha de encantar como se ve el cielo, ha de estar con esa sonrisa de siempre- para Hizashi no era novedad que el pelinegro hablase de manera espontánea de la peliverde, sabía lo cercanos que eran y le alegraba que su querido amigo tuviera quien le alegrara los días.
-también Nemuri adora los atardeceres, pero creo que no tanto como Emi.
-¡Hizashi! ¡Shota!- era la voz de Kayama -¿porque tardaron tanto? Ya son las 7:30
-Shota no quería abrirme la puerta.
-eso no es verdad, tu solo tardaste mucho en llegar a mi apartamento.
-ya da igual, ¡vamos a beber!
Copa tras copa, vaso tras vaso, botellas vacías, se acercaba la media noche y el grupo de amigos seguía bebiendo, hablaban de banalidades y recordaban momentos de cuando aun eran jóvenes.
-¿porque aceptaste ponerte ese nombre? Es muy estúpido- las risas inundaban el lugar -es que, ¿en serio te pareció buena idea llamarte "cabeza de borrador"?
-fue... Idea de Hizashi, no planeaba aparecer en las noticias o algo por el estilo... Solo... Necesitaba un nombre- el alcohol hacía rato que les había afectado, Ms. Joke era la que estaba menos tomada, había que tener a alguien responsable que los dirigiera al apartamento del pelinegro para pasar la noche -además, ustedes no se quedan atrás, Medianoche, señorita bromas y ¿presentar micrófono?
-¿porque todos nuestros nombres de héroes son en inglés?
-no lo se, señorita bromas...
-¡Nemuri!
-voy al baño- el rubio intento levantarse de su asiento, pero sus piernas no respondieron provocando que cayera al suelo y a la vez tirara su vaso de tequila -demonios.
-creo que ya va siendo hora de que nos vayamos, yo ya no... No... Yo también quiero ir al baño.
La peliverde y el pelinegro ayudaron a sus amigos a ir que caminaran hacia el baño, Emi cuido la puerta de Kayama y Aizawa dejo a Yamada a su suerte y se fue a pagar por las bebidas.
Volver al apartamento resulto mucho mas complicado que la travesía hacia el baño, los 10 minutos de camino se transformaron en 30, la noche se iluminaba con la luna, aunque pocas estrellas lograban verse.
Al entrar al apartamento Aizawa dejo caer a Hizashi en uno de los sillones, Emi recostó con más cuidado a Kayama en otro y ambos se fueron a la cocina por algo de agua.
-Shota, estas sonrojado- Era un momento de tranquilidad, ante el silencio de la noche y el brillo a través de la ventana. Simplemente era su momento de relajarse juntos.
-es por el alcohol- cubrió su rostro con una mano y desvío la mirada -esa ropa te... Te queda muy bien.
-a mi me encanta como se te ve esa camisa, ¡aunque pudiste haberte arreglado más!
-es la camisa que me regalaste en mi cumpleaños- le dio un ultimo sorbo al vaso y lo dejó en el lavaplatos -ya deberíamos ir a dormir. Mañana será algo complicado.
No tenían la necesidad de decirlo, ni de gritarlo a los cuatro vientos, ellos sabían lo que sentían el uno por el otro y eso les era más que suficiente.
Taparon a los otros dos con mantas y se fueron a intentar dormir.
-Emi...- dos horas habían transcurrido, la peliverde hacia rato había logrado conciliar el sueño, en cambio el pelinegro veía las manchas en la pared, contaba los cuadros en el suelo y tarareaba canciones al azar. Le era imposible dormir, había tanto en su cabeza que cerrar los ojos no era suficiente para callar a sus pensamientos -Emi...- Sacudió su brazo, necesitaba de su compañía.
-¿Shota?- vio sus ojos llorosos, las ojeras en su rostro y el cabello revuelto -ohh...
Se incorporó y abrazo al pelinegro y deslizo su mano por su espalda. con solo ver su rostro comprendió que estaba mal, que la preocupación lo superaba y que necesitaba desahogarse.
-No quiero que mis estudiantes pasen por lo que yo, quiero verlos a todos juntos y felices, no hundidos en preocupación. Y ya no soporto tener que vivir como si nada hubiera pasado, lo extraño, es estúpido seguir llorando por su muerte como su hubiera sido ayer... Han sido más de 10 años y aún duele.
-todos hemos perdido a perdonas cercanas, todos hemos tocado fondo, solos nos queda aguantar y recordar que no estamos solos. No puedo decirte que todo estará bien, o adornar la realidad para que parezca rosa con brillitos, pero puedo decirte que siempre estaré a tu lado, cada que necesites un abrazo, unas palabras de "todo estará bien", o unos chistes malos. Talvez algún día logre hacerte reír con alguno de ellos.
-estaré esperando ese día- Aizawa apretó el abrazo y escondió su rostro en el hombro de Emi -Gracias. Gracias por estar conmigo.
-gracias a ti, por dejarme estar a tu lado- ella sentía la humedad en su hombro, las lágrimas aún salían de los ojos de Shota -entonces... ¿si te vas a casar conmigo?
-Emi...
-ya entendí, ahora si hay que dormir, no puedes ir a visitarlo viéndote comí si un camión te hubiera pasado por encima.
Las horas pasaron, el abrazo nunca se disolvió y las lágrimas de secaron, era seguro que en algún momento volverían a salir, pero sabía que si eso ocurría tendría a Emi para consolarlo.
Ahora solo quedaba ir a visitar a su preciado amigo, esta vez no iría solo, nunca más haría eso.
-hola, Shirakumo...- a veces sentía que era en va no hablar con una tumba que sabía que estaba vacía, pero ver su nombre tallado en la lapida le hacia sentir que el realmente estaba ahí, escuchándolo, de ser así habría escuchado cientos de lamentos, cientos de desahogos. Pero al menos sentía que esta ahí -ha pasado mucho tiempo.
Razones de que este fic exista:
1) Este shipp se me hace muy lindo
2) sentir frustración no esta chido amixes, menos si no hay quien te abrace :c
3) Pues porque me dio la gana y ya.
Tome awa, duerman bien (-la que escribe esto a las 2:00 a.m.) y no duden en pedir ayuda a sus amixes cuando no se sientan bien.
P.d. al escribir la historia cambié muchas cosas de como se desarrollaba la relación y al final no tuvo nada que ver con el titulo que ya le había puesto, hasta ahora no me di cuenta de ello pero ya da igual
Para Toshi♡:
Ese día en que apareciste en el festival deportivo fue la primera vez que te vi. creo que desde ese día quede flechado, pero no me di cuenta en su momento.
Luego de eso no te volví a ver, fue realmente decepcionante cuando simplemente desapareciste, como si esa increíble aparición en el torneo no hubiera sido suficiente para que te cambiaran inmediatamente de curso. Digo, casi venciste a Midoriya, aunque el es muy hábil así que era poco probable que perdiese.
Luego de todo el tiempo de tu ausencia, donde ni los profesores te habían mencionado ni una sola vez, volviste a aparecer.
Bro, ¿que fue eso de que no venias a hacer amigos? Eso es imposible de lograr en nuestro curso, solo hay que ver a Kacchan o a Todoroki, creo que inclusive Monoma acabo teniendo amigos a pesar de su horrible personalidad.
¡Me esforcé mucho para acercarme a ti! Fue difícil, pero estaba decidido a volverme tu amigo.
Y tenia que ser yo quien fuera tu primer amigo en el curso de héroes, porque siempre es Midoriya el que cambia la mentalidad de las personas. Es como un conejo terapeuta o algo así... No le digas que dije eso.
El punto es que desde ese entrenamiento mi único propósito en la vida, ser héroe era menos relevante en ese momento, era ser tu amigo. Tu mejor amigo. Tu bro. Cualquier etiqueta que esconda que ya estaba enamorado de ti y fingía que solo quería ser tu amigo.
Nunca, en mi vida, ni siquiera cuando Sero me dio a probar de esa cosa verde, nunca me plantee el hecho de que me podrían gustar los chicos. Menos que me podría gustar un "gato gruñón y muy cansado", realmente te pareces a Aizawa, ¿seguro que no eres su hijo?
Me estoy desviando de nuevo, contar las cosas en línea recta es muy complicado.
Verte pelear siempre ha sido genial, como cuando usas tu mascara e imitas las voces. Ya que estoy, perdón por haberla tomado prestada. Como decía, cuando peleas te ves impresionante, en palabras de Kiribro, te ves muy varonil, eso me encanta.
Y cuando usas el arma de captura te ves aun más impresionante, ver tus brazos apretando y jalando la venda es tan...
Me tomo bastante tiempo el darme cuenta de que hetero, hetero, lo que se dice hetero, no era. Al parecer para todos era bastante obvio, para todos menos para mi.
Sero inclusive me dijo "lo sabemos, Denki, nunca fue un secreto". Ninqui fii in sicriti, ¡pues me hubieran avisado! Me habría ahorrado casi tres años de estar babeando detrás de ti creyendo que era porque éramos muy buenos amigos. Creo que hasta tu lo sabías.
De no ser por esa publicación que vi de "que sexualidad eres según tu signo" nunca me habría puesto a pensar en ello.
Y ahora que lo pienso, era realmente obvio, me ofrecí a cargar tu mochila, te acompañaba a los dormitorios, te esperaba al salir de clases solo para caminar a tu lado, cancele salidas con Mina, Sero, Kiribro y Kacchan solo por que tu me habías invitado a ver películas y series. Mi vida se basaba en estar a tu lado.
Mi autoengaño era como los historiadores, así de "and they were roommates". Solo amigos mis huevmás
Quería estar a tu lado, en cada momento, en cada actividad escolar, en los camiones cuando íbamos de viaje, hasta subía a tu habitación, aun estando en el ultimo piso, solo por acompañarte unos momentos más.
Estar a tu lado me hace feliz.
Talvez de no estar junto a ti no habrían cambiado tantas cosas en mi, como el hecho de que deje de hacer chistes como los de Mineta, antes parecían graciosos, pero simplemente son desagradables ahora.
También mejore mis hábitos de estudio, talvez fue por que eres tu quien me explicaba. Era mas entretenido prestarte atención a ti que a cualquier profesor. Es que con esa cara tan linda que tienes ¿como no hacerte caso?
Aunque fue complicado el aceptar que hablar contigo había destruido mi horario de sueño, para ser un gato gruñón y muy cansado dormías muy poco, pero disfrutaba estar hasta altas horas de la noche hablando contigo.
Ahora que nos estamos graduando y que por fin entendí que lo que siento por ti es amor y no solo estúpida amistad, quiero estar a tu lado por siempre.
Pasar las tardes viendo series juntos, ir a pasear juntos, luchar contra villanos juntos.
Porque se que estando lado a lado, todo es más divertido, todo se ve mas bonito y todo es mejor.
Te amo, Toshi.
- el amor de tu vida
P.D. Me duele la mano de escribir tanto, pero por ti escribiría hasta que se me caigan los dedos.
P.D. 2 Cuando tomé prestado tu cambiador de voz puede que lo haya dejado mal ajustado, no olvides cambiar el modulador.
P.D. 3 Mi mamá te manda saludos, dice que vuelvas a visitarla cuando puedas. Creo que te quiere más que a mi.
P.D. 4 Creo que ya fueron muchas posdatas.
P.D. 5 Te amo ♡
Cree la portada y el titulo mucho antes de siquiera saber de que iba a tratar la historia, solo sabía que iba a ser ShinKami.
Este es uno de mis shipps favoritos, ¡es tan lindo!
Escribir como si fueran cartas es mi forma favorita de contar una historia, las cartas me facilitan mucho el expresar lo que pienso y no se como decir.
Tomen awa, duerman bien (si, escribo esto a las 3 a.m.), y no se conformen con alguien que no quiere estar por siempre a su lado (en un sentido romántico, tampoco hay que irse a lo extremo jajajsj)
Mi día favorito fue aquel en que nos atrevimos a desafiar al mundo, aquel en que a la vez decidimos confesar todo aquello que nos venía carcomiendo el corazón desde hacía bastante tiempo. Recuerdo tus cabellos danzando con el viento, los holanes de tu vestido balanceándose suavemente y tus manos acariciando mi rostro.
La mañana de ese día fue algo desastrosa, mi desayuno se quemó, mi cabello era un desastre y estuve a nada de ensuciar aquel vestido rosa que me regalaste. Estuve bastante distraída, todo por pensar en ti.
Estuve planeando esa tarde por semanas, quería que todo fuera perfecto, quería que fuera todo lo que te mereces, aunque aun así no fue suficiente, te mereces el mundo entero.
Cuando te vi en la sala común, con ese lindo vestido verde y tu cabello suelto, sentí mariposas recorriendo todo mi cuerpo, mi rostro se volvió cálido y la emoción emanaba de mi.
En ese momento quise besar cada parte de ti, acariciar tus mejillas y deslizar mis manos por tu cabello, te veías ten hermosa con las mejillas coloreadas de rosa, con la flor que colocaste en tu cabello y con ese collar que combinaba con el mío.
"Te ves muy linda, Ochaco-chan"
Sentí mi cuerpo derritiéndose ante esas palabras, los nervios que antes tenía se esfumaron y me di cuenta de lo afortunada que era de poder pasar el tiempo contigo.
Me acerqué a ti y reacomodé la flor que se sostenía sobre tu oreja, tomándome mi tiempo y disfrutando de cada detalle de tu rostro. Viendo tus hermosos ojos, tu tímida sonrisa y tu suave piel. Queriendo apreciar eso por el resto de mi vida.
"Tu también te ves muy linda, Tsuyu-chan"
Bajé mi mano hasta que llegó a la altura de la tuya, tomándola suavemente como si cualquier movimiento rápido fuera a romperte y me despertara de ese momento tan parecido a un sueño.
Caminé a la entrada de los dormitorios, guiándote con mi mano que se aferraba con cariño a la tuya.
Te llevé a un parque, no muy alejado de la academia, donde habían más arboles que personas y en el centro de este destacaba un pequeño lago que reflejaba el cielo.
Verte ahí, sentada sobre la manta, fue lo mejor de ese día, escucharte hablar de lo que habías hecho en la semana me parecía lo más interesante y podría escuchar te hablar de ello cada día de mi vida.
Esa estúpida sonrisa que se plasmó en mi rostro cuando por fin me decidí a declararte mi sentir creo que fue lo suficiente para que te dieras cuenta de todo lo que quería decirte. Mentalmente conté hasta 10 como un vago intento de tranquilizar mi corazón, de alentar mis latidos para sentir que ese momento era eterno.
"Tsuyu-chan, me agrada mucho pasar el tiempo contigo..."
Volteaste a verme, pude ver ese brillo en tu mirada aparecer junto al sonrojo de tus mejillas.
"Desde hace mucho he querido decirte esto..."
Colocaste tu mano sobre la mía, acariciando con tu pulgar el dorso de esta, transmitiendo me paz y valor para continuar con mis palabras.
"Me gustas, me gustas tanto y no se que hacer con estos sentimientos..."
Te sobresaltaste y tu sonrisa se amplió, me miraste con amor y comprensión, me miraste con esos hermosos ojos que tienes.
"Tu también me gustas, Ochaco-chan"
Me acerqué a tu rostro hasta que nuestras frentes se juntaron y nuestras miradas se entrelazaban. Deslizando mi mano hasta tu rostro para acariciarlo y dejando que nuestros dedos se unieran entre nuestras manos que aun seguían apoyadas sobre la manta.
"Tsuyu-chan, ¿quieres ser mi novia?"
Sin responder a mi pregunta me besaste, me besaste delicadamente transmitiendo todos tus sentimientos con esa unión, declarando tus deseos y dándome a entender todo sin necesidad de palabras.
Sabía que quería pasar el resto de mis días a tu lado para hacerte comprender lo mucho que me importas.
En fin, ese día fue mi favorito, porque fue el día en que nos unimos, porque fue la primera tarde que pasamos juntas como novias, porque fue contigo. Todo fue mágico, aún si el aire nos despeinaba, aún si hubieron algunos insectos molestos, aún si aquella hoja cayó sobre el postre, todo fue perfecto porque estuviste mi lado.
Tsuyu y Uraraka son las novias cottagecore que van de picnic con vestidos de fresitas and you can't change my mind.
Al inicio iba a ser una descripción muy detallada sobre su picnic pero creo que no era muy necesario así que solo es Uraraka siendo muy cursi.
Tomen awa, duerman bien y disfruten de los momentos bonitos.
♡♡♡♡